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análisis

La importancia de tener un (buen) asesor financiero

El papel del asesor va a ser cada vez más importante porque es necesario y siempre crea valor, tal y como advierte el socio director del Área Corporate de la firma valenciana EFE & ENE

1/07/2019 - 

VALÈNCIA. En un escenario económico cambiante cómo gestionar con éxito un producto financiero se ha convertido en un reto. El asesor profesional independiente merece un mayor reconocimiento teniendo en cuenta que vivimos en uno de los países más bancarizados del mundo. Los productos financieros son cada vez más complejos -tanto por el lado del activo como del pasivo- y es clave contar con un buen asesor para evitar riesgos y, sobre todo, para aprovechar oportunidades. No hay que olvidar que el sistema financiero español es de los más bancarizados del mundo. En algunos países, cuando comentas a cualquier inversor mínimamente informado que la composición de su cartera la va decidir el comercial de una entidad bancaria…, no da crédito. No tengo ninguna duda de que el papel del asesor va a ser cada vez más importante porque es necesario y porque un buen asesor siempre crea valor.

Todo pasa por identificar oportunidades en un entorno tan complejo como competitivo, aunque también es importante fijar una estrategia acorde con los objetivos del inversor y su perfil, y ser capaces de mantener una disciplina. En el éxito de una cartera influyen muchas variables. A destacar: una correcta distribución de activos, una adecuada selección de productos y, por supuesto, conocer bien al cliente y su perfil como inversor. A todo ello, hay que sumarle la disciplina y seguimiento de la cartera, entre otros parámetros. Hoy en día también hay que tener en cuenta que vivimos en un entorno de tipos cero y esto exige sobre todo contar con herramientas para el correcto control del riesgo.

La cultura financiera se ha convertido en un quebradero de cabeza para gestores y autoridades. Una encuesta reciente aseguraba el 49% de los interrogados declaró que no sabía que era la diversificación del riesgo. Es terrible y la CNMV no es ajena a este problema. Me consta que están haciendo importantes esfuerzos por potenciar la educación financiera. Pero si viajas por el mundo y compartes reflexiones con colegas, te das cuentas de que estamos a años luz en algunos casos.


Por otro lado es preocupante la epidemia de entidades no registradas que prestan servicios de inversión, los llamados 'chiringuitos financieros'; es un tema serio. Para prestar servicios de inversión -ya sea asesoramiento, gestión o distribución- has de tener la pertinente licencia y cumplir con los requisitos que marca la ley. ¿Quién imagina un médico, que no es titulado, operando a pacientes? Pues esto es algo parecido y luego vienen las sorpresas. Sin duda, hay que hacer un esfuerzo mucho mayor, y dedicar muchos más medios a perseguir el intrusismo. Es malo para todos que existan este tipo de asesores no regulados: para el inversor, porque está menos protegido, y para el sector, porque trabaja en clara desventaja competitiva.

La normativa normativa MiFID II promovida desde las autoridades comunitarias está bien en el sentido de que todo lo que sea proteger al pequeño inversor me parece correcto. Quizás haya algo de sobrerregulación pero entiendo que es normal porque al pequeño inversor los bancos en el pasado le han metido muchos goles. Ojalá hubiera habido muchísimos más asesores regulados hace unos años.

Disciplina, mucha disciplina

Hay que ser serios para dar una opinión sobre hacia dónde va el mercado. No nos gusta jugar a adivinar. Nunca hacemos predicciones. Nosotros solamente recomendamos invertir en aquellos productos que tienen potencial de crecimiento y están en fase de tendencia. Sirve como ejemplo el año pasado, que fuimos los ganadores del concurso nacional de carteras modelo que organizó la plataforma Rankia. Y aquí no vale la especulación: todo tiene que ver con disciplina y ser muy sistemáticos. Hay que acomodar la cartera a las diferentes circunstancias de mercado, y mantener aquellos activos que tienen fuerza, y los que no, descartarlos.

La cualificación es un valor en alza y eso es importantísimo. Estar continuamente formándose es un requisito básico para un buen asesoramiento; otro es la disciplina, sin olvidar que hay que pensar siempre en el cliente. Un buen médico es aquel que se desvive por sus pacientes, y un buen asesor también. Y no hay que olvidar el factor humano: el inversor es una persona, con sus inquietudes, sus miedos, sus emociones.

José María de Hevia es socio director del Área Corporate de EFE & ENE

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