La UE reduce a siete los países extracomunitarios a los que permite volar sin restricciones

BRUSELAS. (EP) La Unión Europea ha sacado este jueves a Japón de la breve lista de países extracomunitarios a los que mantiene su frontera exterior abierta, al considerar que la situación epidemiológica se ha deteriorado en este destino y los viajes elevarían el riesgo de propagación del coronavirus.

De esto modo, la recomendación para levantar las medidas restrictivas a los viajes 'no esenciales' a países que no integran el espacio sin fronteras Schengen se aplicará únicamente a Australia, Nueva Zelanda, Ruanda, Corea del Sur, Singapur, Tailandia y, sujeto a la condición de reciprocidad, China.

En el caso de China, el documento precisa además que se deben permitir los viajes a Macao y Hong Kong.

Así consta en la última actualización acordada esta semana por los embajadores de los Veintisiete en Bruselas y que ha sido formalmente aprobada por las capitales por la vía de un procedimiento escrito.

Los Veintisiete acordaron reabrir su frontera exterior desde el 1 de julio a un reducido número de países, al concluir que tras meses de confinamiento era seguro permitir el tránsito con ellos. La lista se revisa cada dos semanas para ajustarla a la situación epidemiológica.

El listado consensuado por los Estados miembros también prevé que los residentes de Andorra, Mónaco, San Marino y el Vaticano deberán ser considerados como residentes de la Unión Europea en lo que se refiere al paso fronterizo.

La reapertura es una recomendación, por lo que los estados miembro tienen libertad para introducir restricciones más severas y, de hecho, varios socios decidieron dejar fuera de su reapertura a varios países de la lista ya desde el primer momento.

La decisión de qué países tienen carta blanca para entrar se base en el número de infecciones por cada 100.000 habitantes durante los últimos catorce días, en la tendencia de nuevos casos durante el mismo periodo en los catorce días anteriores y la capacidad de esos países para trazar, contener y tratar posibles nuevos brotes.

De este modo, se abrió la frontera a países en donde teniendo en cuenta los datos epidemiológicos reunidos por el Centro Europeo para la Prevención de Enfermedades (ECDR) se pudiera concluir que la pandemia se encontraba en niveles iguales o por debajo del nivel de infecciones en la UE.