VALÈNCIA. Las escisiones empresariales -o 'spin-off' como lo llaman los ingleses- tienen fama de ser buenas oportunidades de inversión. Es en la década de los noventa cuando por primera vez los medios recogen un fenómeno cuya convicción ha sobrevivido a lo largo del tiempo en las cabezas de algunos inversores. Sin duda, sería algo atrevido pensar que todas las escisiones se convierten en negocio redondo para el inversor pero vayamos analizándolo para averiguar cuánta verdad puede haber detrás del mito.
En una 'spin-off' empresarial lo que se produce es una separación de un área/negocio, mediante la creación de una nueva sociedad independiente y separada de la empresa en la que figuraba el área/negocio con anterioridad. En la mayoría de los casos de escisión, los accionistas de la sociedad de origen reciben nuevas acciones de la separada, por un valor que a priori compensa la devaluación registrada en las acciones de la sociedad de origen o tienen un derecho preferente en la adquisición de las nuevas a un precio estipulado.
Se puede destacar que existen estudios publicados en la década de los años noventa que incitan a que cotizadas creadas por escisión consiguen superar el rendimiento del resto un 10% de media durante los tres primeros años de vida. Unos resultados realmente considerables si lo ponemos en contexto con las rentabilidades medias que consiguieron las bolsas en esta última década. De ser cierto y aplicable a los tiempos actuales, esto significaría que si por ejemplo en bolsa se obtenía una media de 10% en los últimos tres años, con empresas resultantes de 'spin-off' se podía haber logrado una media de 20% en el mismo periodo. Pero ojo, estos estudios se apoyan en estadísticas de tiempos atrás por lo que sus resultados no se pueden aplicar uno por uno a los tiempos que corren ahora.
En primer lugar no se debe cometer el error de dar por hecho que la sobreperformance de una 'spin-off' se da por regla general y es importante saber separar la paja del trigo. Es cierto que en estudios más recientes (2015 y 2017), uno de los puntos más destacados volvió a ser el de mayor rentabilidad frente a las demás cotizadas pero con una nota de diferenciación importante: solo si se elige con acierto. Dicho de otra manera: si logro identificar a las exitosas, se podría dar una sobreperformance importante solo en los primeros tres años. De lo contrario, el comportamiento se cuece a fuego más lento y una outperformance solo sería demostrable en periodos de análisis más largos (7-10 años). En este sentido, apostar mediante una estrategia de inversión pasiva (ETF’s) podría requerir mucha paciencia al inversor.
Pero, ¿cuáles podrían ser los factores que ayudan a que una 'spin-off' tenga mejor recorrido que otra? Para comenzar indicar que muchas veces se da la situación de que inversores institucionales la venden nada más sale a cotizar. No tanto por motivos de 'no convicción' sino porque muchas veces la nueva empresa no encaja por sector, perfil de riesgo, tamaño o por liquidez del valor. En la mayoría de las ocasiones, este comportamiento provoca que la nueva cotizada durante las primeras semanas se comporte peor que el resto del mercado y puede resultar en una ventana de oportunidad para inversores con el fin de comprar con un descuento considerable.
Después está el aspecto fundamental de una 'spin-off'. Con la separación de la empresa origen muchas veces se desprenden sinergias negativas. Son una oportunidad para aligerar estructuras internas pesadas, reducir burocracia o de redefinir responsabilidades de manera más clara y transparente. Como último y tal vez más importante, el foco estratégico de la directiva para lograr objetivos y resultados se centra en un campo ya muy concreto y sin que influyan aspectos exteriores impuestos por mandos superiores de una 'casa madre'. Está claro que todos estos campos de mejora no son garantía de éxito per se pero las empresas que sepan aprovechar para hacer cambios adecuados con sentido, muy probablemente sabrán convencer para que se les detecten como 'ganadores'.
El inversor particular debe saber que no existe un patrón claro de mejor comportamiento en empresas resultantes de 'spin-off'. Es sin duda un campo lucrativo para captar rentabilidad 'superior' pero en el corto/medio plazo mucho dependerá de la buena selección de valores. Luego necesitas buenos nervios para no ponerte nervioso cuando estos valores pasen por fases de alta volatilidad porque su desviación estándar por norma también es mayor. Si están bien seleccionadas las empresas, la volatilidad a lo largo del tiempo paga y se convierte en mayor rentabilidad para el inversor. Y para completar el cuadro de buenas prácticas, siempre es aconsejable que te dejes guiar por alguien que en momentos de incertidumbre te ayude a interpretar bien las cosas para no tomar decisiones por puro impulso para evitar arrepentirse después.
Christian Dürr es socio director de Ética Patrimonios EAF