CASTELLÓ. (EP) La Unión Europea ha activado el procedimiento para adoptar formalmente la lista inicial de apenas una quincena de países terceros a los que abrirá su frontera ya este miércoles, 1 de julio, tras tres meses cerrada al exterior para contener la propagación del virus; un grupo en el que están Marruecos y China.
Fuera del listado han quedado Estados Unidos, Rusia, Brasil, Argentina, Chile entre todos los del continente americano por sus cifras alarmantes de contagios, salvo Uruguay, que es el único país sudamericano autorizado a ingresar
Los 27 tienen hasta el martes al mediodía para aprobar o tumbar la lista de quince países que sus embajadores negociaron hasta el viernes pasado, pero ante la que algunas capitales mantenían reservas, razón por la que las negociaciones han continuado durante el fin de semana, según han informado a Europa Press fuentes europeas.
La presidencia de turno de la Unión Europea, que hasta este martes ocupa Croacia, ha lanzado el procedimiento escrito necesario para confirmar el acuerdo, un paso formal necesario ya que durante la pandemia no está siendo posible reunir a los Estados miembro de manera presencial para cerrar acuerdos.
La lista de países cuyos nacionales serán los primeros en entrar en la UE incluye a Argelia, Australia, Canadá, Japón, Montenegro, Marruecos, Nueva Zelanda, Ruanda, Serbia, Corea del Sur, Tailandia, Túnez, Uruguay, Georgia y China, según las fuentes consultadas, que, precisan, en el caso de China el levantamiento del veto estará sujeto a reciprocidad.
En una entrevista en la Cadena Ser, recogida por Europa Press, la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha explicado que la UE trabaja sobre la idea de considerar "seguros" a los países que en las últimas dos semanas hayan tenido una tasa de nuevos casos de Covid-19 por cada 100.000 habitantes "a la par o por debajo de la media europea".
De hecho, la ministra española ha señalado que uno de los asuntos que aún se discute es "cómo articular la reciprocidad", porque en esa lista hay países que tienen sus fronteras cerradas. Es el caso de Marruecos, que mantiene el cierre hasta el 10 de julio, de manera que la apertura es de momento "simbólica" porque no se puede salir del país.
La reciprocidad es un criterio para esta lista, pero los principales son la tasa de contagios, la tendencia ascendente o descendente y la fiabilidad de los datos. "Es una decisión, primero, de precaución, por eso la lista es muy corta", ha señalado González Laya.
La lista se revisará de manera periódica --probablemente cada dos semanas-- para incluir nuevos países o, si es necesario, quitar a alguno si da marcha atrás. Además, ha reconocido que hacer esa lista "ha costado". "Algunos (países) creen que se puede ser un poco más generoso, otros quieren ser más restrictivos, algunos quizá quieren verlo en clave diplomática. España lo ha tenido muy claro, esto no es un ejercicio diplomático sino de responsabilidad", ha argumentado.
Además, los 27 precisan en el texto de compromiso que los residentes de Andorra, Mónaco, San Marino y el Vaticano deberán ser considerados como residentes de la Unión Europea en lo que se refiere al paso fronterizo.
La presidencia de turno de la Unión Europea, que hasta este martes ocupa Croacia, ha lanzado el procedimiento escrito necesario para confirmar el acuerdo, un paso formal necesario ya que durante la pandemia no está siendo posible reunir a los Estados miembro de manera presencial para cerrar acuerdos.
Los 27 tienen hasta el martes al mediodía para aprobar o tumbar la lista de quince países que sus embajadores negociaron hasta el viernes pasado, pero que ha necesitado de algunas consultas adicionales a lo largo del fin de semana para superar las últimas reservas de varios Estados miembro, lo que ha retrasado aún más un procedimiento tramitado contrarreloj.
Se trata de una primera relación de países que permitirá reactivar de forma simbólica el tránsito entre la Unión Europea y el exterior, pero se revisará cada dos semanas para alinearla en cada momento con la situación sanitaria, por lo que el Consejo podrá modificar, añadir o excluir nombres en cada reevaluación.
Con ella, no solo quedan fuera de la primera fase Estados Unidos, Rusia, Brasil o Argentina, cuya situación epidemiológica no da garantías, sino que la lista también excluye a la mayoría de los Balcanes occidentales pese a que la Comisión Europea pidió que se les incluyera, y tampoco aparecen otros países con niveles de infección similares a la UE, como Cuba, Uruguay, Costa Rica, Nicaragua o Venezuela.
En cualquier caso, el compromiso de los Estados miembros es basarse en criterios "epidemiológicos claros" que permitan acotar la lista en función de cuestiones sanitarias y científicas y no como consecuencia de decisiones políticas, de modo que la frontera se empiece a abrir a países en donde el alcance de la pandemia se encuentre en "los niveles de la UE".
Por ello, la recomendación pide que los elementos para decidir qué países tienen carta blanca para entrar se basen en el número de infecciones por cada 100.000 habitantes durante los últimos catorce días, en la tendencia de nuevos casos durante el mismo periodo en los catorce días anteriores y la capacidad de esos países para trazar, contener y tratar posibles nuevos brotes.
Los Veintisiete, además, prevén una serie de excepciones para seguir permitiendo los viajes procedentes de los países vetados si se trata de circunstancias excepcionales, por ejemplo para permitir regresar a europeos o familiares de europeos atrapados en el exterior.
A estas excepciones, los Estados miembro también han sumado categorías sugeridas por Bruselas, como es el caso de los estudiantes o de los trabajadores de alta cualificación, y mantienen otras ya consolidadas como diplomáticos, refugiados y demandantes de asilo, viajeros en tránsito y trabajadores estacionales.
La recomendación, que insiste en la necesidad de coordinar entre los Estados miembro todos los pasos que afecten a la frontera exterior, por las consecuencias que pueda tener en el espacio sin fronteras Schengen, apunta también que cada país podrá introducir medidas de seguridad adicionales para los viajeros de las categorías exentas, en especial si el origen de su viaje es una región considerada de alto riesgo.