VALÈNCIA. La apertura del secreto de sumario de la última pieza secreta del caso Erial, en el que el expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana está como principal imputado por, supuestamente, amañar dos contratos públicos, cobrar comisiones y blanquear dinero, ha sacado a la luz nuevos documentos que muestran que Zaplana trató de hacer favores a colaboradores y empresas incluso meses después de dejar la Presidencia de la Generalitat, en julio de 2002, para ser nombrado ministro de Trabajo por José María Aznar.
Zaplana dejó como presidente a José Luis Olivas, imputado y condenado en varias causas relativas a su breve etapa de presidente autonómico y su larga presidencia en Bancaja, pero en mayo de 2003 se celebraron elecciones y tomó el relevo Francisco Camps, que desde el principio dejó claro que no iba a ser otra marioneta de Zaplana. La preocupación se extendió entre los zaplanistas que no cambiaron de bando como se evidencia en uno de los escritos intervenidos por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil: "Y de lo mío, ¿qué?". La frase es de su exdirector de Gabinete Juan Francisco García, también imputado por haber sido presidente de la mesa de contratación de uno de los contratos presuntamente amañados, el de la ITV. La frase, del 5 de junio de 2003, aparece anotada en las agendas de Zaplana intervenidas por la UCO.
En dichas agendas se dice literalmente: "Perdona el tono simpático del titulo, pero tú me dijiste, y te lo agradecí sinceramente, que no podía seguir así y que ibas a buscar algún consejo o algo similar que me diera cobertura laboral, estatus social y remuneración económica". Y prosigue: "Hablaste con Julio de Miguel [entonces presidente de Bancaja] y parecía que iba a ser inminente, aunque han pasado más de tres meses. Como has podido comprobar ni te lo he vuelto a recordar, pues bastantes líos tenías con las elecciones como para darte el coñazo con temas personales, pero ahora puede ser un buen momento. Tú estás más tranquilo, aunque en la carrera sucesoria, y en Valencia se van a producir los cambios lógicos del nuevo Gobierno. Mira a ver, y ya me dices algo".
A juicio de la UCO esto evidenciaría "la aparente subordinación de diferentes procedimientos de la Administración Pública a intereses ajenos a los generales, y que se justificarían aparentemente en intereses personales de los interlocutores de estos documentos: Eduardo Zaplana y Juan Francisco García".
Juan Francisco García fue nombrado poco después consejero de Aumar, la concesionaria de autopistas participada por ACS, Bancaja y CAM, que fue absorbida por Acesa, controlada por Caixabank. Tras la fusión -de la que nació Abertis- acordada por Caixabank, principal accionista de Acesa, y Florentino Pérez con el visto bueno político de Zaplana -por las cajas valencianas-, Aumar quedó como una filial en cuyo consejo de administración entraron García y Carlos González Cepeda, amigo del expresidente.
La última sesión aflora cuestiones personales y acaba con un 'rejonazo' de Juan Francisco García a su antiguo jefe