El ITE busca con el proyecto BIO3 convertir los restos de poda en materiales para depurar el agua
VALÈNCIA. Alrededor del 90 por ciento de la biomasa con la que se genera energía en el mundo es de procedencia forestal, restos de poda que, en su gran mayoría, su aprovechamiento tradicional es en forma de leña. Pero la gestión de residuos en cuanto a limpieza de montes, parques o jardines podría convertirse en materia prima para obtener materiales de carbono que pudieran ser empleados en sistemas de depuración de agua. Un método viable y sostenible para el tratamiento de aguas. Y en ello está trabajando el ITE (Instituto Tecnológico de la Energía), centro de referencia en la C. Valenciana, con el apoyo del IVACE, Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial de la Generalitat Valenciana.
El proyecto BIO3 estudia la obtención de carbones activos sostenibles para su aplicación en purificación de aguas a partir de residuos como restos de poda. Y esta gestión se traduce en una serie de servicios ambientales de los que se beneficia el conjunto de la sociedad, en un giro hacia nuevas formas de economía circular con nuestro entorno, natural y humano en el uso de una energía más segura y sostenible. Este proyecto supone una oportunidad para la gestión sostenible de los recursos: por un lado, en la obtención de bioproductos de alto valor añadido a partir de residuos y por otro, en la eliminación de contaminantes emergentes de una forma eficiente y sostenible.
Mediante BIO3 se conseguirá impulsar el aprovechamiento de estos residuos agrícolas y forestales como restos de poda, residuos que actualmente están infravalorados y que son pueden ser aprovechados, ya que su disponibilidad es suficiente en España, a través de su transformación en bioproductos. Además, se resolverá la problemática de ciertos contaminantes emergentes que preocupan a las empresas de tratamiento de aguas de la Comunidad Valenciana por su presencia y posibles consecuencias en el medio ambiente. Una característica de estos contaminantes es que no necesitan persistir en el ambiente para causar efectos negativos ya que su nivel de transformación se ve compensado e incluso incrementado por su introducción continuada en el ambiente por el ser humano. De todos ellos, los fármacos son probablemente los contaminantes con más importancia debido a su elevado uso y consumo. De hecho, España es el octavo país mundial en el consumo de fármacos (pese a ser sólo el 29º por población y el tercero de Europa).
La novedad principal de este proyecto se centra en el desarrollo de un nuevo sistema de purificación sostenible a escala laboratorio que dé una solución real a la problemática de contaminantes emergentes en aguas basado en carbones activados obtenidos a partir de restos de podas, el cual puede trasladarse a mercado dando una solución real y probada experimentalmente a la problemática de contaminantes de interés de empresas de la CV, como son el diclofenaco o carbamazepina.
Es indudable el valor económico, social y medioambiental de la biomasa. Es fundamental para la preservación del medioambiente, fundamentalmente por la reducción de emisiones de CO2 por la sustitución del uso de combustibles fósiles y por la valorización de determinados residuos biomásicos que contribuyen a convertir residuos potencialmente problemáticos en recursos. Además suponen un impacto positivo en la gestión de los ecosistemas (ligados, por ejemplo, a la reducción de los incendios forestales que se deriva de una gestión sostenible de los montes). La biomasa garantiza un modelo socioeconómico basado en el desarrollo sostenible y contribuyendo activamente a mitigar la gran amenaza de la sociedad actual: el cambio climático. Además, la biomasa contribuye en materia de política social, una oportunidad para la impulsión de la creación y mantenimiento de empleos asociados a modelos productivos innovadores, capaces de generar alto valor añadido, utilizando el capital humano y los recursos presentes en el territorio. De esta forma, el aprovechamiento de las biomasas puede considerarse una efectiva herramienta para contribuir a la fijación de la población en áreas rurales y la dinamización de la economía de las comarcas fomentando el desarrollo rural y la vertebración territorial.
El proyecto BIO3, en fase de finalización, está en vías de ser cofinanciado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) dentro del programa operativo 2014-2020.