BRUSELAS. Agricultores y viveristas recibirán ayudas para combatir la 'Xylella fastidiosa' y otras plagas que afectan principalmente a cítricos y vid, tras aprobación por parte de la Unión Europea (UE) del plan español que financia estas inversiones con 19 millones de euros. Los principales beneficiarios serán los productores primarios, que recibirán estas ayudas de forma directa del Estado hasta diciembre 2023.
La Generalitat Valenciana aprobó en diciembre de 2020 un plan de contingencia contra la bacteria Xylella fastidiosa, plaga cuarentenaria y prioritaria de la UE, con el objetivo de detectar precozmente su aparición, actuar con rapidez y eficacia, determinar su distribución y aplicar medidas de erradicación y control. Este plan es de duración ilimitada, mientras no se pronuncie la Comisión Europea.
En noviembre de 2020 hubo un brote importante de Xylella fastidiosa en la Marina Alta, colindante con la Safor, que afectó a términos municipales de Alcalalí, Benigembla, Benissa, Bolulla, Calp, Dénia, Gata de Gorgos, Llíber, Murla, Parcent, Pedreguer, Poble Nou de Benitatxell, Senija, Tàrbena, Teulada, Xàbia y Xaló. Y en julio de 2021, la 'Xylella fastidiosa' se ha detectado por primera vez en la provincia de Valencia, en una parcela de almendros situada en Villalonga, en la comarca de La Safor. La zona demarcada ya afecta, total o parcialmente, a 76 municipios, todos en la provincia de Alicante salvo Oliva y Villalonga, en Valencia.
La Xylella fastidiosa es una bacteria con un rango de hospedantes muy amplio, y que produce graves daños en cultivos tan importantes en nuestra Comunitat como los cítricos, la vid, el olivo y algunas especies del género Prunus, así como en numerosas especies ornamentales.
Se considera que el riesgo de nuevas detecciones en nuestro territorio es muy alto, debido a la importación de material vegetal de muchas de las especies hospedantes, procedentes de países en los que se ha detectado esta bacteria. Son frecuentes las infecciones latentes o asintomáticas), lo que dificulta su detección, y la erradicación una vez detectada es muy difícil, por lo que la mejor estrategia ante esta enfermedad es la prevención.
La Comisión Europea ha aprobado la subvención que dio el Estado español de 19 millones de euros, a través del Fondo de Recuperación y Resiliencia (RRF), para apoyar a los agricultores y productores que invierten en instalaciones de protección contra insectos, al considerar que está de acuerdo con las normas sobre ayudas estatales de la UE.
El proyecto contra las plagas cuarentenarias se financiará a través del RRF, tras la evaluación positiva de la Comisión del plan español de recuperación y resiliencia. Su objetivo es financiar inversiones de carácter preventivo en el campo de la sanidad vegetal, para evitar que los insectos entren en los viveros de producción de los distintos tipos de material vegetal reproductivo (RPM). Este material puede verse afectado por plagas cuarentenarias como la Xylella fastidiosa, Bursaphelenchus xilophilus, HLB o cítricos enverdecidos y flavescencia de la vid. Los beneficiarios serán los productores primarios. Según el plan, la ayuda pública adoptará la forma de subvenciones directas.
El plan, que estará en vigor hasta el 31 de diciembre de 2023, se ha evaluado en función de su conformidad con las Directrices de la UE para las ayudas estatales en los sectores agrícola y forestal, y en las zonas rurales, que garantizan una producción alimentaria viable y promueven el uso eficiente y sostenible de recursos para lograr un crecimiento inteligente y sostenible. La Comisión ha llegado a la conclusión de que la ayuda facilita el desarrollo de una actividad económica y no afecta negativamente a las condiciones comerciales.
Todas las inversiones y reformas que impliquen ayuda estatal contenidas en los planes nacionales de recuperación presentados en el contexto del RRF deben notificarse a la Comisión para su aprobación previa, a menos que estén cubiertas por una de las normas de exención por categorías de ayudas estatales, en particular el Reglamento general de exención por categorías. (GBER) y, en el sector agrícola, el Reglamento de Exención por Categorías Agrícolas (ABER) específico.
La Comisión evalúa estas medidas con carácter prioritario, y proporciona orientación y apoyo a los Estados miembros en las fases preparatorias de los planes nacionales, para facilitar el rápido despliegue del FRR. Al mismo tiempo, la Comisión se asegura en su decisión de que se cumplen las normas aplicables sobre ayudas estatales, con el fin de preservar la igualdad de condiciones en el mercado único y garantizar que los fondos del RRF se utilicen de forma que se minimicen las distorsiones de la competencia y no excluya la inversión privada.