COLONIA (EP). El fabricante estadounidense automóviles Ford, como parte de la reestructuración de su negocio en Rusia y de la 'joint venture' Ford Sollers, ha anunciado que, desde finales del próximo mes de junio, dejará de fabricar turismos en Rusia, lo que conllevará el cierre de dos plantas de vehículos y de una de motores.
Esta medida está en línea con la decisión de la compañía de dejar de vender turismos en el país, para concentrarse en el negocio de vehículos comerciales. Esto motivará el cierre de las plantas de producción de automóviles de Naberezhnye Chelny y San Petersburgo, mientras que también se clausurará el centro de motores de Elabuga.
La corporación automovilística explicó que la finalización de la actividad en estas instalaciones productivas conllevará la pérdida de empleo que, según la compañía, se realizará a través de bajas voluntarias en la medida de lo posible.
El principio de acuerdo alcanzado entre Ford y Sollers está orientado a mejorar la rentabilidad a largo plazo de la 'joint venture' que mantienen ambas firmas y también a aumentar la eficiencia de las inversiones "en un entorno de negocio complicado".
El presidente de Ford Europa, Steven Armstrong, afirmó que esta decisión representa "un paso importante" para lograr el objetivo de Ford de mejorar su rentabilidad y de lograr un negocio más competitivo.
"La nueva estructura de Sollers apoya la estrategia de rediseño global de Ford para expandir nuestro liderazgo en vehículos comerciales y para hacer crecer el negocio en Europa en estos segmentos de mercado que ofrecer mejores retornos sobre el capital invertido", aseguró el directivo.
Desde la firma del rombo afirmaron que el mercado ruso de automóviles ha experimentado una recuperación económica más lenta de lo previsto, lo que ha motivado una caída de los precios en el segmento de turismos.
Según Ford, esta situación motivó una infrautilización de la capacidad de las plantas de Ford Sollers y unos "inadecuados" retornos sobre la inversión, mientras que las ventas del vehículo comercial Transit siguen creciendo.
La nueva estructura de la empresa conjunta entre Ford y Sollers conllevará una participación del 51% por parte de la empresa rusa, mientras que la corporación estadounidense mantendrá el 49% restante del capital.
El consejero delegado de Sollers, Vadim Shvetsov, afirmó que su empresa está iniciando un nuevo capítulo en la colaboración a largo plazo que mantiene con Ford en Rusia, mientras que el consejero delegado de Ford Sollers, Adil Shirinov, aseguró que las acciones anunciadas son "difíciles", aunque confirmó que son "críticas" para asegurar la viabilidad a largo plazo del negocio.
Ford, que señaló que la 'joint venture' continuará dando garantía a los propietarios de turismos de la marca en Rusia, explicó que esta reestructuración de su negocio en el país conllevará un impacto antes de impuestos de entre 450 y 500 millones de dólares (entre 401 y 446 millones de euros).
Este importe recoge cargas de hasta 300 millones de dólares (267 millones de euros) vinculadas con la depreciación, amortización y con ajustes de desconsolidación, mientras que los 200 millones de dólares (178 millones de euros) restantes irán a parar a las salidas de los trabajadores y a la finalización de los contratos con los proveedores.
La multinacional automovilística indicó que estos extraordinarios se reflejarán en los resultados de 2019 y son parte de los cargos operativos de 11.000 millones de dólares (9.821 millones de euros) anunciados previamente.