VALÈNCIA. “Es la hora de la cultura, es la hora de invertir”. Esta era una de las frases pronunciadas ayer durante la gala de los premios AVETID (Associació d’Empreses d’Arts Escèniques del Pais Valencià), un evento en el que, por encima de todo, se quiso poner el foco sobre aquellos trabajadores que hacen posible que todo aquello que ha de pasar sobre un escenario, efectivamente, pase. Desde medios de comunicación, representados por Valencia Teatros, unos de los ganadores de la noche, hasta compañías y actores. Aunque no solo ellos. La frase con la que se inicia este artículo, de hecho, corresponde a José María Bullón, presidente de la AGCPV (Associació de Gestors i Gestores Culturals del País Valencià), otra de las entidades celebradas ayer en una fiesta que desplegó su poder en la Sala Alfons el Magnànim del Centre Cultural La Beneficencia.
También Bullón habló de “profesionalizar y dignificar” la gestión cultura, palabras que se repitieron más de una vez. Entre ellas, en el discurso de Te Veo (Asociación de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud), en el que reivindicaron la “dignificación del teatro para la infancia”, un arte dirigido a aquellos “sin derecho al voto”, pero con todo el derecho a “cultura de calidad”. Pero no solo se trata de la puesta en valor de un y otro segmento, sino de generar un diálogo. El cuarto premiado por AVETID, Toni Pastor, gestor cultural y productor con 35 años de experiencia, abogó por potenciar la “conexión” entre el sector del pasado, del presente y del futuro, y lanzó una petición para quien allí quisiera escuchar: “el sentido común me hace incomprensible que los estudiantes de arte dramático no tengan un teatro”. Uno de los momentos más emotivos del evento vino de la mano de Teresa Soria, quien acabó su discurso con un sonoro: “¡Viva el teatro y viva València!”.
Fue una noche para la celebración, pero también para la reivindicación. En su discurso, María Ángeles Fayos, presidenta de la asociación, pidió un mayor apoyo por parte de la administración pública, frente a un público que contaba con la presencia de Abel Guarinos, director del Institut Valencià de Cultura; Glòria Tello, concejala de Cultura del Ayuntamiento de València; o Rosa Pérez Garijo, diputada delegada de Teatros, entre otros. “En València seguimos teniendo mucho talento […] Yo no quiero el gran potencial, quiero el gran talento ya”, afirmó Fayos, quien defendió la necesidad de una mayor inversión y el fomento artes escénicas y la cultura en las escuelas. “Empezamos a ir por el buen camino”, añadió, una buena sintonía que, pidió, se vea reflejada en los programas electorales de 2019. Parar cerrar, una reflexión: “el talento es libre y no se puede doblegar”.
Presentado por Juanfran Sáez y Noelia Pérez y con las intervenciones de A Tempo Dansa, Carles Castillo y la compañía Cashalada, el evento quiso homenajear con los premios AVETID d’Or a las veteranas compañías Vistants, Teatro de la Resistencia y Circo Gran Fele, referentes profesionales de las artes de calle, el circo y la escena valenciana, así como a Núria Espert, premio AVETID d’Honor a toda su trayectoria. “Hoy es un gran día para todo el teatro, de València, de España y europeo”, indicó Espert durante su discurso, en el que agradeció el “afecto” por su trabajo y un premio que “siento que me lo he ganado”. No es para menos. Fue en 1959 cuando crea su propia compañía, forjando en los 60 una sólida reputación como actriz teatral. Desde entonces ha sido reconocida con casi medio centenar de premios, entre ellos, numerosos Fotogramas de Plata, Premio Butaca, Premio Ondas, Premio Valle Inclán de Teatro, Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert y Premio Princesa de Asturias de las Artes.
También fue momento de celebrar para el resto de compañías galardonadas y, de igual forma, de reivindicar -cada una desde su posición- cuestiones que tienen mucho que ver con el avance del sector de las artes escénicas dentro y fuera de la Comunitat Valenciana. “El circo es la cenicienta de las artes escénicas, o eso creen las administraciones", defendieron desde el Circo Gran Fele. Por su parte, la compañía Teatro de la Resistencia deseo a las compañías jóvenes la misma "suerte" para aguantar un cuarto de siglo -"nunca hemos recibido un premio tan merecido", confesaron-, mientras que Visitants reivindicó la visibilidad de aquellas empresas que no operan desde la capital. "Si una compañía no pasa por València es como si no existiera". Con una buena lista de cuestiones sobre las que reflexionar y atacar el presente, las artes escénicas cogen aire para crecer en un futuro no lejano.