Los estudiantes castellonenses se examinan de la EBAU (Fotos: Antonio Pradas)
CASTELLÓ. El Instituto de Educación Secundaria (IES) Francesc Ribalta ostenta estos días el extraño título de ser el centro con el mayor número de alumnos que se examinan en la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) de toda la Comunitat Valenciana. El simbólico centro educativo castellonense alberga desde este martes y hasta el jueves a 180 estudiantes en la comúnmente conocida selectividad.
Estos 180 son una parte delos 2.816 jóvenes de las ocho comarcas castellonenses que se han matriculado para examinarse en la selectividad. Todos ellos se reparten en 54 centros, todos los de la provincia, que, a su vez, se dividen en 254 aulas. Esta organización depende del tamaño y la capacidad de cada instituto y tiene el objetivo de minimizar un posible contagio de la covid-19. "La regla es respetar el metro y medio de distancia", remarca la Conselleria de Universidades.
Con el fin de reducir la hipotética expansión del coronavirus, la Generalitat ha puesto a disposición de los centros toneladas de material de seguridad e higiene. En toda la Comunitat ha repartido, entre otros artículos, 33.545 mascarillas y 3.090 unidades de gel hidroalcohólico. Asimismo, 2.500 profesores, 2.000 vigilantes y 1.800 empleados de otras áreas se aseguran estos días de que todo transcurra con normalidad.
Gracias a ello, todos los centros castellonenses han tomado las medidas de seguridad pertinentes. Y para afrontar de la mejor forma posible el reto que supone el coronavirus, se expusieron a unos simulacros del 29 de junio hasta el 5 de julio, la semana anterior a la selectividad para tenerlo todo a punto durante estos tres días. Como curiosidad, la directora general de Universidades, Pilar Ezpeleta asistió al simulacro del IES Ribalta.
En cuanto a la primera jornada, desde Conselleria destacan que no se ha producido ningún sobresalto. Y es que, la Policía Local, el 112 y Protección Civil colaboran para solventar "cualquier incidencia que pudiera producirse", remarca la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, mientras desde la Conselleria de Universidades concretan que estos cuerpos de seguridad y prevención se ocupan de "las entradas y las salidas y de custodiar los exámenes".
Lo atípico de la actual EBAU se demuestra en que desde hace alrededor de veinte años los alumnos no se examinaban en sus propias aulas. En esta situación, desde la Conselleria de Universidades se decidió porque fueran docentes de un instituto distinto los que supervisaran a los alumnos de cada centro educativo. Eso sí, los criterios para la evaluación no han cambiado en estas pruebas y es el tribunal el que se encarga de corregir los exámenes.
A la hora de organizarse en las aulas, la Generalitat ha repartido tarjetas de colores con las que diferenciar a cada persona que participa en las pruebas. El tribunal porta una tarjeta verde, los coordinadores del centro una roja, los vigilantes amarillas, el personal del instituto naranja y los estudiantes una tarjeta azul.
Este martes, 7 de julio, los casi 3.000 estudiantes castellonenses se han examinado de Historia. Los alumnos han podido elegir entre las sociedades patrióticas; el sufragio femenino; el Trienio Liberal; la II República; las diferencias entre soberanía y división de poderes en un régimen absolutista y uno constitucional; el papel atribuido a la mujer en la República y en la dictadura franquista; además de un fragmento de Pérez Galdós; y la ley electoral de mayo de 1931.
También se han enfrentado al examen de Valenciano, en el que han salido preguntas sobre lingüística, se han propuesto escritos de los autores Urbà Lozano, Rodolf Sirera y Joan Fuster y un artículo de un diario sobre un informe del Consejo de Europa alertando de la situación preocupante del la lengua autóctona.
Para este miércoles, día 8, los alumnos se enfrentan a las asignaturas de Castellano e Inglés, mientras que el último día, jueves, se examinarán de Latín II, Matemáticas II y Fundamentos del Arte II.
