Guardia Civil y Policía Nacional desmantelan una red de explotación laboral en campos de Castellón

CASTELLÓ. (EP). La Policía Nacional y la Guardia Civil han desmantelado una red de explotación laboral a ciudadanos extranjeros en los campos de la provincia de Castellón en una operación que se ha saldado con tres detenidos y seis personas indentificadas. Los trabajadores, sin contrato y dos de ellos en situación irregular en España según la Ley de Extranjería, vivían en un piso del cabecilla de la organización en la localidad de Almassora, el cual ha sido detenido como presunto autor de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y contra los derechos de los trabajadores, mientras que dos de los trabajadores fueron detenidos por infracción a la Ley de Extranjería, según ha informado la Policía Nacional en un comunicado.

A mediados de agosto, la Guardia Civil y la Policía Nacional, tuvieron conocimiento de que podría estarse cometiendo un delito contra los derechos de los trabajadores en parcelas de Castellón. En los campos, al parecer, tenían personas trabajando durante 12 horas diarias, seis días a la semana, por un sueldo aproximado de lo que equivaldría a una media jornada y, además, sin contrato laboral. Desde entonces, ambas fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado han estado trabajando para conseguir todos los datos que confirmasen y concretasen las informaciones recibidas y lograron dar con una residencia, una vivienda proporcionada por el propio empleador, en la localidad de Almassora, donde vivían los trabajadores.

Este miércoles, ambos cuerpos policiales, en colaboración con la Unidad de la Policía Nacional Adscrita a la Comunitat Valenciana y la Inspección de Trabajo, desplegaron el dispositivo para detectar los puntos y el personal con que contaba la organización y sorprendieron en uno de los campos a seis trabajadores que emprendieron la huida al percatarse de la llegada de los agentes, aunque se logró interceptar a cuatro de ellos.

Cabecilla

Uno de los identificados resultó ser el cabecilla, un ciudadano paquistaní que realizaba las 'contrataciones' del personal, alquilaba las fincas y les agrupaba en una vivienda, y también se encargaba de trasladar a los trabajadores a los campos.

Los investigadores se desplazaron a la vivienda de la localidad de Almassora, donde fueron identificados otros dos trabajadores. De los seis, ninguno tenía contrato de trabajo ni alta en la Seguridad Social.

Además de la detención del principal investigado, como presunto autor de sendos delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y contra los derechos de los trabajadores, otros dos de los identificados, también de nacionalidad paquistaní, fueron detenidos y puestos en libertad, por infracción a la Ley de Extranjería. El 'jefe', contaba con antecedentes policiales por hechos similares.