MADRID (EP). El problema corporal "más importante y más demandado, tanto en hombres como en mujeres, es la grasa localizada", sobre todo en la zona del abdomen, los flancos y los brazos, según la médica estética e internista del Servicio de Urgencias del Hospital de Tarrasa de Barcelona, Beatriz Beltrán.
Hoy en día, estas situaciones tienen soluciones "efectivas y similares a las de una cirugía sin necesidad de intervención", asegura la especialista, quien explica que ella misma utiliza una tecnología que "se podría decir que es una liposucción sin cirugía".
Así, se utilizan tecnologías como la criolipolisis para eliminar, de forma definitiva, este tipo de grasa. Este tratamiento "requiere de poco tiempo y llega a más zonas", especifica. Los resultados suelen ser apreciables a los tres meses y, en comparación con las intervenciones clásicas, este método permite al paciente "hacer vida normal, sin fajas ni drenajes linfáticos", concreta.
Para la flacidez, muy relacionada con la grasa localizada, la doctora recomienda una o dos sesiones de un tipo de inductor de colágeno llamado radiés que "permite regenerar bien el tejido y estimular el colágeno en la zona donde existe el problema". Previo, se hace una preparación de la piel con unas ondas de choque que "estabilizan la membrana celular, permitiendo la oxigenación de la zona y la vasodilatación que mejora la formación de colágeno", informa Beltrán.
La naturalidad se premia
Para la experta, "la gente busca la naturalidad, ya no se quieren quitar las arrugas arriesgándose a quedarse con caras deformadas", algo que se da "cuando en un intento de acabar con la flacidez se pincha se control, consiguiendo verdaderos destrozos".
Otro aspecto fundamental es la falta de tiempo de la sociedad, por este motivo la medicina debe ser a partes igual efectiva, rápida y "satisfactiva", en palabras de la internista.
"El envejecimiento es un proceso multifactorial", no solo interviene el factor piel o grasa, si no que hay otros elementos, como el deterioro del hueso, que producen "cambios en los ángulos y proporciones faciales", concreta. Posteriormente, "se pierde grasa en los compartimientos grasos profundos", lo que hace que "la cara se vaya descolgando", argumenta.
Con el fin de conseguir la mayor naturalidad, Beltrán asegura que lo mejor es trabajar "ahí donde se origina el envejecimiento" con ácidos hialurónicos en unos puntos concretos donde se insertan los ligamentos retencionales de la piel, encargados de levantar la musculatura, esto "garantiza la efectividad y duración del tratamiento".
Además, para asegurar una movilidad adecuada, se trabajan las zonas móviles con ácidos hialurónicos muy poco densos, si no "no es un resultado óptimo". En este sentido, "todos los ácidos hialurónicos no sirven para la adaptación total de los tejidos", advierte.
El miedo al dolor desaparece conforme se avanza en medicina estética
Tal y como señala Beatriz Beltrán, el miedo al dolor sigue siendo una realidad que impide que muchas personas se realicen según qué tratamientos estéticos, "es primordial tener esto en cuenta a la hora de la personalización del diagnóstico y elección de la intervención adecuada".
No obstante, hay medios para evitar o rebajar esta tensión, tales como la musicoterapia y aromaterapia que esta doctora utiliza. A parte de aliviar a los pacientes en este sentido, "pueden ser claves para los resultados de la persona, haciendo más agradable su experiencia", señala.
En todo caso, "siempre se intenta que las técnicas utilizadas sean mínimamente invasivas", alega. Esto también se hace por la falta de tiempo de la sociedad, que muchas veces no tiene un periodo adecuado para la recuperación de una cirugía, pero "esto ya no es un problema, porque existen múltiples tecnologías cien por cien probadas que permiten una incorporación inmediata al puesto de trabajo y vida cotidiana". Ella misma asegura haberse sometido a alguno de estos tratamientos "teniendo guardia al día siguiente en el hospital", comenta.
Las enfermedades tienen un componente físico, psíquico y mental
"Ejerciendo la medicina estética, descubrí la terapia neural", comienza Beltrán. "Las enfermedades tienen un componente físico, psíquico y emocional", con lo cual, lo más importante no es tratar los síntomas, sino que "hay que tratar la causa, a partir de aquí se consigue el éxito del tratamiento", especifica.
Es por este motivo que se declara fiel a las técnicas que van "desde el gen a la piel", lo que denomina su "filosofía de trabajo". Tan importantes es tratar "la causa interna como la externa", concluye.