VALÈNCIA. El sector turístico valenciano se resigna y 'sacrifica' la Semana Santa. Los cierres perimetrales de las diferentes autonomías y la situación epidemiológica al alza en España han llevado a muchos empresarios hoteleros a seguir con la persiana bajada. La imposibilidad de mantener cierta rentabilidad en los negocios ha obligado a más de la mitad de la oferta hotelera en la Comunitat Valenciana a permanecer cerrada en vísperas de las fiestas. Sin turistas y con una movilidad restringida para muchos empresarios es imposible abrir de nuevo en las actuales condiciones.
La radiografía del turismo dibuja una imagen dramática. Los puentes y las vacaciones ni siquiera oxigenan a un sector que mira al futuro con cierta incertidumbre. El presente se vive de color negro. Así, en estos momentos el 60% de los hoteles en la Comunitat Valenciana permanecen cerrados, según los datos de Turisme. Una situación que contrasta con la de hace unos años cuando por estas fechas la ocupación rozaría el 90%.
Pero en tiempos de pandemia todo ha cambiado. No hay demanda y las vacaciones no han conseguido dar un balón de oxígeno a estos negocios. El 'libro de reservas' de los hoteles valencianos se mueve de forma muy lenta y las perspectivas no son positivas. En zonas como Dénia, la ocupación es del 50% sobre la oferta actual abierta, mientras que en otras zonas como Oliva no supera el 6%. Un escenario que ha llevado a muchos empresarios a colgar el cartel de cerrado temporalmente, a la espera de que la demanda se estimule de nuevo.
"Las previsiones no son positivas y las reservas tampoco son nada halagüeñas", lamenta Luis Martí, presidente de la Confederación de Empresarios Turísticos de la Comunidad Valenciana (CET-CV). En la ya 'pausada' plaza hotelera valenciana, con más de la mitad de la oferta clausurada desde hace meses de forma temporal, la Semana Santa no supondrá un alivio. "Se incrementarán las aperturas de establecimientos muy poco. Apenas se añadirán un 10% de las plazas que ya hay abiertas", puntualiza.
En concreto, de acuerdo con los datos que maneja Turisme, de los 809 alojamientos que tiene la administración valenciana registrados, unos 326 permanecen abiertos, lo que supone el 40% del total. Por provincias, resiste con mayor fuerza Valencia frente a Alicante, que, además de contar con mayor número de plazas hoteleras, también tiene menos alojamientos que siguen atendiendo al público en estos momentos.
Por zonas, el interior aguantará mejor la Semana Santa que la costa, que acusa con más fuerza la falta de extranjeros y de los visitantes nacionales con segunda residencia en el litoral valenciano. Actualmente, la Comunitat Valenciana permanece cerrada perimetralmente hasta el próximo 12 de abril, por lo que tampoco el turista nacional podrá desplazarse a tierras valencianas. "Los destinos de playa reabrirán más tarde. El interior, abrirá casi todo, y el urbano, algo se animará", apunta Martí.
En concreto, de los 265 hoteles ubicados en la provincia de Valencia, siguen abiertos 141, es decir, el 53,2% con una 16.276 plazas disponibles en este momento. Por destinos, en Cullera 6 alojamientos están abiertos con un 21,78% de oferta disponible, mientras que en Gandia son 4 los que permanecen con la persiana levantada con un 7,22% de disponibilidad, según los datos que maneja el departamento que dirige Francesc Colomer. En la capital valenciana, hay 49 hoteles, con casi un 50% de ocupación.
En la provincia de Alicante la situación es aún más delicada. Solo un tercio de los hoteles sigue abierto: 122 alojamientos de un total de 373 en la provincia. Benidorm es una de las localidad con mayor oferta activa en estos momentos con 17 hoteles y una disponibilidad del 10,40%, frente a Dénia que con 8 establecimientos dando servicio, la ocupación roza el 50%. En Alicante ciudad las reservas alcanzan el 40% en un total de 22 hoteles activos.
Por su parte, en Castellón la oferta en estos momentos es de 63 establecimientos abiertos de un total de 171 y hay 5.903 plazas disponibles. En esta provincia, zonas como Montanejos cuentan con una disponibilidad del 80%, mientras que enclaves más costeros como Peñíscola están al 29% u Oropesa, al 33,68%. La capital castellonense roza el 65% de reservas mientras que en puntos del interior como Morella están al 30% de ocupación.
Con este escenario, la Asociación Empresarial Hostelera de Benidorm, Costa Blanca y Comunitat Valenciana (Hosbec) reclamaba hace unas semanas unos 200 millones de euros para reflotar al colectivo hotelero de los 11.000 millones anunciados por el Gobierno central en ayudas al turismo y otros sectores.
Hosbec quiere que esas ayudas sean a fondo perdido y que se repartan de forma proporcional" y equitativa a los daños y pérdidas que cada empresa ha sufrido. Según sus cálculos, si el Gobierno central reparte esos 11.000 millones de forma proporcional al PIB y al peso económico de cada comunidad autónoma, a la Comunitat Valenciana "podrían llegar mil millones". Un rescate que supondría un pequeño alivio para las empresas.