Opinión

Lagarde debuta con un estilo peculiar ante el coronavirus

El BCE se abstiene de recortar los tipos y enfoca el soporte monetario en medidas más calibradas haciasectores directamente afectados por el shock

13/03/2020 - 

MADRID. El BCE ha tomado partido en el coro de bancos centrales que toman acción para enfrentar el impacto económico del coronavirus. El paquete de soporte económico que brinda el banco se compone, una vez más, de una batería de medidas de estímulo en lugar de la flexibilización de los instrumentos tradicionales. Pero en esta ocasión, Lagarde debuta con un estilo peculiar ante la nueva coyuntura de crisis. El BCE se abstiene de recortar los tipos desde su nivel de interés ya negativo (en -0,50%), y enfoca el soporte monetario en medidas más calibradas hacia los sectores directamente afectados por el shock. 

El programa de expansión cuantitativa sigue siendo el punto dominante de la política monetaria. De un ritmo previo de compras mensuales de 20.000 millones de euros, el BCE ha añadido un incremento temporal de 120.000 millones millones adicionales hasta finales de 2020, con una contribución significativa del sector privado al programa –en lugar del debatido programa de bonos de gobierno. Otro pilar que recobra protagonismo en la política monetaria de la Eurozona, es el programa préstamos y refinanciación de operaciones a largo plazo (TLTROs y LTROs), que se acomoda para proveer liquidez barata inmediata al sistema financiero. En adición, la autoridad de supervisión bancaria del BCE provee al sistema con facilidades para flexibilizar temporalmente los requerimientos de acumulación de capital, lo que consolida  el apoyo hacia una fluctuación favorable de créditos a la economía.

El BCE destaca que los flujos de liquidez en los mercados financieros europeos no han mostrado señales particularmente alarmantes por el momento, con lo que el paquete de medidas implementado intenta adelantarse a posibles episodios de estrés financiero, al tiempo que busca mitigar la potencial reducción de la actividad económica. El índice de condiciones financieras de Bloomberg para la Eurozona no mostró un ajuste particularmente notable tras el anuncio de política, lo que indica que a pesar de que los tipos no fueron recortados como anticipaba el mercado, las medidas introducidas fueron relativamente bien aceptadas. 

Desplome de la banca

Los índices bursátiles de la banca europea, en cambio, cayeron cerca de un 7% desde el anuncio. Esto sugiere una preocupante percepción de riesgo sobre la estabilidad del sistema financiero, dado que las nuevas facilidades para el crédito incrementan los riesgos de impago a la banca. En adición, otra señal de estrés despunta tras el anuncio: la brecha de rendimientos de los bonos italianos en relación a los alemanes continúa ampliándose, con los títulos alemanes registrando el retorno más negativo de la historia. Una debacle económica en Italia derivada del impacto del coronavirus sería solo el inicio de una recesión económica en toda la Eurozona.

La economía europea podría estar apenas a las puertas de una crisis económica y el BCE ha tomado las primeras de otras posibles medidas de rescate que pueden asomar en el camino. Sin embargo, el énfasis que pone el banco sobre la necesidad de acción de la política fiscal ahora es más evidente que nunca. Un titular publicado minutos antes del anuncio del BCE sugería que Alemania podría estar finalmente dispuesta a flexibilizar el mandato de presupuesto balanceado, lo que introduce cierto optimismo de que ha llegado el momento para una inyección de estímulo fiscal en la mayor economía del área. 

En una presentación de antes de ayer, Merkel ya había ofrecido los primeros indicios de disposición a apoyar en todo lo necesario la actividad económica ante el shock, pero los números concretos continúan sin ser anunciados. Un soporte del gobierno alemán bajo la acción coordinada de otros gobiernos europeos y el BCE -al estilo del Reino Unido, EE UU, Canadá, China y otras grandes economías- podría rescatar a tiempo a la economía europea. Sin embargo, el BCE dejó entrever ayer que una potencial recesión económica en la Eurozona será una responsabilidad compartida con los gobiernos del área, especialmente con aquellos con mayor capacidad de intervención. El euro opera a la baja tras el evento, pero la única garantía que ofrece el acelerado flujo de noticias por el momento es una notable volatilidad en el mercado de divisas.

Olivia Álvarez es analista de Monex Europe

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