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El debate de las enmiendas a los Presupuestos para 2020 muestran discrepancias entre el Botànic y la oposición

19/12/2019 - 

VALÈNCIA (EFE/Carla Aliño). El debate de las enmiendas a los Presupuestos de la Generalitat para 2020 ha puesto en evidencia discrepancias irreconciliables existentes entre el Gobierno del Botànic y la oposición en materia educativa y sanitaria, donde tampoco han faltado los cruces de acusaciones.

El pleno de Les Corts Valencianes han continuado este jueves con el debate de las enmiendas a las cuentas autonómicas del próximo año y que está previsto que queden aprobadas esta tarde tras dos intensos días de debate parlamentario.

La sesión ha arrancado con la discusión de las enmiendas del PP y Ciudadanos al área de Educación, donde las críticas y acusaciones al Consell de "sectarismo", atacar la libertad de los padres y regalar millones a entidades catalanistas no se han hecho esperar por parte de la oposición.

La popular Beatriz Gascó ha advertido al conseller Vicent Marzà que "nunca se saldrá con la suya" en su intento de implantar el modelo educativo de Cataluña y ha asegurado que el PP volverá a ir a los tribunales "las veces que haga falta" para defender a las familias y acabar con el sectarismo del Consell.

Desde Ciudadanos, Mercedes Ventura ha insistido en las mismas críticas, acusando al Consell de haber repartido millones a entidades catalanistas que no respetan principios constitucionales, y ha dicho estar "cansada de experimentos plurilingües" para que los niños "no aprendan el castellano".

La socialista Ana Besalduch ha lamentado la "valencianofobia" de Ciudadanos, que, según ha dicho, elimina aquellas partidas que buscan la promoción de esta lengua, y ha denunciado "los fantasmas" que ve Ventura, a quien ha pedido que si conoce a algún niño en la Comunitat que no hable castellano, lo traiga.

Papi Robles (Compromís) ha afirmado que para el PP todo lo tenga relación con el valenciano es "el demonio"; ha reprochado que se quieran rebajar las ayudas al valenciano mientras el Consejo de Europa dice que necesita potenciarse, y ha defendido las ayudas a aquellas entidades que cumplen los requisitos de las convocatorias.

Desde la oposición, han hecho también referencia los malos resultados de la Comunitat en el informe PISA para denunciar la política educativa del Consell, y los grupos del Botànic han replicado que ese informe analiza la política educativa del PP pues las transformaciones en Educación son "más lentas".

En materia sanitaria, el debate ha subido de tono, cuando el diputado el PP José Juan Zaplana ha acusado al Gobierno del Botànic de ser un pacto "no de socios sino del silencio" que solo sirve para "proteger los chanchullos de los Puig y a pederastas abusadores de menores".

Zaplana ha acusado también al tripartito de haber aplicado recortes en sanidad; de haber mentido y engañado a los valencianos, y de fomentar el enchufismo al aumentar los asesores, al tiempo que ha defendido la colaboración público privada y el sistema sanitario construido por el PP.

La socialista Carmen Martínez le ha recordado que la Unión Europa multó con 19 millones el falseamiento de las cuentas de la Conselleria de Sanidad durante la etapa de gobierno del PP, por lo que le ha pedido que no hable de transparencia ni de engaño al menos en 500 años, y ha asegurado que el único partido condenado en este país por corrupción, como partido, es el PP.

Desde Ciudadanos han pedido establecer unos tiempos máximos para las listas de espera sanitarias y realizar auditorías antes de revertir las gestión de hospitales, cuestiones que han sido rechazadas por estar contempladas en la ley y porque presuponen "sin datos que la gestión privada es mejor".

Desde Vox no han presentado enmiendas porque, según ha explicado la diputada Llanos Massó, "un presupuesto malo podría ser mejorado pero uno imposible no tiene opciones reales de mejora", pero han defendido que las mejores enmiendas en Educación y Sanidad serían las que devolvieran las competencias al Estado.

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