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La primera arquitecta espacial

El diseño jugó un importante papel en la carrera espacial, donde Galina Balashova se convirtió en la verdadera pionera, y olvidada, de hacer habitables aquellas naves y cápsulas espaciales.

2/03/2020 - 

VALÈNCIA. El otro día hablábamos del diseñador que hizo habitable el espacio, Raymond Loewy, quien diseñó la primera estación espacial americana puesta en órbita en 1973. Pero en la carrera espacial en la que competían Estados Unidos y Unión Soviética en los 60s y en los 70s, ¿quién se encargaba del diseño en el lado soviético?

Galina Balashova, arquitecta y diseñadora rusa nacida en 1931, fue la responsable del diseño de interiores para estaciones espaciales, de su mobiliario, sus mandos, ergonomía e incluso de aplicaciones gráficas como logos de programas. Como Loewy, su polifacética colega rusa se encargó de todo, sin más equipo que sus pinceles y acuarelas, pero con una posición mucho más modesta y sin ningún reconocimiento durante más de cincuenta años. De hecho, Balashova inicia todo su trabajo en torno a los habitáculos espaciales unos años antes que Loewy.

Proyecto de hogar familiar diseñado por Galina Balashova en 1951 (izquierda) y un boceto suyo de 1976 de la estación espacial Mir (derecha).

El primer contacto de Balashova con el programa espacial soviético sucede en 1957 cuando entra como arquitecta en OKB-1, la fábrica rusa de naves y componentes de estaciones espaciales. Allí se dedicaría al diseño de viviendas para el personal de la casa, y hasta 1963 no recibiría el primer encargo para colaborar con el diseño de interiores de la Soyuz y de las primeras estaciones espaciales de la Unión Soviética lanzadas a partir de 1971. 

Lo que se le pedía a Balashova no era otra cosa que hacer habitables unas cápsulas que los ingenieros no habían sabido abordar. Y así es como empezó a organizar el reducido espacio, a trabajar medidas, ergonomía, usos del color (diseñando su característica paleta en pasteles) para orientar a los astronautas y detalles como aplicar velcros a los sofás y a los pantalones de los astronautas.


Diseño original de Balashova para el interior de la cápsula Soyuz de 1963 (izquierda) y detalle de un panel de mandos también de la Soyuz de 1964 (derecha).

Diseño de Balashova en 1975 para el logo de la misión Apollo-Soyuz, representando la unión espacial entre Estados Unidos y Unión Soviética.

Gran parte de su trabajo fue clasificado como secreto y de hecho su firma no consta en los registros de sus obras ni patentes, por todo esto su figura pasó tan desapercibida. Ser mujer, joven y dedicarse a algo que parte del equipo de ingenieros consideraban prescindible se las hizo pasar canutas en un mundo exclusivamente de hombres.

El libro Galina Balashova: Architect of the Soviet Space Programme fue el reciente descubridor de todo el trabajo de la diseñadora rusa. Se trata de una monografía que el arquitecto y autor alemán Philipp Meuser publica en 2015, una gran recopilación de diseños en la que desvela todo el archivo personal de Balashova, desde el mundo industrial al gráfico.

Suyos son algunos logos de misiones de colaboración espaciales, o también los interiores de la Mir, la primera estación espacial que estuvo habitada de forma permanente durante trece años desde 1986. Y sus acuarelas no se quedaban sólo en el proyecto, ya que que recreaba a modo de postales algunas estampas soviéticas que colgaba en el interior de las naves para que la tripulación mantuviese cierto vínculo con su hogar. El tema psicológico fue otro de sus fuertes al hacer más habitable la vida en estas estaciones.

Terminó su carrera en 1991 cuando ejercía de asesora, y ahora, a sus 88 años, reconoce que ni siquiera se le remuneró gran parte del trabajo que realizaba desde casa y en ratos libres y fines de semana, ya que seguía trabajando en paralelo como arquitecta por aquél entonces. Lo de trabajar a distancia para el programa espacial soviético no era por otra cosa que porque no le permitían la entrada a las salas de trabajo de ingenieros y diseñadores, algo que terminó por no aguantar y tuvo que dimitir para que finalmente le reconociesen un sueldo digno y la admitiesen de vuelta, incorporándola finalmente al departamento de diseño, aunque nunca le dejaron firmar sus trabajos por ser mujer, con la excusa de ser material clasificado.

Bocetos a acuarela de 1980 de la estación espacial Mir (izquierda) y aplicación tipográfica y de rotulación de 1974 del transbordador Buran (derecha).

Galina Balashova hizo realmente todo tipo de diseños espaciales que plasmó a través de sus futuristas y fabulosas acuarelas. Aplicó rotulaciones a transbordadores, diseñó desde satélites a muebles, todos los interiores de las cápsulas y laboratorios con elementos que han seguido intactos hasta hoy, paneles de mandos, estudios de ergonomía o diseño gráfico de logos de los programas espaciales o pins y parches para los astronautas, dejando bien alto el listón de la carrera espacial por el diseño.

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