VALÈNCIA. La Superliga, al borde del derrumbe. Poco más de 48 horas después, el campeonato impulsado por doce clubes europeos de la mano del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, ha recibido duros golpes que ponen en apuros su supervivencia. Los aficionados del mundo del fútbol han reaccionado, especialmente en Inglaterra, y la Superliga puede quedar en papel mojado en breve.
La polémicas y ola de protestas a nivel mundial que ha originado la iniciativa ya ha tenido las primeras consecuencias. En la noche de ayer, el Manchester City anunció de forma oficial que había iniciado formalmente los procedimientos para abandonar el grupo que está desarrollando los planes para la Superliga europea".
El Chelsea puede ser el siguiente en salir de la Superliga. El conjunto londinense fue testigo de las protestas de sus aficionados en los aledaños de Stamford Bridge y está pensando en dejar la competición. El vicepresidente del Manchester United, Ed Woodward confirmó su dimisión del club inglés a final de temporada. El FC Barcelona por su parte, sigue en el torneo a la espera de lo que decidan sus socios en la Asamblea.
En cuanto a los jugadores, Jordan Henderson, capitán del Liverpool, difundió un comunicado en el que rechaza la Superliga europea en nombre de los jugadores del equipo inglés. "No nos gusta y no queremos que ocurra", dijo Henderson, capitán del conjunto inglés y que habló en nombre de sus compañeros.
"Esta en nuestra posición como colectivo. Nuestro compromiso con este club de fútbol y con sus aficionados es absoluto y condicional. 'You'll Never Walk Alone'", añadió Henderson.