Docentes cuestionan el regreso de algunos grupos en mayo, padres piden medidas de conciliación y alumnos, seguridad en la EBAU
VALÈNCIA (EP). La comunidad educativa ha celebrado la vuelta a las aulas de manera presencial para septiembre, con el inicio del nuevo curso, tal y como anunció este martes el presidente del Gobierno en rueda de prensa. Sin embargo, piden que se garanticen las medidas de seguridad para evitar posibles contagios, así como que se dote de equipos de protección tanto a docentes como a alumnos.
En declaraciones a Europa Press, la responsable de Educación de UGT, Maribel Loranca, comenta que al sindicato le parece "razonable" que se reanude la actividad lectiva presencial para septiembre, pues entiende que el Gobierno prima así los criterios sanitarios para poder hacerlo, pero le reclama que "concrete más" con respecto a las excepciones contempladas de regreso a las aulas en mayo y junio.
En cualquier caso, UGT exige medidas como la desinfección de aulas e instalaciones, la realización de pruebas PCR a los trabajadores y proporcionarles equipos de protección individual (EPI), establecer protocolos de actuación con medidas concretas sobre distanciamiento físico, eliminación de residuos o qué hacer en caso de que el alumnado o los profesores presenten síntomas.
También desde CCOO saludan la 'vuelta al cole' en septiembre. Así, el secretario general de CCOO, Francisco García, valora "positivamente" la medida, pero llama al debate "para redefinir espacios y tiempos escolares". Para García, en los cursos que regresen antes para reforzar contenidos, pide que se garantice la salud tanto de docentes como de alumnos, dotando de EPIs a estos y garantizando las distancias, además de establecer grupos reducidos. E insiste en dotar al profesorado de recursos tecnológicos suficientes por si hubiera un rebrote de coronavirus por la "brecha digital".
"En cualquier circunstancia, habría que garantizar en todo momento la seguridad del alumnado y el profesorado", asegura por su parte en declaraciones a Europa Press José Luis López Belmonte, del sindicato STES, que exige formar al alumnado en herramientas telemáticas a la vuelta por si hay un rebrote de la pandemia.
Por otro lado, el sindicato valora "muy negativamente" que en la segunda fase de la desecalada (aproximadamente finales de mayo), vayan a clase determinados cursos, los menores de 6 años y quienes necesiten refuerzo. "Organizativamente vemos imposible conjugar, con las actuales plantillas docentes, seguir atendiendo mediante el teletrabajo a la mayoría del alumnado, y, a la vez, acudir a los centros educativos para atender presencialmente al resto en los niveles y etapas que ha fijado el Gobierno", consideran.
Desde el sindicato CSIF, reclaman un Plan Preventivo y actuaciones comunes en todas las comunidades autónomas como requisitos fundamentales para preparar la vuelta presencial a las aulas. Sobre la posibilidad de que solo abran los centros antes de que acabe el curso para tres excepciones, piden, entre otras cosas: la realización de test masivos, ratios de 12 alumnos por aula; entradas y salidas escalonadas y/o por turnos, mascarillas obligatorias y exclusión de acudir a los centros del personal de riesgo.
También celebran lo anunciado las organizaciones estudiantiles, incluido que se abran escuelas en verano para determinados supuestos. Desde la Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE), consideran "necesario" que las fases de desescalada tengan en cuenta abrir los colegios en verano para que "nadie se quede atrás" y para que los estudiantes que no han podido trabajar desde casa puedan repasar, si bien recalca que han de darse las condiciones de seguridad necesarias, también cuando se celebre la EBAU (antigua Selectividad).
En cuanto a regresar de forma general a las aulas en septiembre, la presidenta de CANAE, Andrea Henry, asegura: "Si sanitariamente es posible y se toman medidas, creemos que sí". Aunque recalca que "es muy importante rebajar los ratios y que todos los institutos posean las mismas medidas sanitarias para que no haya desigualdad de oportunidades entre los propios institutos". "No podemos permitir a 40 estudiantes en el mismo aula como hemos podido ver hasta ahora", añade.
El Sindicato de Estudiantes también celebra que no se vaya a clase hasta septiembre. "Nos parecería una absoluta locura que se nos propusiera volver a nuestras aulas en medio de esta situación", asegura a Europa Press su secretaria general, Coral Latorre, que se pregunta qué sucederá con la enseñanza universitaria (cuya competencia es del Ministerio de Universidades), así como cuándo Educación anunciará las medidas económicas que se tomarán para el próximo curso.
Y el Frente de Estudiantes advierte de que "por mucho que las medidas adoptadas abstractamente respondan a un criterio sanitario, las consecuencias son desiguales".
Con respecto a los padres y madres, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) subraya que "la vuelta a las clases presenciales debe hacerse cuando las condiciones sanitarias lo hagan posible y sea seguro para toda la comunidad educativa", tanto en septiembre de forma general como en verano en determinados casos, pero en el caso de los menores de 6 años, piden que se extienda hasta primeros cursos de Secundaria.
En cuanto a las patronales de colegios privados y concertados, la Asociación de Colegios Privados e Independientes CICAE valora positivamente que el Gobierno plantee una apertura de colegios gradual durante el tercer trimestre si las condiciones son favorables, sin embargo, manifiesta que existe "desinformación" en cuanto a las medidas sanitarias exigidas para poder llevarla a cabo con previsión y garantías.
En concreto, precisan conocer los criterios sanitarios (en cuanto a desinfección, mascarillas, control de acceso, higiene o medidas de distanciamiento) y cuestiones como el traslado de los alumnos, la apertura del comedor escolar o restricciones de espacios, pues CICAE considera que es coherente limitar por metros cuadrados de cada aula en vez de por número de estudiantes para garantizar así la separación de alumnos adecuadamente.
En cuanto a la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), que agrupa a centros privados y concertados de toda España, sostiene que es "difícil" predecir cómo habrá evolucionado la situación para septiembre, pero su "deseo" es que se encuentren soluciones que permitan volver cuanto antes a la normalidad en las aulas, según ha dicho a Europa Press su presidente, Alfonso Aguiló, que pide "un buen nivel de seguridad en las escuelas" y "protocolos claros".
"Si desde el punto de vista de la salud, hay que esperar a septiembre, nos parece bien, aunque nos hubiera gustado que hubiera sido posible empezar antes", añaden desde Escuelas Católicas. También piden una "mayor concreción" al Ejecutivo de las medidas anunciadas.