NOSTÀLGIA DE FUTUR  / OPINIÓN

El impacto económico de las personas refugiadas

Las razones para abrir las puertas los refugiados, más allá de las cuestiones morales

26/08/2021 - 

Hay momentos que, entre la incomprensión y la empatía, hacen que gran parte del mundo se despierte. La situación en Afganistán ha disparado las expresiones de solidaridad dando lugar a un debate apresurado sobre acoger a las personas que desesperadamente están intentando dejar Kabul atrás y, también, de alguna manera, sobre las políticas de inmigración y de acogida en general. 

Ya hace tiempo que València se declaró ciudad refugio de manera más simbólica que efectiva. En 2018, el proceso de bienvenida a las personas refugiadas del barco Aquarius desencadenó una ola similar de sensaciones que fue correspondida con una operación coordinada de las administraciones públicas

En los Estados Unidos, un país construido a través de la migración de personas en busca de oportunidades, hemos visto respuestas inmediatas desde todos los márgenes ideológicos. Airbnb se ha ofrecido a acoger a 20.000 refugiados afganos. El prominente gobernador republicano de Utah, Spencer Cox se ha expresado también a favor de abrir las puertas a los afganos afirmando que su estado, Utah, “fue habitado por refugiados que huían de la persecución religiosa. Entendemos el dolor causado por la migración forzada y reconocemos la contribución de los refugiados a nuestra comunidad”. No obstante, esa opinión no es la única en el partido Republicano, dividido también en este caso en dos facciones principales, la de los neo-conservadores y la de los anti-intervencionistas

Hay evidentes razones éticas para recibir a aquellos que los necesitan. Los precedentes históricos como el de Vietnam, o mucho más cerca, el navío Stanbrook, lleno hasta los topes de refugiados republicanos, dejando atrás el puerto de Alicante en 1939, deberían forzarnos a actuar.

Más allá de eso, cabe preguntarse cuál es el impacto económico de los refugiados en los lugares que los acogen. En un momento en que la economía y la empresa demandan las llamadas soft skills (resiliencia, empatía, conocimiento de idiomas, flexibilidad ante el cambio); ¿no es evidente que las personas refugiadas las han adquirido aunque sea de manera traumática? ¿Y sí, como afirma el gobernador de Utah, acoger a los refugiados no es solo lo correcto por razones morales sino también una óptima estrategia económica? 

En España no hemos acogido refugiados a gran escala, pero otras experiencias, como la australiana, donde hay numerosa investigación académica al respecto, nos pueden ayudar a entender la cuestión.

Según un preciso informe del Consejo Australiano para los Refugiados:

  1. Las personas refugiadas suelen ser emprendedoras al establecerse en un nuevo contexto. Curiosamente, en el año 2000, cinco de los ocho multimillonarios de Australia eran personas cuyas familias habían llegado al país como refugiados.
  2. Su impacto económico es positivo, ya que aportan mano de obra y estimulan el desarrollo económico y la prestación de servicios.
  3. Las fuentes disponibles señalan que los hijos y las hijas de las personas refugiadas tienen un éxito superior a la media en la educación y el empleo.
  4. El voluntariado informal tiene un papel importante en la creación de capital social, y los voluntarios de las comunidades étnicas benefician a la sociedad en su conjunto más que a su propio grupo.

El caso de Australia nos confirma el valor de dar la bienvenida a las personas refugiadas, no solo por cuestiones morales, también para el beneficio económico de toda la sociedad.