ALICANTE. Una de las más importantes empresas del clúster alicantino de la aceituna, y probablemente una de las firmas más relevantes por negocio e impacto social en la ciudad de Alcoy, La Española, sigue por tercer año consecutivo acusando el alza del precio de la materia prima de la que se nutre casi en exclusiva en sus cuentas anuales, y en 2018 volvió a cerrar en número rojos. La firma confía en poner fin al ciclo negativo en el ejercicio en curso, al haber reajustado precios y cambiado sus políticas comerciales, apoyándose en unos importantes recursos propios que despejan cualquier tipo de incertidumbre.
Según las cuentas anuales de La Española depositadas en el Registro Mercantil de Alicante y consultadas por este diario, la firma alcoyana facturó 76,82 millones de euros en 2018, un 8% menos que el año anterior, cuando el volumen de negocio de la empresa se elevó a 83,3 millones de euros. El retroceso en los ingresos mantiene a la empresa con un resultado de explotación negativo aunque ligeramente mejor que un año antes (-3,7 millones), y después de impuesto las pérdidas de la empresa ascendieron a 2,8 millones de euros, algo por debajo de los 2,9 millones de euros de números rojos en 2017.
El informe de gestión de las cuentas explica que "los resultados no han sido los esperados debido a que el coste de las materias sigue siendo elevado y los precios de venta de los productos terminados no han subido lo esperado". En consecuencia, "el margen bruto sigue siendo bajo, lo que ha provocado nuevas pérdidas en este ejercicio". No obstante, los administradores llaman a la tranquilidad porque "la sociedad sigue mostrando una situación financiera saneada debido a su alto componente de fondos propios".
Las previsiones de la dirección para el ejercicio 2019 son positivas, debido a las medidas adoptadas para mejorar el margen de explotación: subida de las tarifas de venta, optimización en la gestión y el control de las materias primas y reducción en el resto de costes. No obstante, La Española (que, al contrario que otras firmas del sector, apenas exporta) tiene un alto porcentaje de su cifra de negocio concentrado en un solo cliente, la cadena de supermercados valenciana Mercadona (para la que, además, fabrica la marca Hacendado), por lo que "su facturación y resultados futuros podrían verse afectados por esta circunstancia", según el informe.
La Española, fundada en 1941, emplea a unas 200 personas, de las que casi la mitad son mujeres. Su mercado está básicamente en España, pues apenas vende fuera un 1,25% de su producción. La expansión de Alcoy hacia la zona norte encajonó su planta principal (tiene otra instalación en Sevilla), lo que ha limitado su crecimiento y complica la logística. De ahí que la empresa promoviese la construcción del parque industrial Alcoinnova en La Canal, finalmente tumbado por el TSJ tras haber superado la tramitación como Actuación Territorial Estratégica (ATE), figura desaparecida que creó el último Consell del PP para favorecer grandes inversiones. La empresa acudió al Supremo en casación.