LA ROCHE SUR FORON (EFE/Carlos de Torres). El polaco Michal Kwiatkowski y el ecuatoriano Richard Carapaz se dieron un homenaje en nombre del Ineos entrando juntos en la meta de la decimoctava etapa disputada entre Méribel y La Roche Sur Foron, de 175 kilómetros, en la que Mikel Landa y Enric Mas escalaron dos puestos en la clasificación que domina el esloveno Primoz Roglic.
Kwiatkowski, un campeón del mundo, de la Milán San Remo, Strade Bianche, y Richard Carapaz, ganador del Giro 2019 y nuevo líder de la montaña, entraron abrazados después de haber protagonizado la escapada del día. En nombre del exdirector Nicolas Portal, fallecido el 3 de marzo, y para olvidar la pena de la retirada de Bernal, ambos corredores pusieron la sonrisa en la formación británica, en horas bajas.
El festival del Ineos fue emotivo. Decidieron no disputar y celebrar unidos el doble éxito. Por detrás peleaban los hombres de la general.
A 1.53 pasó la meta un grupo encabezado por Wout Van Aert, donde estaban Roglic, Pogacar, "Supermán" López, Mikel Landa y Enric Mas. Los dos españoles felices, pues ambos estaban ganando dos puestos en la general por el hundimiento de Adam Yates y el pinchazo que perjudicó a Richie Porte.
Landa avanzó a la quinta plaza y Mas a la sexta a 3.28 y 4.19 del líder, el esloveno Primoz Roglic, un día más de amarillo. Segundo es su compatriota Tadej Pogacar a 57 y tercero en el podio "Supermán" a 1.23.
Era la última etapa de montaña de los Alpes y del Tour, con más de 4.000 metros de desnivel acumulado, sin un metro llano, uno de esos días de subidas y bajadas continuas.
Muchos equipos y no pocos corredores vieron la última oportunidad para justificar el Tour, su prestigio o su sueldo. Motivos de sobra para que se formara una fuga numerosa con nombres ilustres.
No faltó Carapaz, por tercer día consecutivo, liberado tras la retirada de Bernal. Era el mejor clasificado, con opciones para el maillot de la montaña, como Hirschi, incrustado en la avanzadilla.
El suizo coronó en cabeza por delante del ecuatoriano en las cimas del Roselend (1a), La Route des Villes y el Col de Saisies, acercándose al liderato de Pogacar en la clasificación de escaladores.
El esloveno no tuvo insomnio la noche antes ante la posibilidad de perder el jersey de puntos rojos, igual que su compatriota Roglic, que marchaba en butaca por las carreteras de la Alta Saboya butaca al ritmo que marcaba la "banana mecánica" del Jumbo Visma.
Bajando se estrelló contra el asfalto Hirschi, dura caída a 65 kms/hora. Perdió el tren de Carapaz, al que se unieron Kiatkowski y Pello Bilbao. El trío de cabeza coronó el Aravis (1a) 50 segundos antes que el suizo ganador de etapa en Sarran, con el maillot roto y destrozadas sus opciones en la montaña. Del pelotón se sabía en aquel punto que marchaba feliz a 8.41.
El Plateau des Glieres, último gran puerto de la presente edición, de categoría especial, duro en sus 6 kms al 11,2 por ciento, ofrecía un buen escenario para la última pelea por la general y puestos del podio, antes, claro, de la crono del sábado.
La cima, a 30 de meta, es un símbolo de la Resistencia francesa en la II Guerra Mundial. Así lo recuerda un monumento en la cima, homenaje a 150 combatientes que sucumbieron ante las tropas alemanas, entre ellos algunos españoles. Tan simbólico lugar para los franceses vio en sus pendientes otro tipo de batalla, la deportiva.
Resistieron las tropas del Ineos con Carapaz y Kwiatkowski coronando con una cómoda renta de 6 minutos. Por detrás arrancó del grupo Mikel Landa a 3 kms del alto, el último manotazo del ahogado por aproximarse al podio.
Cogió el ciclista vasco unos segundos, pero no tuvo fuerza para alejar a sus rivales Para colmo, Pogacar aceleró para rebañar puntos de la montaña.
En la bajada y entrando en la zona de carretera de tierra, pinchó Richie Porte y Yates y Urán iban rezagado. Oportunidad para Landa y Mas. Los españoles olieron sangre y aceleraron el ritmo del grupo perseguidor.
A 10 de meta Carapaz y Kwiatowski tenían 3.45 minutos de ventaja sobre grupo de Roglic, Pogacar, Mas, Landa y Pello Bilbao. La victoria era suya, se iba a quedar en la casa del Ineos, en horas bajas, oscura tras la retirada de Bernal. Faltaba por negociar el nombre del ganador. Hubo charla entre ellos, lanzados a meta tras superar la cota no puntuable de la Roche sur Foron.
¿Cómo lo hacemos?. Hubo acuerdo para entrar juntos, de la mano, aunque fue Carapaz quien ofreció el triunfo al polaco. Fueron casi 500 metros de celebración, de sonrisas, y finalmente la rueda de "Kwiato" entró unos milímetros antes.
Los señores de la general no se pusieron de acuerdo para tirar hasta meta. Landa y Mas querían ir a todo gas, "Supermán" no tenía prisa. Finalmente los españoles escalaron dos puestos, y el colombiano espera superar la crono del sábado para subir al cajón.