VALÈNCIA. El talento valenciano sigue cosechando éxitos. En esta ocasión ha sido la valenciana Gema Climent, fundadora y directora general de Nesplora, empresa dedicada a la investigación, desarrollo y comercialización de test de evaluación de procesos cognitivos de nueva generación.
La investigadora y empresaria, quien ha desarrollado pruebas que permiten mejorar a los profesionales de la psicología, la psiquiatría y la neurología sus evaluaciones, fue incluida por la revista Forbes en "Women in tech List 2018", la lista de las TOP 50 mujeres que están cambiando el mundo en 2018. En ella, reconocían sus más de 10 años de trayectoria como investigadora y empresaria en un sector como es la psicología y la neurociencia.
Desde Nestplora desarrollan test de evaluación, en el que evalúan parámetros como la atención, y para los que utilizan la realidad virtual. "El objetivo diario de nuestro trabajo es incrementar la fiabilidad y precisión del análisis de los procesos cognitivos, de tal manera que facilitemos a nuestros clientes las mejores herramientas para realizar el diagnóstico y el posterior seguimiento de las personas que tratan", explica Climent.
Con presencia en más de 25 países, la compañía ofrece información objetiva y concisa de procesos cognitivos y de comportamiento multivariable en entornos simulados, gracias a los diferentes test de evaluación con la realidad virtual, algunos de enfoque para edades escolares y otros para adultos. Todos ellos con licencia de producto sanitario y el sello de excelencia europea y sin ningún tipo de sesgo cultural, lo que permite una fácil internacionalización.
"Podemos poner al paciente en situaciones en las que sienta todas las sensaciones a la vez. Si me mides la memoria pero no me mides la atención, igual no das con el problema, porque tal vez mi dificultad está en la planificación", explica. Nacieron en 2008 con una idea muy amplia, porque la realidad virtual todavía estaba incipiente. "Fuimos demasiado pioneros. Escaseaban los proveedores y el precio de la tecnología era alta", explica.
"Al final logramos sortear esa relación entre la tecnología, el mercado y la disciplina, pero en 2015 tuvimos un batacazo, y es que en ocho meses no pudimos vender productos porque nadie producía el hardware, hasta que salieron las gafas Oculus", reconoce.
"Todo psicólogo sueña con entender el cerebro de su paciente. Muchas veces no sabemos en qué punto está y hasta ahora se metían muchas patologías con problemas cognitivos muy diferentes en el mismo saco. Cuando te planteas eso y aparece la realidad virtual, esto es lo que nos puede hacer evaluar de la forma más parecida al entorno real", destaca.