Volvemos a repetir que, esta no es una historia de buenos y malos, que haberlos haylos, es una historia de supervivencia de dos pueblos, el israelí y el palestino, que en muchas ocasiones, demasiadas, son utilizados por intereses foráneos
Otra vez, tristemente, volvemos a escribir del conflicto en Tierra Santa, hace algo más de dos años ya lo hicimos en enero de 2017, cuando ya lo habíamos hecho en octubre de 2015, pero tanto las condiciones intrínsecas del problema, como el entorno regional, hacen que inevitablemente el conflicto vuelva a emerger periódicamente de forma contundente.
Pero qué es lo que está ocurriendo en el Oriente Medio que pueda afectar al antiguo territorio bajo Mandato Inglés. Todos ustedes habrán leído y visto noticias respecto al antiguo enfrentamiento existente entre musulmanes, en concreto entre los suníes y los chiíes, que aflora en diferentes frentes de batalla como puedan ser Yemen o Siria.
Estos dos bloques están liderados por Arabia Saudí e Iran, que después de tantos años de guerra, sufren ya el cansancio y desgaste en recursos humanos y materiales de tantos años de guerra (4 y 8 respectivamente), por lo que es un momento perfecto para un receso. Más aún cuando la más longeva está prácticamente estabilizada (a pesar del sobresalto turco) con el éxito de Bashar al-Asad, bajo la protección de Vladimir Putin, que a su vez estrecha continuamente lazos con el turco Recep T. Erdogan, para desconfianza de sus aliados de la OTAN; y el otro conflicto, al sur de la península arábiga, Yemen, está llegando a un punto muerto, dado los últimos anuncios de retirarse de él por parte de aliados de A.Saudí, como son los Emiratos Árabes Unidos los primero, siendo los últimos los sudaneses, por eso el polémico príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, ha anunciado esta semana pasada la celebración del “pacto de Riad” que pondrá fin al conflicto.
Y claro está, al haber una tregua entre musulmanes, como o contra quien orientar a todas esas masas exaltadas movilizadas por las anteriores guerras, que al viejo estilo revolucionario de las Tullerias están ávidas de buscar chivos expiatorios en el extranjero, pues es fácil contra el viejo enemigo común, llamado Israel. Y esto además es muy fácil pues dado el desequilibrio existente entre el mundo islámico e Israelí, de 500 a 1 (en cuanto población), para mantener el principio de disuasión equilibrado, los estadistas árabes saben que el Estado de Israel debe responder de una forma proporcional, pero no de 1 a 1 (ojo por ojo), sino algo más cercano a ese anterior 500 a 1, por lo que saben que (como ha ocurrido en anteriores ocasiones) una cierta escalada es fácil por la inicial y contundente posible respuesta israelí; y quién ha sido el tonto útil en esta ocasión, pues ya lo saben otra vez los desesperados y por tanto fácil de exaltar de los palestinos, y dentro de ellos un grupo llamado la Yihad Islámica.
Ese grupo minoritario cuya rama militar la conforman las brigadas de Al-Quds, ha protagonizado el último pulso con Israel que habrán podido ver en las noticias esta semana. Este último pulso entre los elementos más extremistas en Gaza contra el Status Quo existente allí, entre Hamas e Israel desde 2014, se inició este pasado verano cuando en dos ataques coordinados suicidas Yihadistas se produjo la muerte de tres policías de Gaza, por lo que Hamás declaró el Estado de Alerta, después vinieron continuos momentos de tensión y ataques a Israel, con sus consiguientes respuestas, hasta que este pasado martes ante una acción inminente de la Yihad Islámica Palestina, el primer ministro Benjamin Netanyahu autorizó la neutralización de la amenaza que suponía el comandante de esa Yihad, Baha Abu al Ata, responsable de los lanzamientos de cohetes contra Israel, lo cual ha provocado la reacción del lanzamiento de casi medio millar de cohetes contra las poblaciones judías por parte de esta milicia islámica, a lo que el Tzáhal, Fuerzas de Defensa de Israel, ha respondido con la eliminación de depósitos y fabricas de armas, así como Centros de Mando yihadistas, siendo eliminados unos 25 jefes y milicianos palestinos, aunque lamentando la muerte de casi una decena de civiles utilizados como escudos humanos por los yihadistas, según el ejercito israelí, estando las fuerzas y recursos de los palestinos de Hamás totalmente al margen del enfrentamiento, dejando hacer a los israelitas.
Por el momento, estamos en un posible comienzo de desescalada, desde la tregua iniciada este jueves, aunque inevitablemente será interrumpida por algún lanzamiento de cohetes (ya se ha producido), y la contenida respuesta israelí, esperemos que la paz se imponga o por lo menos la ausencia de hostilidades abiertas se prolongue lo máximo posible.
Lo malo es que las casualidades no existen en Política y menos aún en Geopolítica, porque ya en febrero de este año Shlomi Eidar en la web Al-Monitor, ya presentaba a la Yihad Islámica Palestina como posible nuevo señor de Gaza, fiel aliado de Irán del que recibe a través de su Guardia Revolucionaria Islámica 70 millones de dólares al año, y ya saben lo que acaba de pedir el líder supremo iraní Alí Hoseiní Jamenei a través de las redes sociales, la supresión del Estado de Israel, como para cruzarse de manos....