VALÈNCIA. El Congreso de los Diputados aprobaba el 29 de junio de 2017 el tratado comercial entre la Unión Europea (UE) y Canadá bautizado como Acuerdo Económico y Comercial Global (CETA por sus siglas en inglés). El visto bueno salió adelante con 179 votos a favor del PP, Ciudadanos, PNV y PdeCat, 79 en contra de Unidos Podemos, ERC y Compromís y 81 abstenciones de los socialistas, que cambiaron la intención de voto. Lo hicieron como un "toque de atención" a la UE ante el "nuevo marco" que se está abriendo y en el que es necesario "revisar los tratados" con el objetivo de buscar un comercio internacional más justo, tal y como advirtió entonces el diputado Pere Joan Pons. Finalmente el tratado entró en vigor el 21 de septiembre de 2017.
Quinientos días después lo hacia el Japan-EU Free Trade Agreement (JEFTA), es decir, el Tratado de Libre Comercio entre Japón y la UE, el mayor acuerdo comercial bilateral cerrado por la Unión Europea. "Nosotros estamos a favor porque es fundamental desde el punto de vista geostratégico y de los puntos de vista de los intereses de España", señalaba entonces la eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez Piñero.
Ambos tratados han impactado positivamente sobre las exportaciones de la Comunitat Valenciana hacia tierras niponas y canadienses... hasta que llegó el coronavirus y lo cambió todo. Pero no solo en las ventas al exterior de productos autonómicos hacia ambas áreas geográficas sino a todo el planeta ante el parón comercial provocado por la crisis pandémica, que ha golpeado duramente a las exportaciones mundiales.
Así, y en lo que al CETA se refiere en la época pre-covid, desde el primer momento las ventas de productos valencianos a Canadá experimentaron un sustancial crecimiento. Hasta el punto de que llegaron a triplicarse como se aprecia en la imagen correspondiente a una diapositiva de Cámara Valencia. Los sectores más dinámicos fueron automóvil, frutas, plásticos, calzado y textil-hogar.
Por su parte, el JEFTA permitió que las relaciones comerciales de la Comunitat Valenciana con el país del sol naciente crecieran un 40% durante 2019. En este sentido los sectores más beneficiados de la reducción de aranceles y cuotas de importación fueron agroalimentación, maquinaria, químico y textil-confección; mientras que gracias a este tratado las importaciones de Japón fueron más dinámicas destacando el automóvil y los bienes de equipo.
José Vicente Morata, presidente de Cámara Valencia, defendió hace un mes el impacto positivo de los acuerdos comerciales de la UE en las empresas valencianas y la importancia de la industria local valenciana. “Si nos fijamos en los últimos acuerdos comerciales firmados por la UE vemos cómo han impactado positivamente en nuestro comercio exterior", señalaba.
Sin embargo, el coronavirus y la necesidad de poner las bases para la recuperación ha llevado a la Comisión Europea a revisar su política comercial. Y lo ha hecho a través de una consulta pública para comprobar cómo pueden contribuir las relaciones comerciales a la construcción de una Unión Europea más fuerte.
"En Cámara Valencia nos coordinamos con Cámara España y la Comisión Europea trasladando a las empresas valencianas las consultas públicas que pone en marcha periódicamente la Comisión Europea, incluida la actual sobre el futuro de la política comercial europea. Se trata de recopilar la opinión de empresas, a efectos de poder elaborar una posible posición consolidada de las Cámaras de Comercio. Por otra parte, estamos coordinando nuestros servicios de comercio exterior con ICEX e IVACE Internacional, tanto en actividades de promoción y formación como a través de la diplomacia económica", advertía Morata al respecto.
Mientras tanto, y a lo largo de los cinco primeros meses del año en curso -último dato disponible a la hora de escribir estas líneas-, las exportaciones de la Comunitat Valenciana hacia Canadá cayeron un 27,9% hasta los 172,3 millones de euros respecto al mismo periodo de 2019; mientras que las importaciones descendieron un 12,8% hasta los 24,1 millones, lo que arrojó un saldo comercial positivo de 148,2 millones, pero eso sí un 29,9% inferior al periodo enero-mayo del pasado ejercicio.
Por su parte, las ventas de productos autonómicos a tierras japonesas retrocedieron un 13,7% hasta el pasado mes de mayo, al totalizar 42,8 millones de euros; mientras que las importaciones se redujeron un 19,5% hasta los 268,4 millones. De este modo, la balanza comercial presentó un déficit de 225,6 millones, un 20,6% superior a los cinco primeros meses de 2019.