VALÈNCIA (EP). Los hogares españoles gastaron en el segundo trimestre, periodo que coincidió prácticamente con el estado de alarma por la covid, menos de lo que ingresaron, lo que llevó a que su tasa de ahorro se situara en el 31,1%, su valor más alto de toda la serie, iniciada en 1999, según ha informado este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esta tasa supera en más de diez puntos el anterior máximo, del 20,1%, alcanzado durante el segundo trimestre de 2009, en la anterior crisis económica.
En términos desestacionalizados, la tasa de ahorro de los hogares también marcó máximos históricos al situarse en el 22,5% de su renta disponible. En sólo tres meses, esta tasa ha subido más de 12 puntos.
Entre abril y junio de este año los hogares recortaron su renta disponible bruta un 8,8%, hasta los 193.460 millones de euros, y su gasto en consumo se situó por debajo de esta cantidad, en 133.222 millones de euros, un 23,9% menos, de forma que su ahorro fue positivo.
En concreto, el ahorro de los hogares se situó en 60.204 millones de euros, frente a los 36.856 millones de euros del segundo trimestre de 2019.
Los hogares dedicaron el segundo trimestre 3.728 millones a inversiones, un 57,1% menos que en igual periodo de 2019. Teniendo en cuenta todo lo anterior, junto a las transferencias de capital recibidas por el sector, se obtiene que los hogares mostraron una capacidad de financiación de 56.146 millones de euros en el segundo trimestre, más del doble que la del mismo periodo de 2019 (27.431 millones).
En el segundo trimestre, la economía española registró una capacidad de financiación de 2.144 millones de euros, el 0,9% del PIB, por debajo de los 11.737 millones de euros del mismo periodo del año pasado (3,7% del PIB).
El resultado del segundo trimestre de este año es consecuencia de la capacidad de financiación registrada por los hogares, las instituciones financieras y las sociedades no financieras, frente a la necesidad de financiación que mostraron las Administraciones Públicas, del 13,2% del PIB, máximo en 21 años.
Eliminando los efectos estacionales y de calendario, la economía nacional registró una capacidad de financiación del 0,2% del PIB, cifra 1,6 puntos inferior a la del trimestre anterior.
La renta nacional bruta alcanzó entre abril y junio los 250.701 millones de euros, un 20,3% menos que en igual trimestre de 2019, tras reducirse un 23,1% el excedente de explotación de las unidades productivas, hasta los 105.422 millones de euros, y bajar un 14% la remuneración percibida por los asalariados, hasta los 125.607 millones de euros.
La renta nacional disponible bruta se situó en el segundo trimestre en 247.928 millones de euros, un 20,6% menos que en igual periodo de 2019. En datos desestacionalizados, la renta nacional bruta y la renta nacional disponible retrocedieron un 17,3% y un 17,6%, respectivamente, en relación al trimestre anterior.
De acuerdo con esta estadística, las Administraciones Públicas registraron en el segundo trimestre una necesidad de financiación de 61.589 millones de euros, casi el triple que el mismo periodo de 2019 (22.531 millones) y la mayor en cualquier trimestre desde que arrancó la serie.
Este fuerte repunte de la necesidad de financiación de las Administraciones Públicas, motivado por la crisis sanitaria, se produjo tras reducirse su renta disponible en un 79,5%, hasta los 9.167 millones de euros, y aumentar su gasto en consumo en un 5,5%, hasta los 63.875 millones de euros.
Con todo ello, el sector registró un ahorro bruto negativo de 54.708 millones de euros, frente a los -16.372 millones del segundo trimestre de 2019. Este resultado, unido al saldo neto de transferencias de capital y a unas inversiones por valor de 6.866 millones de euros (+2,4%), llevaron a las Administraciones Públicas a registrar una necesidad de financiación de 61.589 millones en el segundo trimestre.
Por lo que respecta a las sociedades no financieras, su renta disponible bajó en el segundo trimestre un 17,4%, como consecuencia del descenso en un 16,7% del saldo de rentas primarias del sector, derivado a su vez del retroceso en un 31,4% de su excedente de explotación bruto.
No obstante, la renta disponible del sector, junto con su saldo de transferencias de capital, fue suficiente para financiar el volumen de inversión del sector (37.003 millones de euros, un 24,7% menos interanual) y obtener una capacidad de financiación de 3.497 millones de euros, frente a los 296 millones de euros del segundo trimestre de 2019.
Finalmente, las instituciones financieras presentaron una capacidad de financiación de 4.090 millones de euros, frente a los 6.541 millones del segundo trimestre de 2019.
La renta disponible bruta de las instituciones financieras alcanzó los 4.933 millones de euros entre abril y junio, un 23,5% menos que en el mismo periodo de 2019, tras disminuir su excedente de explotación bruto un 16,9% respecto al de un año antes.