Kang In se marcha por la puerta de atrás

27/08/2021 - 

VALÈNCIA. La última fuga de talento de Mestalla es Kang In Lee. Criado en Paterna desde que llegó con 10 años, el talentoso surcoreano se marcha con 20 añitos y dejando atrás la amarga certeza de que Meriton no ha sabido gestionar ni su proyección deportiva ni su potencial económico. La salida de Kang In, ambicioso y caracterial, alimenta, además, la sensación de que explotará tarde o temprano con otro escudo en el pecho.

Kang In sale por la puerta de atrás y con la carta de libertad en el bolsillo. El jugador abandonó València este domingo, cerca de las dos de la tarde, desde el aeropuerto de Manises camino de Son Sant Joan en Palma de Mallorca. Pasará la revisión médica con el Real Mallorca en las próximas horas y, tras el parón que experimenta LaLiga para la ventana de partidos internacionales, debutará con el once bermellón de Luis García Plaza. El acuerdo todavía no está firmado porque faltan detalles contractuales por ultimar entre el futbolista y la entidad balear, cuyos principales accionistas son Robert Sarver, propietario de los Phoenix Suns, Andy Kolber y Steve Nash.

El balón de oro del Mundial Sub 20 de Polonia en 2019 ha decidido dar un paso atrás en su carrera y enrolarse en un proyecto menor como el del Real Mallorca. El club isleño, de repente, ha tropezado con una oportunidad de mercado y ha sabido aprovecharla. El menudo futbolista de Incheon llega gratis tras haber obtenido la carta de libertad del club de Mestalla a cambio de condonar el año de contrato que le quedaba con los del murciélago y elegir su destino. El Valencia ha perdido todas sus bazas en la negociación con la agencia del jugador, por las prisas en inscribir a Marcos André para que el brasileño jugará ante el Deportivo Alavés el pasado sábado. Ni siquiera han conseguido guardarse un porcentaje de una futura venta de Kang In a otro club desde Mallorca. La cláusula de 80 millones de euros se ha quedado en agua de borrajas. En la isla se frotan las manos con esta operación.

Kang In no buscaba dinero, buscaba ser protagonista con el balón. Y en Mallorca tratará de empezar de cero sin que nadie le recuerde -como sucedía, constantemente, en Valencia- que es el favorito del máximo accionista. Este sambenito, alimentado vorazmente por las redes sociales del club hasta que el jugador congeló su renovación, se le volvió en contra, generando dos corrientes dentro de la masa social del valencianismo, una crítica y la otra favorable.

Kang In, una empresa en sí mismo, imagen de marcas como LG, Pepsi o Gatorade en Corea del Sur, donde es venerado, buscaba un entorno estable donde pasar desapercibido para mostrar todas sus habilidades, partiendo de cero y sin prejuicios. El dinero era secundario.

Su rincón lo ha encontrado en las Baleares junto a Luis García Plaza. El técnico madrileño va a encajar en su once a Kang In y a Take Kubo, otro jugador precoz y brillante. Los dos juntos, si empastan bien, la pueden liar. El mercado asiático del fútbol también se enfocará, a partir de ahora, en Mallorca, que puede explotar económicamente a los dos talentos y convertirlos en jugadores franquicia. Jugada redonda para el Real Mallorca.

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