VALÈNCIA. El próximo miércoles la Ejecutiva provincial del PSPV de Valencia propondrá oficialmente que el alcalde de Faura, Toni Gaspar, continúe al frente de la Diputación, lo que además abrirá un periodo de respiro orgánico en la formación socialista. La posibilidad de que el sector próximo al ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, impulsara una alternativa a la opción que públicamente había apadrinado el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, había tensado la cuerda en el partido. Para algunos, todo era un farol de la secretaria provincial, Mercedes Caballero, próxima a Ábalos, con la intención de mostrar su capacidad de decisión en este asunto. Para otros, la opción de que Rafa García -también sonó Pilar Sarrión- tomara la vara de mando no se descartó hasta hace unos pocos días.
En cualquier caso, lo ocurrido respecto al reparto de diputados en la corporación provincial ha puesto de manifiesto que en los próximos meses la vida orgánica va a recuperar protagonismo a marchas forzadas. ¿El motivo? Los distintos congresos que ya se otean en el horizonte si es que Pedro Sánchez consigue resolver el 'sudoku' para asentarse en La Moncloa.
En la Comunitat Valenciana, la próxima cita de estas características cobra especial importancia dado que el líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, anunció en el último congreso celebrado en 2017 que no volvería presentarse a la Secretaría General. Es más, en más de una ocasión el dirigente socialista había manifestado su intención de solo estar dos legislaturas como jefe del Consell. Una posición que ahora ha comenzado a variar y que, para algunos, también podría significar una rectificación de Puig sobre aquellas palabras pronunciadas dos años atrás. O lo que es lo mismo: nadie se atreve asegurar que el líder socialista no se anime a seguir tanto al frente del partido como del Palau.
Un enigma que, a tenor de lo visto, no frenará la batalla en el PSPV. Las distintas familias han intensificado la toma de posiciones si bien se aprecia cierta dispersión del 'ximismo' frente a la consistencia del 'abalismo', que ha realizado alianzas interesantes -también curiosas- para el control de la Diputación. El problema de la corriente que en Valencia encabeza Mercedes Caballero es no disponer de un cabeza de cartel claro sobre el que colocar los galones de candidato a la Generalitat en sustitución de Puig.
"Todo llegará", dicen algunos, mientras otros dentro del sector 'ximista' reflexionan -o temen- sobre la posibilidad de que el propio Ábalos en primera persona decidiera en un momento dado venir a ser candidato a la Generalitat si previamente ha conseguido controlar el partido en el siguiente congreso.
Una opción que muchos ven irreal por el actual rango del dirigente valenciano tanto en Ferraz como en el Ejecutivo. Secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento, dos de los cargos más importantes que cualquier político puede atesorar salvo la Presidencia del Gobierno. Ahora bien, ¿seguirá manteniendo Ábalos esta cuota tan alta de poder a medio plazo? ¿podría en algún momento ser enviado por Sánchez para ser el sucesor de Puig como candidato a la Generalitat?.
Cierto es que, objetivamente, el ministro de Fomento es posiblemente el político valenciano más conocido e influyente en el ámbito estatal y si Puig ya no posee el control del partido tras la celebración del siguiente congreso del PSPV, la imposición de Ábalos como candidato sería más factible que si la formación socialista todavía está capitaneada por el 'ximismo' y Puig tiene además la intención de presentarse. Conviene recordar que, según los estatutos socialistas, si un presidente autonómico desea volver a presentarse no debe enfrentarse a unas primarias salvo que la mayoría del comité lo solicite, algo que no ocurre si el líder tiene el control del partido. De no ser así, el candidato sí podría ser relevado.
Echando la vista atrás, el alcalde de Burjassot, Rafa García, dentro de la corriente 'abalista', ya peleó con Puig por el liderazgo precisamente en 2017 logrando un nada desdeñable 42% de los votos. Si este pulso ya se planteó con el líder socialista como presidente de la Generalitat y con intención de seguir al frente del Palau, es lógico que ahora que existen más dudas se abra una carrera por la sucesión. Y por todo ello el próximo congreso del PSPV tendrá una importancia máxima de cara al futuro y la hoja de ruta en la formación socialista.