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Las turbulencias entre Bonig y Casado se intensifican en plena resaca electoral

31/05/2019 - 

VALÈNCIA. La desconfianza entre la dirección regional del PPCV que encabeza Isabel Bonig y la cúpula nacional del partido que preside Pablo Casado no ha disminuido un ápice tras las elecciones municipales celebradas el pasado domingo. La tensa relación labrada en las primarias del pasado año, un proceso en el que el entorno responsable autonómica se volcó con Soraya Sáenz de Santamaría, sigue sin relajarse con el escenario arrojado por las citas ante las urnas.

Así, pese a que se aprecia cierta intención por parte de Bonig en sus comparecencias públicas de templar gaitas, vienen surgiendo distintas causas por las que se evidencian las discrepancias existentes entre ambas direcciones.

En el sector 'casadista' existe malestar por informaciones publicadas la víspera electoral y que atribuyen al entorno de Bonig acerca de reclamar cambios en la dirección nacional tras la debacle de las generales. Unas críticas que, en cierta medida, la propia presidenta del PPCV trasladó en la comida privada -según publicaron varios medios- el pasado lunes cuando ya habían pasado los comicios, reclamando más atención a las direcciones regionales así como un reposicionamiento más moderado y centrado que el que ha venido aplicando Casado. Unas críticas que la alinearon a otros líderes regionales -en este caso presidentes de gobiernos autonómicos- como Alberto Núñez Feijóo o Juanma Moreno.

Por su parte, también en Génova han tomado decisiones que no han dejado indiferente al entorno de Bonig. La imposición de Carlos Mazón como candidato a la Diputación de Alicante ha supuesto un revés importante al sector del presidente provincial, José Císcar, uno de los principales aliados de la líder regional. Así, pese a que desde la cúpula autonómica se ha cerrado filas y no ha habido ningún pronunciamiento público en contra de esta designación, no puede decirse que exista satisfacción por la decisión.

Además, se ha intensificado en los últimos días el rumor sobre la posible convocatoria de congresos extraordinarios, provincial y local, donde existe implantada una gestora. Una maniobra que en el PPCV ven auspiciada desde Madrid y que también está generando no poco malestar en la dirección regional dado que se entiende como una manera de contribuir a la inestabilidad en la estructura autonómica, además de tratar de reforzar alternativas afines a Casado.

Guinda del pastel: Maroto, senador 'valenciano'

Con estos antecedentes, este miércoles una información de El Español contribuyó a incrementar las turbulencias entre ambas direcciones. El citado diario aseguraba que la cúpula nacional estudiaba la posibilidad de que el responsable de Organización, Javier Maroto, pudiera entrar como senador territorial por la Comunitat Valenciana -pese a proceder del País Vasco- con el objetivo de que fuera portavoz en la Cámara Alta.

Una posibilidad que el propio protagonista eludió descartar cuando fue preguntado pero que sí rechazó de plano Bonig al ser interpelada por los medios de comunicación. "Como ya dijimos, será Alberto Fabra", sentenció, para puntualizar además que no había recibido ninguna llamada de Génova sobre este asunto. En esta línea, la líder regional destacó la "capacidad, mérito y legitimidad" de Fabra para el puesto. "Y punto y pelota", remachó.


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