VALÈNCIA. La preocupación por la covid-19 no debe hacernos perder de vista otras enfermedades, como el cáncer de mama. Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama 2020 hay que recordar la importancia del diagnóstico precoz. Debido a la pandemia, y al colapso asistencial que se ha producido, muchas mujeres no han acudido a sus revisiones anuales por el miedo al contagio. Y tal y como señala el doctor Joaquín Gavilá, Jefe clínico del servicio de Oncología Médica del IVO, “la prevención es el mejor camino para aumentar la supervivencia”. Se estima que un cáncer de mama detectado al inicio, disminuye un 25% la probabilidad de muerte. “La prevención primaria busca evitar la aparición del cáncer, en el caso del cáncer de mama, reducir los índices de obesidad y la realización de ejercicio físico podrían disminuir el número de casos de este tipo de cáncer. Por otro lado, la prevención secundaria o diagnóstico precoz, busca el diagnóstico temprano de la enfermedad, es decir, lo más pequeño posible. Es por ello, que hemos de insistir a las mujeres que debe acudir a sus revisiones en los centros de diagnóstico precoz correspondientes”, afirma el doctor Gavilá.
A ello se une que cada vez se aborda la enfermedad con tratamientos más personalizados y menos agresivos, como ocurre con la radioterapia. “La radioterapia, juntamente con la cirugía, hacen posible el tratamiento conservador de la mama, es decir evitan la mastectomía prácticamente entre el 75 y el 80% de los casos. La radioterapia ha demostrado disminuir las posibilidades de que el tumor vuelva a salir en la piel del territorio de la mama, así como en los ganglios axilares y supraclaviculares, bajando el riesgo del 35 -40% a menos de un 8%. Asimismo, aumenta la supervivencia de las mujeres irradiadas a largo plazo en torno a un 12-15%”, asegura el doctor Leoncio Arribas, Jefe del servicio de Oncología Radioterápica del IVO .
Los tratamientos cada vez son más personalizados y menos agresivos, ¿se tiene en cuenta no solo las posibilidades de curación sino también la calidad de vida del paciente?
Doctor Gavilá: Nuestro objetivo es curar más siendo lo menos agresivos posible. De forma global hemos identificado tres grandes grupos de cáncer de mama: hormonal, triple negativo y HER2. Cada vez más subclasificamos cada uno de ellos en otros subgrupos con peculiaridades específicas que permiten emplear tratamientos dirigidos, estos subgrupos pueden suponer el 2-5% de todos los cánceres de mama. La selección de tratamiento en base a test genómicos los estamos aplicando ya en nuestro día a día. A la hora de decidir si una paciente, tras la cirugía, podría necesitar quimioterapia, usamos test genéticos. La aplicación de estos puede evitar la quimioterapia hasta en un 40% de los casos.
El abordaje coordinado y multidisciplinar es uno de los ejes de la estrategia del IVO y para ello cuentan con el comité de tumores. ¿Cuál es su papel? ¿Cómo se decide cada tratamiento?
Doctor Gavilá: Efectivamente, los equipos multidisciplinares, donde cada caso es evaluado por un conjunto de especialistas, permiten con su valoración integrada decidir de forma conjunta la mejor opción terapéutica para cada caso, es una forma más de tratar de la forma más individualizada posible al paciente.
Uno de esos tratamientos es la radioterapia, ¿qué porcentaje de pacientes reciben radioterapia ante un cáncer de mama?
Doctor Arribas: Prácticamente todas las mujeres que reciben un tratamiento conservador van a necesitar un tratamiento de radioterapia, entre un 75-80%. También la radioterapia es muy útil como tratamiento de síntomas como el dolor de metástasis óseas, en las metástasis cerebrales, etc. Suponiendo también un número alto de mujeres que se beneficiaran de dicho tratamiento.
¿Existen efectos secundarios?
Doctor Arribas: Como todos los tratamientos utilizados contra el cáncer, la radioterapia también tiene unos efectos secundarios que conforme aplicamos las nuevas técnicas de radioterapia hemos conseguido disminuir en los últimos años, a pesar de ello se pueden producir inflamaciones en la piel irradiada que mejoran con tratamientos locales a los pocos días de finalizado el tratamiento en la gran mayoría de los casos.
En el IVO se realiza una radioterapia de alta precisión y personalizada, ¿qué aporta a los pacientes?
Doctor Arribas: Las dos formas de radioterapia, es decir la radioterapia externa y la braquiterapia (introducción de un material radiactivo a través de tubos plásticos en la mama) mejoran la calidad de vida de las pacientes al permitir el tratamiento conservador. Asimismo, esa radioterapia de precisión ha permitido en los últimos años acortar los tratamientos, pasando de 30 a 15 e incluso 5 sesiones, disminuyendo, de esta manera, los desplazamientos que debían hacer los pacientes al hospital y acortar la duración del tratamiento global.
¿Cuáles son los últimos avances en radioterapia oncológica?
Doctor Arribas: Principalmente son la introducción de las nuevas técnicas de imagen en el control del posicionamiento, el control del movimiento respiratorio durante el tratamiento con cámaras de 3D y aplicar técnicas de braquiterapia o radioterapia intraoperatoria en el mismo acto quirúrgico son las técnicas que han permitido realizar una radioterapia de precisión y personalizadas a cada paciente, mejorando los resultados y disminuyendo posibles complicaciones.
¿Por dónde pasa el futuro de los tratamientos?
Doctor Gavilá: El futuro pasa por muchos aspectos, desde la prevención primaria evitando todas aquellas situaciones que aumentan el riesgo de desarrollar una neoplasia hasta los equipos multidisciplinares que permiten tomar decisiones de forma conjunta, teniendo siempre en cuenta la opinión del paciente, tratando a cada paciente de una forma más “individual”.
El IVO ha participado en el ensayo Coralleen, promovido por el grupo académico internacional SOLTI, que presenta unos buenos resultados de un tratamiento biológico que podría evitar la quimioterapia en uno de los cánceres de mama más agresivos, ¿en qué consiste el ensayo?
Doctor Gavilá: Es un estudio que incluyó 106 pacientes postmenopáusicas, sin regla, con cáncer de mama hormonosensible y alto riesgo de recidiva candidatas a recibir un tratamiento quimioterápico antes de la intervención, lo que se denomina tratamiento neoadyuvante. El aspecto más importante es que previamente al inicio de tratamiento se realizaba un test genético conocido como PAM50 y solo se incluían aquellas con alto riesgo de recidiva. Tras seis meses de tratamiento biológico con dos fármacos orales, se demostró que cerca del 50% de las pacientes pasaban de un riesgo alto a un bajo riesgo de recaída; resultados similares a la quimioterapia, pero con un perfil de toxicidad mucho mejor.
¿Qué otros avances están habiendo en el tratamiento del cáncer de mama?
Doctor Gavilá: Sin duda alguna el presente es de las terapias biológicas y el tratamiento específico de cada tumor y paciente. Avanzamos día a día con nuevos agentes y subtipos de cáncer de mama con terapias específicas. Desde tratamientos para la enfermedad HER2 positiva, inmunoterapia para el cáncer de mama triple negativo y nuevos agentes como Alpelisib para el 40% de los tumores hormonales que presentan mutación en un gen llamado PI3K.
La pandemia, ¿cómo ha influido en los tratamientos del IVO?
Doctor Arribas: La pandemia ha favorecido la rápida introducción de protocolos de radiación con menos sesiones de tratamientos, reduciendo el número de veces que las pacientes acuden a los servicios, disminuyendo el riesgo de contagiarse durante su estancia en el hospital. Comprobando de una manera rápida que esta forma de administrar la radiación es segura y no conlleva mayor riesgo a las pacientes.
Doctor Gavilá: Del mismo modo, a nivel de tratamientos sistémicos buscamos que el paciente acuda lo menos posible al hospital, solo cuando sea necesario, modificando esquemas semanales a trisemanales con la misma eficacia. De nuevo el trabajo en equipo permite una asistencia segura y de calidad.