BRUSELAS. La empresa farmacéutica Sanofi-GSK ha acordado publicar el contrato firmado con la Comisión Europea el pasado 18 de septiembre, para la investigacion y desarrollo de la vacuna contra la covid-19. La Unión Europea (UE) está procediendo a publicar estos Acuerdos de Compra Anticipada, en un ejercicio de transparencia dentro del marco de la estrategia de vacunación contra la pandemia, pese a las críticas por la censura de algunos datos del contrato.
Éste no es el primer contrato que se hace público, respecto a los laboratorios que firmaron con la UE un acuerdo de investigación y producción de la vacuna para el coronavirus. El primero, a petición del Parlamento Europeo, fue el de CureVac, al que tuvieron acceso en primer lugar algunos eurodiputados de la comisión de Sanidad, como el socialista Nicolás González Casares. Posteriormente, fue colgado en la página web de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés).
Pero el más polémico ha sido el de AstraZeneca, que fue publico por la Comisión sin acuerdo previo con este laboratorio y en plena guerra por el incumplimiento del precontrato, con el que esta farmacéutica se había comprometido a producir un número determinado de dosis y a cumplir un calendario para su distribución en territorio de la UE.
AstraZenca, con dos fábricas en el Reino Unidos y otras dos en Bélgica, alegó que las fábricas belgas tenían problemas de producción y que no podría cumplir con su compromiso. La Comisión le dijo que suministrara las vacunas que se producían en el Reino Unido y la empresa se negó aduciendo que no estaban incluidas en el contrato. La Comisión respondió con la publicación del contrato, en el que no consta esta cláusula y obliga a la empresa a la distribución de su producción, donde fuera que estuviera la fábrica.
De otra parte, de los ocho laboratorios con que ha contratado la Comisión, Sanofi se echó atrás en diciembre al no tener preparada la vacuna hasta finales de año. Esta empresa explicó que la investigación va más lenta, por lo que se ha ofrecido a ayudar en la producción de Pfizwr-BioNTech. Esta empresa alemana también se retrasó en la entrega de las vacunas por problemas de producción. Por lo que la Comisión instó a un acuerdo con Sanofi, que tiene la infraestructura para fabricar, pero que no podrá hacerlo con la suya porque aún no la tiene.
La Comisión está intentando llegar a un acuerdo con los laboratorio en un ejercicio de transparencia y responsabilidad, para ayudar a generar la confianza de los ciudadanos europeos y para asegurarse de que pueden confiar en la eficacia y seguridad de las vacunas adquiridas para la UE.
El contrato publicado, al igual que el resto, contiene partes redactadas que pertenecen a información confidencial, como son las referidas al calendario de distribución y al precio pagado por dosis. El contrato Sanofi-GSK es el tercero que se publica, después de CureVac y AstraZeneca. La Comisión está trabajando con las otras empresas con el fin de publicar todos los contratos en virtud de los acuerdos de compra anticipada en un futuro próximo.