VALÈNCIA (EP). El juicio por la salida a Bolsa de Bankia que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid) continúa este lunes con la presentación de las conclusiones finales por parte de las acusaciones.
Está previsto que la fiscal Carmen Launa concluya su intervención, cuatro sesiones después de que tomara la palabra para exponer su escrito final, en el que amplió su acusación y añadió el delito de falsedad contable por las cuentas de BFA y Bankia del ejercicio 2011.
En la jornada del lunes, Launa aseguró que los testimonios de acusados, testigos y peritos y las nuevas pruebas documentales le habían llevado a matizar sus premisas iniciales, quedando probado que tanto el expresidente de la entidad Rodrigo Rato como el ex consejero delegado Francisco Verdú conocían la existencia de irregularidades contables.
La fiscal aseguró que la cúpula de Bankia había omitido deterioros de más de 5.000 millones de euros en las cuentas consolidadas de 2010 y defendió que la ampliación de su acusación no vulneraba el derecho de defensa de los acusados, como sostuvo el abogado de Rodrigo Rato, ya que algunas de las modificaciones fueron avanzadas como cuestión previa "en un alarde de transparencia" y otras fueron consecuencia de las pruebas desarrolladas en el plenario.
Un día después, su intervención se centró en que José Luis Olivas sabía que el "incorrecto" cómputo de capital en Bancaja, como resultado del 'dividendo-swap' de Picton y Deustche Bank, se trasladaría posteriormente a BFA tras la integración de las siete cajas en el Sistema Institucional de Protección (SIP).
Asimismo, Launa sostuvo que la iniciativa de que Bankia saliera a Bolsa en julio de 2011 fue "única y exclusiva" de los miembros del consejo, principalmente de Rato y el exvicepresidente José Luis Olivas, que incluso anunciaron la operación antes de solicitar la autorización correspondiente al Banco de España.
La semana terminó con la justificación el miércoles de la petición de condenas para el comité de auditoría y cumplimiento, el interventor general de Bankia Sergio Durá y el director de auditoría interna Miguel Ángel Soria.
Según Launa, Durá coordinó, junto con Soria, la obstaculización de la labor de auditoría para retrasar la aportación de información requerida por el auditor externo Francisco Celma y dilatar así el afloramiento de unos deterioros latentes desde la constitución del SIP "que conocían perfectamente" para que no fueran objeto de registro en las cuentas del ejercicio 2011 formuladas en marzo de 2012.
Esto provocó que, tras la reformulación, las pérdidas consolidadas de BFA en 2011 pasasen de ser de 30 millones a 4.952 millones de euros y que el beneficio de 309 millones de Bankia se convirtiese en pérdidas de 2.979 millones de euros.
Además, Anticorrupción imputó el delito de falsedad contable a los comités de auditoría y cumplimiento de Bankia y BFA por su responsabilidad en la elaboración de información financiera regulada y revisión de las cuentas.
Según explicó, el auditor externo les comunicó la necesidad de actualizar las tasaciones inmobiliarias y ajustarlas a las normas del Banco de España, lo que no sucedió. Además, las cuentas formuladas en marzo de 2012 fueron firmadas por los consejeros, pero no se entregaron al auditor externo, lo que impidió la emisión del informe de auditoría por parte de Deloitte.
Por ello, la fiscal considera que los consejeros formularon las cuentas a sabiendas de que no reflejaban la imagen fiel de la entidad, debido a que no reflejaban las peticiones que les había trasladado el auditor.
Antes de que la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, procediese a suspender la sesión hasta este lunes, Launa había comenzado a repasar los hechos que rodearon a la publicación de las cuentas del ejercicio 2011, que fueron remitidas a la CNMV sin el correspondiente informe de auditoría, y los motivos que llevaron a la reformulación de estas cuentas en el mes de mayo, después de la dimisión de Rato como presidente de Bankia.
Así, este lunes la fiscal deberá finalizar con la exposición de su informe final, para después dar paso a la presentación de las conclusiones finales del resto de acusaciones particulares y populares.
Finalmente, llegará el turno de las defensas --con posible turno de palabra para los acusados-- y el juicio quedará visto para sentencia.