entrevista al gerente y al director científico del IIS LA FE

Javier S. Burgos: "En el IIS La Fe tenemos una situación más crítica que en otros institutos"

22/04/2019 - 

VALÈNCIA. Los trabajadores del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe) se han concentrado durante varios miércoles en la puerta del centro para recriminar su precaria situación y no es para menos. Y es que tan solo siete trabajadores de los 350 empleados tienen un contrato indefinido, lo que supone una temporalidad del 99%. 

Aunque los investigadores de otros institutos han salido a la calle por la misma situación, lo cierto es que el escenario de este instituto de investigación, asociado a uno de los hospitales de referencia a nivel español, es la más "crítica". Así lo apunta el gerente del centro Javier S. Burgos, quien llego aterrizó el pasado agosto tras el cese de José María Millán y la división de su cargo en una dirección económica y otra científica. 

S. Burgos, de Puerto de Sagunto, es doctor en Biología Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid y ha sido director gerente de Fundación para la Investigación Biosanitaria de Andalucía Orienta y el Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada. En esta nueva etapa le acompaña Máximo Vento, pediatra e investigador principal del Grupo de Perinatología del instituto, quien ocupa la dirección científica.

Pero, ¿no es posible tomar medidas para acabar con la alta temporalidad?

-  ¿Qué les parece que trabajadores de La Fe se concentren en las puertas del instituto cada miércoles para reivindicarse por su inestable situación laboral? 

- Javier S. Burgos: Me parece muy adecuado, porque no solamente en La Fe se da, aunque particularmente en esta fundación tenemos una situación más crítica que en otros sitios por las pocas plazas estructurales que tenemos. La ciencia en este país no ha estado nunca bien tratada, no es algo de ahora y los derechos se consiguen primero visibilizándolos. Apoyamos las movilizaciones porque evidentemente es un tema a resolver. Los investigadores no tenemos que ser ni mejores ni peores que otros trabajadores, pero debemos tener una condiciones mínimas. 

- Máximo Vento: Nosotros venimos de una época en la que hubo una eclosión de la ciencia, en los años 80. La ciencia española llegó a estar entre los 10 países con mayor producción internacional. En La Fe cogimos un momento de gran expansión, pero nos hemos expandido mucho sin la infraestructura adecuada. Este instituto pasó de tener entre 20 y 30 personas a tener 360 en un periodo de tiempo muy breve, pero se ha hecho sin unos cimientos adecuados a nivel de estructura de gestión y de laboratorios.  

La ciencia tiene un añadido, y es que busca la excelencia. No se pueden hacer contratos de personal investigador como se puede hacer contratos a otros niveles. Se necesita gente de determinado perfil porque si no la producción se hace cada vez más mediocre y el instituto muere por ese motivo. Pero sí que hay aspectos técnicos y laborales que se pueden y deben consolidar y ese es uno de los objetivo más importantes que tenemos. Luego llegó la crisis económica y a diferencia de lo que hicieron Alemania y Francia, que doblaron la inversión, a partir de 2010 nuestro país la redujo y de ahí las consecuencias.

- ¿Y por qué se ha crecido tanto sin tener una estructura estable mínima?

- S. Burgos: Estamos en la herencia de lo que es el centro de investigación más antiguo de España en hospital. A parte, fuimos la primera hornada de institutos acreditados por el Carlos III. Todo eso es un marco al que la gente le apetece venir. Somos el sexto hospital de España, el hospital de referencia en la Comunitat Valenciana. Son suficientes referentes para que sea un atractivo global venir a la institución. 

- Vento: Esto ha ocurrido porque La Fe se ha prestigiado mucho. Tenemos plataformas que abastecen de análisis altamente especializados a 40 y 50 instituciones nacionales e internacionales. Nos proyectamos mucho más de lo que la gente cree no solo en producción científica sino en proporcionar analíticas muy sofisticadas para pacientes de cáncer o de enfermedades raras. Empezamos a crecer porque la gente se siente atraída por venir aquí, conseguimos un retorno económico que permite contratar gente, pero son contratos temporales porque la ley no nos permite hacer fija a la gente. Hay investigadores de elite que han venido y se han podido quedar durante muchos años a base de contratos que se iban renovando. 

Eso ha creado una infraestructura de personal técnico e investigador con la que ha ocurrido lo mismo que con los médicos del hospital, que han estado entre 10 y 12 años como interinos. Sin embargo, para ellos ha habido OPEs pero no para los investigadores. La gente está aguantando a base de contratos de distinto tipo que va renovando pero sin saber si cuando acabe va a continuar o no. Eso es lo que ha generado el malestar y que generaría malestar en cualquier profesión porque se sienten minusvalorados.   Muchos de ellos llevan ya muchos años y no saben si el próximo van a poder pagar la hipoteca.

- Es alarmante cómo se contrapone la excelencia con la temporalidad y precariedad de los trabajadores.

- Vento: Es lo mismo en el hospital. Si haces una encuesta en los servicios ahora está mejorando por las OPE pero cuando yo llegué, de los 18, 3 ó 4 éramos estatutarios, el resto eran interinos.

- Pero los interinos pueden moverse entre plazas del sistema público gracias a la bolsa.

- Vento: Pero si tú haces neomatología de primer nivel en la UCI de neonatal y tratas niños de 24 semanas, ¿a dónde te vas si llevas diez años haciendo eso? ¿Te vas a ir a un centro de salud a hacer atención primaria? ¿Comprendes el drama?

- S. Burgos: Esto refleja la cultura que tenemos sobre la ciencia en este país. Resulta que, esto puede ser muy alarmante en un médico, pero parece que no pasa nada con un científico. Y al final el científico, además en un instituto como el nuestro de investigación sanitaria, está trabajando para que el día de mañana el paciente venga aquí y tenga mejores recursos. Que la intervención sea menos agresiva, que el equipo que utilizas sea mejor. No podemos prescindir de la ciencia biosanitaria porque en un tiempo razonable serán las herramientas que tendrás en tu hospital.

Yo hice mi tesina aquí, en el año 97, luego me fui y acabo de volver, 20 años después. En aquellos momentos, la genómica era un ciencia incipiente que era pura investigación y ahora hay una plataforma de genómica que está haciendo miles de diagnósticos dentro del hospital para centros nacionales y esto ha ocurrido en 20 años. Hay que tener la paciencia de que esta investigación cuaje. Esta cultura hay que comprenderla y, si no lo haces, la maltratas.

- Los trabajadores denuncian una temporalidad cercana al 99%. ¿De verdad no se puede hacer nada?

-S. Burgos: Aquí y en todos los organismos públicos se han hecho contratos de obra y servicios. Afortunadamente en la ciencia apareció una excepcionalidad, que es la ley de la ciencia y que te permite que los periodos de esos tiempos sean más largos en obra y servicio que el del Estatuto de los Trabajadores indica acogiéndose a determinadas característica. Tenemos esa excepcionalidad que ha salvado al sector. Pero no es suficiente, porque no se ha dotado estructuralmente, y aquí todavía menos, de plazas de indefinidos. De hecho, en la ley de presupuestos de 2017 refleja que desde la dirección de los centros solo se puede hacer indefinida a la gente por resolución judicial.
 

Por tanto, no nos dejan más alternativa que ajustarnos a los contratos de la ley de la ciencia y luchar porque tengamos una relación de puestos de trabajos mejor dotadas. Solo tenemos 7 plazas de RPT de personal indefinido. Desde que llegamos hemos trabajado intensamente con la Conselleria de Hacienda y Sanidad para visibilizar el problema y que nos tenga en cuenta para incrementar la masa salarial que necesitamos. Y de lo que se quejan nuestro investigadores, es que si nos comparas con otros institutos de la ciudad de València, salimos perjudicados. 

- Después de cuatro años de legislatura, ¿no podría haber hecho algo más la Conselleria de Sanidad?

- S. Burgos: Sí que vemos esa sensibilidad. 

- ¿Pero han hecho falta cuatro años?

- S. Burgos: Nosotros entramos aquí en agosto y lo primero que hay que hacer para poner solución a un problema es que se conozca. Hemos empezado a entablar negociaciones con la Conselleria de Hacienda para que nos aumente la masa salarial e incrementar el número de RPT y entendemos que eso no puede ser un parche que ocurra puntualmente, sino que debe ser un plan que los próximos años se vaya dotando progresivamente de puestos de RPT de la fundación. Tenemos la negociación avanzada y confiamos en breve tener un respuesta.

- ¿Y se ha pedido un número concreto de plazas?

- S. Burgos: Todos los años se solicita a la fundación que pidamos una masa salarial correspondiente para tenerla en cuenta para la RPT. Otros años se ha solicitado y no se ha concedido pero este año hemos hecho un ejercicio de análisis y de comparativa con otras funciones. Hemos pactado con el comité de empresas el número que entendemos desde las dos partes y hemos solicitado ese incremento. Estamos pendientes de que oficialmente nos respondan. Parece ser, oficiosamente, que sí se va a aumentar. Esto significaría que será la primera vez en esta fundación que se aumente la RPT en su historia, y es de 2002. El intento de explicar a la Conselleria de Hacienda qué es un investigador, qué es un proyecto científico, qué es un ensayo clínico parece que va a llegar a buen puerto. ¿Será plenamente satisfactorio? Seguramente no. Pero de las que pidas te darán un porcentaje y eso significa cambiar la inercia. Cambiar el rumbo creo que es una noticia muy positiva. 

- ¿Y el número?

- S.Burgos: Se han pedido 92 y estamos pendientes de que nos respondan. Esto nos permitiría funcionar de una forma óptima. Son tanto de gestión como de investigación, porque sin administración los investigadores están atascados en cuellos de botella. 

- Vento: Lo importante es que la visión de las cosas por parte de la gente cambia cuando se alcanza una masa crítica que empieza a pensar de la misma manera. No son cuatro años, son 40. Igual que hemos dejado de fumar y nos ponemos el cinturón de seguridad, la visión que tienen los políticos con los que hablamos habitualmente está cambiando, está incorporándose a su acerbo de valores. Hace 20 años te consideraban un bicho raro por querer ser investigador. Estamos en un momento de cambio y ya se ve con otros ojos. 

- Parecía que la administración autonómica no podía hacer nada.

- S. Burgos: Está en manos de todos. Hay que definir una carrera de investigador dentro de los institutos de investigación sanitaria de la misma forma que lo tiene el consejo o la universidad. Es muy importante que el cambio de actitud impregne a la sociedad civil. En cualquier país de nuestro entorno los empresarios invierten en investigación. Cualquier empresa alemana tiene un contrato con la universidad para que se desarrollen cosas y lo que no puede esperar España es que si se licencian 1.000 biólogos al año los 1.000 pasen a la investigación pública. 

- Computan entre 100 y 150 puestos de trabajo en fraude de ley y aseguran que han denunciado la situación a la Inspección de Trabajo. 

- Estuvo la Inspección de Trabajo, estuvo con el comité de empresa. Le explicamos las excepcionalidades de este sector. El inspector entiendo que va a cualquier empresa de trabajo de cualquier sector pero aquí tiene que entender que hay una serie de normativas que afectan. Nos pidió documentación, le explicamos la situación tanto desde el comité de empresa como desde la dirección. Pidió una cantidad de información abundante que se le facilitó y entiendo que ahora se está analizando. No tenemos constancia de respuesta. 

- Los trabajadores también denuncian que no se les ha hecho la subida del 2,25% que marcó la nueva ley de Presupuestos de la Generalitat 2019.

- S. Burgos: El tema de incremento de las retribuciones debería ir directamente a la RPT. El tema es que la que tenemos es tan minoritaria que no tiene impacto sobre los trabajadores. Nosotros trabajamos con una serie de tablas salariales y un convenio colectivo propio, que es algo complicado y meritorio. Ese convenio colectivo que finalizó el 31 de diciembre de 2018 y que hay una cláusula que permite la extensión de un año más. Durante 2019 es lo que vamos a discutir con el fin de tener un convenio colectivo mejor para todos. Uno de los compromisos es revisar las tablas salariales que debemos pactar la dirección y el comité de empresa y que tendrán que ser aprobadas en patronato. 

Vamos a tener esa negociación para presentar unas tablas salariales para que sean atractivas o parecidas a otras fundaciones. También hemos reactivado las comisiones paritarias. Hace un tiempo ya, que debido a los problemas que ha tenido la fundación, no existían comisiones paritarias entre el comité de empresa y la dirección donde se trasladan los problemas, se pactan y se elevan. Hemos tenido dos comisiones paritarias este año y tendremos más para pactar un convenio colectivo donde todos nos sintamos mejor que con lo que tenemos a día de hoy.

- ¿Cómo está actualmente el clima en la fundación?

- Vento: Una de las cosas que hemos procurado hacer, y creo que con éxito, es reunirnos con el comité de empresa además de hacer varias asambleas. Hemos tenido una auditoría del Instituto Carlos III para la reacreditación. Después de cinco años, 2014-2018, hemos sido revaluados. Una de las cosas que hacen los auditores cuando vienen es entrevistarse con los diferentes comités, con investigadores, con técnicos y diferente personal del centro que escogieron. Nos hicieron un informe preliminar, lo primero que se dijo fue que les había llamado la atención el clima tan positivo que se habían encontrado en todos los trabajadores a pesar de las dificultades por las que estaba pasando el instituto y un gran orgullo de pertenencia. 

Que la gente estaba muy motivada para seguir trabajando pero a la vez les habían reconocido los problemas y dificultades. Que no era una situación de Alicia en el País de las Maravillas, sino una situación realista. Y que a pesar de ser realistas habían destacado todos esos aspectos positivos. Para nosotros ha sido una gran satisfacción, porque cuando los dos aterrizamos aquí el instituto estaba pasando unas horas muy bajas, habíamos tenido el problema de unos meses sin dirección, la gente pensaba que esto se iba a cerrar y teníamos que presentar toda la documentación para la auditoría el 12 de diciembre. Se presentaron casi 500 carpetas de documentos al Carlos III. El haber tenido esta percepción tan positiva y no influenciada por las opiniones locales y con un interés puramente científico nos ha llenado de orgullo. 

-¿Ven peligrar muchas líneas de investigación?

- Vento: Yo no sería tan catastrofista. Por ejemplo, las plataformas nuestras están a un nivel muy elevado, son muy competitivas y son un caramelo muy apetecible para las empresas privadas de biotecnología. Sí que es cierto que a lo mejor podemos perder gente porque les hacen una oferta privada que no podemos igualar. Incluso en esos casos hay gente que se ha quedado, pero eso no quiere decir que si la situación se prolongara no pudiéramos ir perdiendo a gente importante, no se puede decir lo contrario. Creemos que con la estabilización de investigadores de élite más el cambio de actitud de la Conselleria respecto a la masa salarial vamos a ir cambiando la perspectiva en los próximos años.

- Se anunció el Pla Gent - Generació Talent para hacer retornar a investigadores a la Comunitat Valenciana. ¿Tiene esto algún sentido traer a más profesionales si no podemos estabilizar a los que ya están?

- Vento: Eso mismo le digo yo a los políticos. Y antes les daba igual y ahora ya no les da igual porque están viendo que otras autonomías se están moviendo, Baleares que está con una ley de estabilización de personal investigador, en Madrid también quieren hacer una contratación de investigadores. Hay un cambio de actitud y en este momento València no se debe quedar fuera de juego. Tenemos gente muy valiosa y si esto se pierde volver a empezar otra vez supondría bajar a posiciones comparables a institutos de segunda división. Tenemos confianza en que en 2019 se va a dar al vuelta a la filosofía y a la práctica y el instituto empezará a funcionar al ritmo al que deberíamos estar. 

- S. Burgos: Nosotros no hacemos las leyes y solo está en nuestras manos sensibilizar para que empiecen a aparecer planes. El Pla Gent no es la mejor solución del mundo pero es un paso más para intentar mejorar. No se trata de hacer indefinida a la gente pero sí que si son buenos investigadores puedan seguir investigando y tengan una carrera profesional como ocurre en la universidad, por ejemplo. También hemos conseguido dotar de dos plazas de facultativo especialista por concurrencia competitiva ahora. Tenemos previsto que haya otras tres en breve. Indicar que la última plaza que salió de especialista por concurrencia competitiva fue en el 1991. Estamos entre 5 y 6 este año. Gente de élite de la investigación que tiene que quedarse porque son el relevo generacional. 

-Estas plazas han sido impugnadas señalando que se han cambiado los requisitos en mitad del proceso.

- Vento: El equívoco están en pensar que nosotros somos el Instituto Carlos III. Cuando en 1973 se crea el centro de investigación de La Fe, primer centro de investigación vinculado a un hospital, la dotación de plazas en ese momento es las mismas que entre los facultativos asistenciales. El acceso a esas plazas está regulado por la Conselleria de Sanidad. Lo único que planteamos cuando se convocó es que no queríamos que se contratara a nadie que no cumpliera unos criterios de excelencia, que fueran personas que hubieran demostrado una trayectoria buena como para tener ese contrato.

Luego, dentro de la valoración de esos criterios de selección, con cada grupo que hablas tienen unas peculiaridades y les gustaría verlas reflejadas en la convocatoria, y eso es imposible. Tenemos Ramón y Cajal, tenemos Miguel Servet, tenemos Juan Rodés, y cada uno tiene una vía de acceso a la excelencia. Entonces, hicimos una convocatoria global en el que se valoró haber llegado por cualquier de las vías, una serie de publicaciones y de proyectos. Pero, ninguno de todos sentía que la convocatoria cumplía el 100% de sus expectativas. Sí que es cierto que, por primera vez, y ante un tribunal independiente, expusieron libremente en un plazo de tiempo suficiente lo que habían hecho y cómo veían su futuro y el tribunal evaluó.

- ¿Pero se cambiaron las condiciones a mitad de partida?

- Vento: No es que se cambiaron, es que hubo una errata que salió como fe de erratas. Hay unas becas llamadas Miguel Servet y de las más difíciles de acceder. Durante la vida de la Miguel Servet, los más mayores solo podían optar a Miguel Servet, y luego se hizo un Miguel Servet I y un Miguel Servet II. Esa gente, que aprobaba, se presentaba o no al II. Con lo cual, para no impedir que la gente que adquirió el Miguel Servet en periodos anteriores no tuviera opción a presentarse cuando eran los que más producción científico tenían pusimos Miguel Servet. Sin embargo, en la convocatoria salió Miguel Servet II pero se rectificó con Miguel Servet. De hecho, el plazo se alargó en días para que supiera. Y la mayoría de alegaciones que se han presentado van en esta línea. La convocatoria fue aprobada por Recursos Humanos de la conselleria y por la comisión de investigación porque no queríamos ser responsables exclusivos de la primera vez que hacíamos una cosa. He tenido reuniones entre ellos, y creo que estamos en vías de solucionarlo. Y entre los diez mejores expedientes que hay, confiamos en que a lo largo de 2019 aquellos que estaban con la amenaza de irse, todos se van a quedar. 

- Ángeles Tormo, contratada Ramón y Cajal que investiga su sobre infecciones y dispositivos médicos acababa su contrato en junio y temían . ¿Cree que se podrá mantener su línea de investigación? 

- Vento: Ángeles Tormo ya está tranquila. Ahí el equivoco es que cuando ellos optan a esas plazas en el Boletín Oficial del Estado cuando sale la convocatoria dicen que en el centro donde trabajan están obligados a estabilizarlos, cosa que no hace casi ningún centro. Pero nosotros en ese sentido hemos reaccionado, y creo que a tiempo, y hemos tenido el apoyo de la gerencia del hospital y la conselleria. Ese clima lo hemos detectado cuando hemos hecho este tipo de propuestas concretas. 

-    Recientemente una sentencia ha reafirmado como nulo el despido de un trabajador, que estaba protegido por la Agencia Valenciana Antifraude por denunciar irregularidades cometidas en el seno de la fundación, entidad del sector público de la Generalitat. Usted estando aquí también decidió recurrir y la Agencia Antifraude le reprochó el continuar con el pleito. ¿Por qué?

- S. Burgos: Este despido es de julio de 2017. Se decide mucho antes de nuestra llegada. Antes de mi llegada se solicita un informe a la Abogacía, que tenemos la obligación de solicitar, y te autoriza de una forma generalista poder externalizar los servicios jurídicos para ese expediente. Ese informe de abogacía existe, pero es generalista, y luego se contratan una serie de servicios profesionales anterior a nuestra llegada donde uno de los puntos que pone es que se tiene en cuenta dentro de nuestros servicios el recurso de suplicación e incluso pasa por patronato. Lo que se hace es seguir con un recurso judicial que ya estaba marcado previamente. La fundación ejerce su derecho a defenderse. 

- Pero Antifraude le ha reprochado la cuestión.

- S. Burgos: Antifraude hace una memoria y explican la situación que ellos creen conveniente e igual no tenían toda la información. Nosotros les hemos facilitado todo lo que teníamos y desde esta fundación con cualquier organismo de intervención tenemos la postura de total colaboración y cooperación teniendo en cuenta que lo que hacemos es gestionar la herencia que hemos tenido e intentamos hacerlo de la forma más razonable posible.

- ¿Cómo estaba la situación a nivel contable cuando llegó al instituto?

- S. Burgos: Encontré una situación realmente complicada en la fundación. Después de siete u ocho meses ya lo podemos decir que ha sido una travesía, y no hemos salido del todo. Hemos estado en marejada o en tempestad durante muchos meses y nos han caído encima muchos problemas a la vez que hemos intentado priorizar teniendo en cuenta sobre todo aquellos que podían afectar a la viabilidad de la fundación. El primero han sido las cuentas. No teníamos aprobadas las cuentas del 2016 y el 2017 porque los auditores no habían emitido una opinión al no facilitarse convenientemente la información y por otras dudas surgidas.

Esto llevó al patronato a no aprobar las cuentas pero también a manifestar que había que tomar las medidas oportunas para aprobarlas en cuanto fuera, porque era uno de los requisitos indispensables para el proceso de reacreditación. Mi trabajo fue intentar aclarar la situación para dar un marco de mayor seguridad. El escenario de no haberlas aprobado habría sido muy difícil. Este fue el problema más grande que conseguimos resolver. 

También hemos intentado resolver una cuestión que nos condicionaba en las contrataciones privadas. Y el tercer problema era los recursos humanos, empezar a gestionarlos para que no hubiera una fuga. Durante unos meses no se puedo y conseguimos que nos autorizaran una excepcionalidad desde la Conselleria de Hacienda, una pelea desde las tres fundaciones. En el campo de juego que nos marcan, con la normativa que tenemos impuestas, que los trabajadores tengan los mayores contratos y las mejores condiciones. Parece que ya hemos pasado el desierto y empezarán a verse los resultados.

- ¿Y las de 2018?

- Vento: Estamos en proceso de presentación y es muy importante que el director gerente pueda dedicarse exclusivamente a eso y dedicar todo su tiempo y esfuerzo a la tarea y yo me pueda dedicar a la parte científica. Antes era muy complicado. Yo me imagino llevándolo todo y es imposible. Además, la división del puesto era una exigencia del Carlos III.

-S. Burgos: Quintando todos los problemas que hemos tenido que atender, nos hemos dedicado el último cuatrimestre del año. Poco se puede hacer en tres meses respecto a un año de muchos cambios, pero hemos marcado la hoja de ruta para ir normalizando progresivamente las finanzas de esta fundación. Donde probablemente veamos un efecto más importante es en 2019. Una de las cosas que están dentro de la hoja de ruta es la profesionalización de los sistemas de gestión de toda la Fundación, porque se trabajaba de una forma bastante amateur. Se ha resuelto de forma provisional una licitación para implantar un sistema de gestión con el que están trabajando todas las fundaciones de España.

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