VALÈNCIA (EP). El sistema sanitario público valenciano realiza cada año más de 4.500 informes médicos de presunta violencia de género, según el balance de la Conselleria de Sanidad Universal con motivo de la conmemoración, este domingo 25 de noviembre, del Día contra la Violencia de Género.
"Cada año cuantificamos las mujeres fallecidas por la violencia machista, ojalá pudiéramos cuantificar las vidas que salvamos desde el sistema sanitario", ha reivindicado la titular del departamento, Ana Barceló, informa la Generalitat en un comunicado.
Actualmente, todos los servicios de urgencias de los departamentos de salud tienen activado un protocolo de atención a las mujeres víctimas de violencia machista. "Sabemos que las víctimas de violencia de género cuentan con los profesionales de la salud como primera opción para solicitar ayuda, y que estos profesionales son quienes con mayor frecuencia van a detectar problemas de salud que pueden esconder un maltrato", ha afirmado la consellera.
Los datos de Sanidad reflejan que siete de cada diez mujeres de las que se emite informe médico por presunta violencia de género, presentan lesiones físicas relevantes, localizadas mayoritariamente en los brazos y manos y en el cuello, cráneo, glúteos, piernas y pies, así como en las mejillas o la mandíbula. Respecto a la tipología de lesión, las más frecuentes son: eritemas, equimosis (moratones), hematomas, y erosiones.
Las mujeres son atendidas principalmente en urgencias de Atención Primaria, seguidas de las consultas y las urgencias hospitalarias. A ocho de cada diez se les realiza una prueba diagnóstica complementaria, en general una radiografía o una analítica. Y a seis de cada diez se les aplica tratamiento médico, principalmente farmacológico, seguido de curas locales y ayuda de tipo psicológico.
En cuanto a la descripción del episodio de maltrato, las lesiones físicas que presentan las mujeres se producen por impactos del cuerpo del agresor o bien con objetos contundentes. El maltrato de tipo psicológico se da en forma de insultos, menosprecios, hacerla sentirse inferior o culpable y amenazas de muerte.
A cada mujer que acude al sistema sanitario por cualquier motivo de salud se le realizan una serie de preguntas que permiten detectar precozmente la violencia de género en cualquiera forma. La Comunitat ha incrementado progresivamente el número de cribados hasta alcanzar el 4% de la población femenina mayor de 14 años. En concreto, los últimos datos hablan de un total de 93.970 cribados en 2017, de los que el 2,3% son casos positivos (2.184).
El cambio de estrategia introducido en 2016, que llevó a Sanidad a implantar el cribado sistemático -siempre que la mujer acude al sistema y no sólo por sospecha de violencia de género- ha permitido pasar de 28.227 en el primer semestre de 2015 a 66.688 para el mismo periodo en 2018, lo que representa un incremento del 42% de mujeres.
De los 2.184 positivos, en el 44,2% se detecta maltrato físico, en el 91,3% psicológico y en un 7,3% maltrato sexual, ya que no son excluyentes; de hecho, suelen darse a la vez. En la práctica totalidad de los casos positivos detectados en el cribado se realiza una valoración del riesgo, mediante actuaciones específicas de atención sanitaria o derivación a recursos especializados para mujeres víctimas de violencia de género.
Paralelamente, la conselleria de Sanidad intensifica la detección precoz de la violencia de género en embarazadas. En el caso de estas mujeres, la cobertura del cribado fue de un total de 6.430, de los que 129 dieron positivo en violencia de género: 118 por violencia psicológica y 51 por maltrato físico.
En relación al perfil sociodemográfico, el 43% de las mujeres entre 14 y 25 años afirman haber sufrido algún episodio de violencia de género a lo largo de su vida. El 73% de las mujeres han sufrido un maltrato de más de un año de duración y la prevalencia de violencia de género en mujeres no españolas es dos veces superior a la que se aprecia en mujeres españolas.
Ante estas cifras, la titular de Sanidad ha incidido en que la Conselleria reconoce la violencia de género como un problema estructural con graves repercusiones sobre la salud de las mujeres y sus hijos, y ha recordado otros ejes de actuación puestos en marcha desde su departamento para intervenir con mujeres en situaciones de especial vulnerabilidad.
En concreto, se ha referido a la guía de intervención ante la violencia de género en mujeres con adicciones y al protocolo firmado junto con la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas para atender y derivar, de manera preferente, a las mujeres en situación de violencia de género entre servicios y centros de ambas consellerias.
Otras acciones que ha resaltado Barceló son la detección precoz de la violencia de género en embarazadas, el protocolo de actuación sanitaria ante la mutilación genital femenina y el trabajo en el protocolo de atención sanitaria ante las agresiones sexuales.