CASTELLÓ. Los estudiantes del Grado en Medicina de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Castelló Iván Echeverria y Carlos Galera-Román, y el estudiante de la Escuela Internacional de Doctorado del CEU (Ceindo), Alejandro Fuertes-Saiz, han presentado dos investigaciones en el III Congreso Mundial de Patología Dual, celebrado del 19 al 22 de junio en Madrid, según ha informado el centro universitario mediante un comunicado.
Ambos estudios se han realizado bajo la dirección del profesor de Salud Mental del Grado en Medicina del CEU en Castelló, Gonzalo Haro Cortés, investigador principal del Grupo TXP y director del programa de Patología Dual Grave del Consorcio Hospitalario Provincial de Castelló.
El doctorando, y residente de psiquiatría del Provincial, Alejandro Fuertes-Saiz ha presentado en este Congreso Mundial, una ponencia sobre los estereotipos hacia las personas que sufren adicción y esquizofrenia, que tienden a asociarlas con conductas delictivas y de uso de la violencia. El estudio ha tratado de confirmar si este estereotipo es cierto, analizando un total de 74 casos de personas consumidoras de cocaína, por ser la sustancia adictiva de mayor consumo en Europa. De ellas, el 38% padecía esquizofrenia y el 27,8% trastorno antisocial de la personalidad como patologías duales asociadas.
Según destaca el profesor del CEU, Gonzalo Haro, “este último grupo, el de los consumidores de cocaína con trastorno antisocial de la personalidad, ha resultado ser el que contaba con un mayor número de personas que habían estado en prisión por conductas delictivas. Por tanto, nuestros estereotipos hacia los consumidores de cocaína con esquizofrenia no se confirman, lo que demuestra que discriminamos y estigmatizamos a estas personas como delincuentes de forma injustificada”.
Por su parte, los estudiantes de Medicina Iván Echeverria y Carlos Galera-Román, también bajo la dirección del profesor Haro, han realizado un estudio sobre la relación entre el consumo de cocaína y la depresión, analizando la influencia de factores socioeconómicos, como tener pareja o un trabajo estables.
Ambos universitarios han estudiado estas circunstancias en 94 personas consumidoras de cocaína, que siguen tratamiento en el Hospital Provincial y de ellas, el 84% sufre también trastorno depresivo. Gonzalo Haro señala que “en el caso de los consumidores de cocaína con depresión, la falta de pareja estable y el trabajo de baja cualificación eran más frecuentes que en los consumidores sin depresión, por lo que los factores socioeconómicos tienen influencia en el origen del trastorno depresivo de estos pacientes y no solo el consumo de cocaína, al que se asocia por defecto”.