CASTELLÓ. (EFE) Investigadores del Instituto de Acuicultura de Torre de la Sal (IATS) han descubierto que unos pequeños crustáceos que forman gran parte del plancton marino, el alimento básico de los peces en el mar, son capaces de producir ácidos grasos omega 3 de cadena larga, un compuesto esencial para la nutrición animal y humana. El hallazgo identifica una nueva vía de entrada de ácidos grasos omega 3 en la cadena trófica, que justificaría el uso biotecnológico de estos crustáceos, y abre la posibilidad a considerar el cultivo masivo de estos crustáceos como ‘biofactorías’ de estos compuestos para nutrición animal y humana, informa este jueves el CSIC.
Hasta hace poco se pensaba que la única vía de entrada de los ácidos grasos de cadena larga omega 3 a la cadena trófica era el fitoplancton, considerado como la parte vegetal del plancton, la base de la dieta de los estadios tempranos peces. Los investigadores del IATS -centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ubicado en Castellón- Juan Carlos Navarro y Óscar Monroig lideraron en 2018 un estudio internacional que demostró la existencia en invertebrados de un tipo particular de enzimas que se creía existía únicamente en microorganismos, pero no en animales.
Ahora ambos investigadores han publicado un artículo, junto con científicos de la Universidad de Tokio y de la Universidad de Tokio de Ciencia y Tecnología Marinas, en Open Biology, donde reportan la presencia de estas enzimas en unos pequeños crustáceos llamados copépodos harpacticoides, abundantes en el plancton. “Los copépodos son un componente importantísimo en la dieta de los primeros estadios vitales de los peces, y el hecho de que puedan producir ácidos grasos omega 3 de cadena larga es muy importante para asegurar el suministro de estos compuestos esenciales para animales que, como los peces, se alimentan de estos pequeños crustáceos”, explica Óscar Monroig.
Para los vertebrados como los peces y los mamíferos marinos, así como para los humanos, los ácidos grasos omega 3 y 6 de cadena larga son compuestos esenciales, puesto que no tienen la capacidad de sintetizarlos y necesitan una dieta que los incluya. “Los omega 3 son propios del entorno marino, y son esenciales para la acuicultura marina de peces”, justifica Juan Carlos Navarro, que además añade que "la alimentación en acuicultura marina depende del adecuado aporte de estos compuestos, tanto en las fases tempranas de los cultivos como en el engorde industrial donde, por razones de sostenibilidad, son sustituidos por aceites y harinas de origen vegetal deficitarias en omega 3 de cadena larga”.