VALÈNCIA. El pasado 20 de diciembre finalizó el plazo para que los aspirantes a dirigir À Punt presentaran sus candidaturas. Una fecha en la que la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) recibió nueve propuestas de aspirantes entre las que no se encontraba la de su actual directora general, Empar Marco. Todos ellos, como adelantó Castellón Plaza, eran hombres: Pere Valenciano, Pepe Crespo, Artur Balaguer, Paco Picó, Pau Vergara, Alfred Costa, Juli Esteve, Paco García Donet y Germà Arroyo.
Sin embargo, la cifra en aquella fecha no era definitiva, ya que todavía podían llegar a lo largo de los días posteriores otras candidaturas por correo certificado (siempre y cuando estuvieran sellados antes de ese mismo viernes para que fueran válidas). Desde entonces han pasado 19 días sin que el Consejo Rector, ni la Comisión de Valoración hayan recibido el proyecto de Marco. Esta última, de hecho, se reunió el jueves pasado; reunión en la que cotejaron que las nueve candidaturas que se habían presentado eran válidas.
Con estos mimbres, fuentes parlamentarias de PSPV y Compromís aseguran que la decisión de la directora general ha sido finalmente la de no presentarse. Una determinación que, subrayan, les trasladó la propia Marco hace días, si bien ella en público no ha roto el silencio que ha mantenido desde el inicio de la convocatoria y tampoco ha respondido a las preguntas de este diario.
Socialistas y valencianistas explican a este diario que la estrategia por la que ha optado la directora general pasa por no postularse y mantenerse a la espera de que ninguno de los nueve aspirantes oficiales consiga finalmente superar el proceso selectivo. Una coyuntura ante la que, según fuentes del Consejo Rector, Marco se mantendría al frente de la Societat Anónima de Mitjans de Comunicació (SAMC), si bien la ley actual presenta dudas sobre esta supuesta continuidad.
La norma aprobada en julio de 2016 por Les Corts dice cosas contradictorias al respecto. El artículo 22.5 especifica que en caso de que no se nombre director general o el puesto quedara vacante "el presidente del Consejo asumirá, de manera provisional, sus funciones hasta que se realice el nombramiento de un nuevo director general cumpliendo con las mayorías y procedimientos establecidos" en la norma. Esto es, las responsabilidades recaerían sobre Enrique Soriano de manera transitoria.
Sin embargo, el artículo 24 de la misma ley establece que cuando cesa la dirección general por expirar el mandato, ésta "continúa en funciones hasta el nombramiento de la persona que ocupe la -nueva- Dirección General". En este caso, Marco se mantendría en su cargo temporalmente.
Con todo, desde la Corporació entienden que se aplicaría este último artículo y el anterior hubiera sido la cláusula a seguir en el primer proceso para designar la dirección general, cuando Marco todavía no había accedido al cargo.
La estrategia de la directora, no obstante, tiene sus riesgos. Los socialistas, de hecho, consideran que existen "entre tres y cuatro candidatos" que tienen un buen perfil para el puesto al que se postulan, por lo que en las filas del PSPV consideran que sería complicado que ninguno lograra superar el corte y pasar a la terna final.
A lo largo de estos días la comisión de valoración evaluará los proyectos de los nueve candidatos y seleccionará entre ellos a tres finalistas. Estos deberán presentar un proyecto más extenso -de hasta 50 páginas- al Consejo Rector, que será el órgano encargado de analizarlos para seleccionar al ganador.
Por otra parte, conviene apuntar que el PSPV continúa buscando un candidato óptimo para relevar a Enrique Soriano al frente de la presidencia de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) después de que este trasladara al president de la Generalitat, Ximo Puig, su intención de dejar el cargo. Por el momento tan solo ha sonado el nombre de Miguel Mazón, si bien este habría rechazado la oferta.
Su candidatura, en cualquier caso, no había sido vista con buenos ojos por Compromís dada la relación de éste con el PSPV, por lo que los valencianistas preferían esperar a la constitución del Consejo del Audiovisual, órgano que todavía está por conformar pero a quien corresponde la búsqueda de aspirantes según fija la ley de À Punt.
Ante la complejidad que existe para hallar un sucesor con cierta celeridad -Soriano advirtió que se mantendría en el puesto si le buscaban un sustituto pronto-, los socialistas barajan plantear un nombre que al PP pudiera agradarle para que fuera de consenso y así facilitar la elección.
El momento más visto fue la bajada de la Senyera con un 20,4% de cuota de pantalla, donde À Punt lideró la audiencia por delante del resto de cadenas.