VALÈNCIA. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) ha tumbado al completo el proceso que culminó con Empar Marco como directora general de À Punt en enero de 2017, recién recuperado el servicio público de radiotelevisión. En un fallo que llega tres años y medio después de su elección al frente del ente y pasados seis meses de su salida, la Sala de lo Contencioso-Administrativo anula el nombramiento en lo que supone un duro varapalo a la forma de proceder de la Comisión de Evaluación y del Consejo Rector.
El tribunal estima el recurso de apelación interpuesto por el periodista Pere Valenciano -uno de los aspirantes a la dirección de À Punt en ese momento- contra la sentencia dictada en 2018 por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 5 de Valencia, que desestimaba la demanda inicial presentada por él al hallar falta de legitimidad.
Una argumento que, sin embargo, no encuentra justificado el TSJCV en la resolución conocida este miércoles, con la que revoca el pronunciamiento del juzgado. En opinión de la Sala, Pere Valenciano sí tiene legitimación activa al tratarse de un participante en el concurso público y, por lo tanto, existir de su parte un interés que pueda ser real en el asunto. En este sentido, remarca el fallo, como aspirante a un cargo y aun cuando no solicite la adjudicación de la plaza a través de una baremación distinta, su objetivo radica en que el proceso se desarrolle "sin irregularidades o vicios y sin ningún tipo de favoritismos entre los candidatos, respetando los principios de igualdad, transparencia, publicidad, mérito y capacidad" que habrían de regir ese tipo de selecciones según la ley.
Una vez encontrada fundada la legitimidad del periodista, el tribunal entra a desgranar otra serie de causas por las que entiende que ha de ser anulado el nombramiento de Empar Marco. Especial hincapié realiza en las incompatibilidades de los que fueran miembros del Consejo Rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) y de la Comisión Evaluadora para la dirección general Vicente Vergara y María Dolores Navarro. Especialmente del primero.
Vergara fue director de la Cartelera Turia y administrador de la sociedad Promociones Turia, puesto en el que se mantuvo hasta 24 horas antes de iniciarse el proceso de elección y justo en el límite de tres meses que marcaba la ley para que los consejeros cesaran en sus anteriores cargos empresariales. Una maniobra, señala la Sala, que realizó con la posible finalidad de evitar una causa de incompatibilidad que le obligaría a abandonar sus responsabilidades en el Consejo Rector y la Comisión de Evaluación.
Este hecho resulta clave para el TSJCV, dado que Vergara fue una pieza fundamental en el nombramiento de Marco al ser el encargado del estudio, defensa, preparación y presentación de su proyecto -valorado en el 60% del baremo de puntuación de los méritos- ante el resto de miembros de la Comisión. Aunque todos podían tener acceso a él, destaca la resolución, era Vergara quien, por su conocimiento más detallado del mismo, "podía ejercer una mayor influencia en la opinión de los demás miembros" de cara a traducirla en una actitud más favorable para su aprobación.
En cuanto a la incompatibilidad de María Dolores Navarro, se sustenta en que era al mismo tiempo dirigente sindical de UGT, cargo que no tendría que haber mantenido de acuerdo con la ley.
Ambos casos -sobre todo el de Vergara- no sólo podían ser motivos suficientes para la invalidación de la elección de la directora general de À Punt, afirma el TSJCV, sino que, además, "contamina todo el proceso de una patología nociva para la subsistencia del concurso en una fase decisiva para la conformación de la propuesta de la candidata elegida que irradia y se propaga sin barreras sobre todo el cuerpo del componente selectivo del concurso, condicionando la rectitud de sus opiniones y puntuaciones sobre los méritos objeto de calificación".
Otro de los argumentos más relevantes del fallo para anular el nombramiento de Marco es el de la falta de transparencia. En ninguna de las fases del concurso y ni tan siquiera al responder al primer recurso de reposición planteado por Pere Valenciano, apunta, se han explicado las razones o la justificación de las puntuaciones otorgadas a los aspirantes por los méritos que se han presentado a pesar de la reiteración en su petición. "Este silencio no es aceptable desde la perspectiva evolutiva que ha experimentado la jurisprudencia en esta temática litigiosa", concluye.
La Sala sostiene, de este modo, que cualquier afectado por una determinada calificación tiene derecho a que le sea comunicada la motivación de la misma y de la puntuación que hayan sido aplicadas. Una manera de discernir si el juicio técnico está correctamente justificado.
El TSJCV también contraargumenta a la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació, que alegó que la idoneidad de Marco correspondía exclusivamente al Consejo Rector y la Comisión de Evaluación. El tribunal recuerda que, pese a que sean estos órganos los encargados, el proceso ha de cumplir con la legislación, con el Estatuto Básico del Empleado Público y con los principios de igualdad, publicidad, mérito y capacidad.
Contra el fallo cabe ahora recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Fuentes de la Corporación señalan que todavía no han tomado una decisión al respecto, algo que en todo caso se determinará una vez conocido criterio de la Abogacía de la Generalitat.
El asunto será previsiblemente abordado en la reunión que el Consejo Rector celebrará el próximo martes si nada cambia, mientras algunos de sus miembros ya expresan preocupación por la sentencia. De hecho, Pere Valenciano no descarta presentar una nueva denuncia respecto al proceso en el que salió elegido el actual director general, Alfred Costa -y en el que el periodista quedó igualmente fuera-.
A la selección final únicamente llegaron el vencedor y Paco García Donet, sin que se diera tampoco a conocer ninguno de los criterios en los que se basaron las puntuaciones.
El fallo, según fuentes de la Corporació, no tendrá consecuencias sobre los nombramientos que realizó Empar Marco durante su mandato, por lo que no afectaría a César Martí, actual director de Contenidos de la radiotelevisión valenciana. El resto de cargos directivos que designó Marco cesaron en el puesto después de que Alfred Costa convocara un concurso para renovarlos.
Un proceso tras el que Raquel Ejerique pasó a sustituir a Remei Blasco al frente de la dirección de Informativos; Benjamín Marín ocupó el puesto de director de Comunicación y Publicidad de À Punt que, anteriormente, había ostentado el jefe de gabinete del exsecretario general socialista Jorge Alarte, Josep Moreno, hasta que lo abandonó para ejercer de jefe de gabinete del alcalde de Cullera; e Higinio Añó Sanz, quien pasó a ejercer de director de Explotación e Ingeniería después de que José Manuel García Duarte pusiera rumbo a la Dirección General de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en el Gobierno valenciano.
El momento más visto fue la bajada de la Senyera con un 20,4% de cuota de pantalla, donde À Punt lideró la audiencia por delante del resto de cadenas.