Procesa al expresidente, a los exconsellers Rambla y Flores y varios empresarios

La jueza cree que Camps gastó 98 millones públicos para "proyectar su imagen"

4/05/2019 - 

VALÈNCIA. El expresidente de la Generalitat Francisco Camps se enfrenta a otra piedra en su camino. En esta ocasión se trata del auto de procesamiento, hecho público este viernes y al que ha tenido acceso Valencia Plaza, por su presunta implicación en la investigación alrededor de la construcción del circuito de la Fórmula 1 en València.

La juez procesa a 14 personas entre las que destacan Camps, el exvicepresidente Vicente Rambla, el exconseller de Infraestructuras Mario Flores, la mano derecha de Flores Victoriano Sánchez-Barcaiztegui o el hermano de Jaime Mayor Oreja -exministro de Aznar- y directivo de la constructora FCC José Mayor Oreja. Sin embargo, sobresee la causa respecto a 17 personas entre las que se encuentran la mano derecha de Camps en la F1, Belén Reyero, y que fue número tres del PPCV David Serra.

En un auto durísimo, la magistrada Carmen García Mingo, titular del Juzgado de Instrucción número 17, acusa a Camps de que "con la única intención de proyectar su imagen como máximo representante de la Comunidad Valenciana, arrogándose facultades no propias de su cargo, ideó, planificó, impulsó y dirigió la construcción de un circuito urbano de Fórmula 1 en València con fondos públicos". Una 'publicidad' muy cara, ya que el circuito costó alrededor de 98 millones de euros del erario, según un informe de la Generalitat.

Apostilla la jueza que, para ello, Camps "urdió un plan en el que implicó a funcionarios, autoridades, a personal que prestaba servicio en el Ayuntamiento de València y en la Conselleria de Infraestructuras y a empresas". Y todo este 'plan' con la única finalidad de obtener "rédito personal a través de su proyección pública y política, dada la proximidad de las elecciones autonómicas (2007) y generales (2008)".


Ese plan tenía, según la juez, un secuaz principal, Victoriano Sánchez-Barcaiztegui, íntimo amigo de Camps. Su amistad, tal y como reconoció el propio implicado, se fraguó durante la época del expresidente como concejal del Ayuntamiento de València. Así, Sánchez-Barcaiztegui, "con el afán de cumplir el encargo de su presidente", recopiló varias alternativas de trazados.

Es en ese momento, cuando, según el relato de la jueza, entraron en juego dos de las empresas imputadas, Typsa y Ayesa. Empresas que llegaron a presentar un diseño de un puente "con forma de gaviota" (símbolo del PP), que finalmente fue descartado "para evitar críticas". Sánchez-Barcaiztegui, "con el conocimiento, beneplácito y anuencia de Camps", involucró en el proyecto primero a Typsa y, después, a Ayesa, "utilizando indebidamente la contratación". La contratación de estas empresas dejaron fuera otras consultoras de ingeniería "por su clara desventaja debido al claro privilegio de las otras dos", según el auto judicial.

Todo ello se pudo hacer con la firma del entonces conseller de Infraestructuras, Mario Flores, quien, además de firmar pagos a favor de las dos empresas anteriormente mencionadas, aprobó resoluciones de licitación, adjudicación y modificación para las empresas también procesadas Hormigones Martínez y Cyes.

Coste cero y mordidas

La magistrada recuerda como el expresidente Camps "publicitó el coste cero" de este gran evento y proyecto emblemático, cuando lo cierto es que "no hubo tal coste cero, sino una merma para las arcas públicas con la utilización indebida de fondos públicos", a lo que añade que dicha merma se produjo "favoreciendo a empresas a las que se eligió al margen del procedimiento legalmente establecido de concurso público".

Con respecto a la segunda vía de investigación, el cobro de presuntas mordidas a las empresas adjudicatarias, dice el auto que José Mayor Oreja pagó según la declaración del que fuera mano derecha de Camps Ricardo Costa, 150.000 euros en dinero negro. Sustenta esta afirmación no solo en la declaración de Costa, sino en el hecho de que este empresario de FCC también aparece como donante del partido en los papeles de Bárcenas.

La magistrada también involucra en estos pagos en B a las empresas Cyes y Hormigones Martínez. De la primera habla de una entrega en efectivo de 200.000 que habría realizado su presidente, Felipe Almenar, a la caja B de Orange Market, empresa de la trama Gürtel, mientras que de la segunda explica que las 'donaciones' se hicieron a través de facturación falsa.

Donaciones ya juzgadas

Esta parte del auto es la que mejor pueden luchar las defensas. La jueza habla de una serie de donaciones que ya fueron juzgadas en la Audiencia Nacional en el caso de las de Orange Market, y otras que están en instrucción en el caso de los papeles de Bárcenas. Sin embargo, hay un elemento nuevo con respecto a lo instruido y juzgado hasta ahora que sería el pago a cambio de adjudicaciones.

Dentro de esta parte, además de Camps, la otra persona del PPCV que tiene especial relevancia para la juez es Rambla, ya que él "realiza un papel de director como vicepresidente en los grandes eventos, todo lo dirigía él", según Costa, quien además añadió que "fue un continuador del mecanismo para financiar los actos realizados en la campaña de las autonómicas de 2007 con facturación falsa y entregas en efectivo".

Sin embargo, la magistrada no ha tenido en cuenta que esa afirmación fue desmentida por el magistrado José María Vázquez Honrubia de la Audiencia Nacional. Vázquez Honrubia absolvió a Rambla de esa misma acusación en el juicio celebrado el 2018 por la financiación irregular del PPCV en la que sí que fue condenado Costa.

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