VALÈNCIA. Cada vez está más próxima la fecha del 1 de enero de 2022, cuando entra en vigor la Ley 11/2021 de 9 de julio que, entre otros aspectos, recoge los nuevos requisitos de las sicavs. La misma que fija una inversión mínima de 2.500 euros -o 12.500 euros en el caso de una sicav por compartimentos-, con el fin de contabilizarlas dentro del mínimo de cien participantes necesario para tributar al 1% en el Impuesto sobre Sociedades.
Para aquellas sociedades que se disuelvan como consecuencia de esta regulación, se plantea un régimen transitorio de seis meses exento de impuestos, incluida la 'Tasa Tobin', condicionado a la reinversión en otros instrumentos. Asimismo, el número mínimo de accionistas tiene que permanecer como mínimo las tres cuartas partes del periodo impositivo. Todo ello bajo la vigilancia de la Agencia Tributaria y no de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que hasta ahora venía el organismo encargado de ello.
Mientras tanto el cierre de estas sociedades de inversión colectiva sigue estando a la orden del día. Así, al cierre del primer semestre del año bajaron la persiana -bien por liquidación, absorción o transformación en otro tipo de mercantiles- 99 sicavs, un 4,07% en términos porcentuales, según los datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). De este modo, a 30 de junio pasado circulaban por España 2.335, es decir, la cifra más baja desde abril de 2002
Precisamente el presidente de Inverco, Ángel Martínez-Aldama consideraba hace un mes que tales requisitos son "inéditos" en el ámbito comunitario. Lo hacía en la celebración de la Asamblea General de la patronal, donde ha cuestionado que se pongan en marcha "mucho antes" las leyes "con efecto negativo" que las que tienen un efecto positivo.
Martínez-Aldama puso como ejemplo el Impuesto a las Transacciones Financieras, vulgarmente conocido como 'Tasa Tobin', que para él "no es una tasa, sino un impuesto", así como la citada reforma de las sicavs, si bien de esta última añadió que, al menos, se ha establecido un régimen transitorio de salida para evitar la retroactividad fiscal,
Pinchar aquí para ver la tabla completa
El número de accionistas -'mariachis' incluidos- mermó un 7,08% en los seis primeros meses del año o 27.083 menos en números absolutos. Al cierre del pasado ejercicio eran 382.645 frente a los 355.562 del último día de junio.
Todo lo contrario que el patrimonio, sin duda por el 'efecto mercado' -principalmente el buen tono semestral de las bolsas-, que aumentó un 4,62% hasta los 28.873 millones de euros. O lo que es lo mismo: 1.275 millones más respecto al cierre de 2020.
Lo que no cambia es la hegemonía del Banco Santander (SAN) en la gestión de estos vehículos financieros, dado que volvió a copar patrimonio, número de sicavs y de accionistas como se aprecia en la imagen superior. La entidad presidida por Ana Botín monopolizó el 17,12% en lo que a patrimonio se refiere, con 4.942 millones de euros. Por detrás se situaron BBVA (2.921 millones) y Bankinter (2.768 millones).
En cuanto al número de sicavs, SAN despidió el semestre con 413, es decir, el 17,69% del total superando a Bankinter (348) y BBVA (267); mientras que en lo que a accionistas se refiere el llamado 'banco rojo' controlaba el 29,12%, con 103.544. A continuación se dejaban ver Bankinter (41.534) y BBVA (35.565).
