CASTELLÓ. (EP). La Reserva Natural de les Illes Columbretes ha pasado estos días la evaluación que, cada seis años, realiza una delegación de SPA/RAC (Regional Activity Center for Specially Protected Areas, organismo dependiente de Naciones Unidas) como Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM).
La evaluación ha sido superada con éxito, lo que supone "un respaldo" a las labores de conservación que la Generalitat está llevando a cabo en este espacio protegido marítimo terrestre situado a 30 millas de la costa de Castellón desde hace ya 30 años, según ha informado el Consell en un comunicado.
Esta revisión de los compromisos de conservación que debe cumplir una ZEPIM tuvo lugar la semana del 18 al 22 de marzo para la costa mediterránea española.
La evaluación de la Reserva Natural de les Illes Columbretes ha resultado "muy satisfactoria", gracias a la gestión continua y permanente que se realiza en ese espacio protegido marítimo terrestre, como consecuencia del convenio de colaboración, renovado en 2019, entre la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
El buen resultado de la evaluación se debe al control de la pesca, el seguimiento anual de su patrimonio natural terrestre y marino, así como a la adecuada ordenación del uso público de la Reserva Natural, producto del convenio de colaboración entre la Conselleria y el Ministerio.
Por lo tanto, las Columbretes seguirán siendo Zepim al menos seis años más -hasta la nueva evaluación que realice SPA/RAC- debiendo mantener su nivel de gestión y, además, siguiendo las nuevas recomendaciones dadas por el organismo de Naciones Unidas: continuar vigilando su estado de conservación, en especial los efectos del cambio climático sobre las comunidades marinas, y avanzar hacia un modelo de financiación sostenible.
La lista de este selectivo grupo que conforman las Zepim se estableció en 2001 por la declaración de Mónaco, durante la XII reunión de las partes contratantes del Convenio de Barcelona, con el fin de promover la cooperación en la gestión y conservación de áreas naturales, así como la protección de especies amenazadas y sus hábitats, de manera que estos espacios protegidos ejemplares sirvan como modelos de protección a seguir.