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OPINIÓN

La tensión entre Estados Unidos y China no desaparecerá

El gestor considera que los chinos pueden tomar la delantera en muchas áreas como son tecnología, influencia política, dominio económico...

10/07/2020 - 

MADRID. Una vez que la pandemia por coronavirus está más o menos controlada pese a los rebrotes, y con los nuevos hábitos de higiene y distanciamiento social cada día más consolidados, los confinamientos masivos de la población y la acumulación de bienes de primera necesidad descenderán previsiblemente.

Aunque no desaparecerán por completo ya que el virus sigue entre nosotros. Hemos vivido semanas e incluso meses de teletrabajo y restricciones a la movilidad, y esto generará cambios en el comportamiento. En concreto, puede que actuemos como muchos otros supervivientes de eventos traumáticos colectivos y evitemos algunas situaciones.  

Así las cosas, es razonable pensar que el comportamiento del consumidor va a cambiar y la tendencia a un aumento de las compras online es altamente probable. Eso cambiará el panorama de las tiendas y las cadenas de suministro. Recurrir a Internet no es sólo el camino correcto para los consumidores. Incluso las empresas harán el cambio.

La demanda de más infraestructura en la nube (almacenamiento de datos) se acelerará aún más. Además, el cambio a los robots y a la inteligencia artificial ya estaba en marcha, pero la pandemia ha acelerado lo que era solo una tendencia, proporcionando un viento de cola significativo a las empresas de este ámbito. La mayoría de estas empresas que ofrecen modelos económicos de plataforma o tienen otra exposición a la automatización o a la robótica tienen su sede en el extranjero. Además, China y EE.UU. dominan la carrera de la computación cuántica y la inteligencia artificial. Por lo tanto, los beneficiarios a largo plazo de la crisis de Covid-19 son compañías globales con presencia en China y Silicon Valley.

Pero incluso en las áreas más tradicionales, China puede ofrecer oportunidades de inversión. Aunque por el momento el consumidor asiático no viajará a Europa, volverá a los hábitos anteriores a la crisis: la demanda de lujo se recuperará. Sin embargo, eso puede ser diferente para las comidas fuera de casa, que podría no volver al mismo nivel. En cambio, la entrega a domicilio puede ganar más cuota de mercado. Las transacciones en efectivo prueban que estos hábitos están cambiando, y estos cambios se están replicando en Europa y Estados Unidos.

La tensión entre EE UU y China no desaparecerá. China puede tomar la delantera en muchas áreas (tecnología, influencia política, dominio económico...). Prohibir a los inversores estadounidenses comprar acciones chinas no detendrá este proceso. Podría añadir volatilidad o reducir la liquidez en las cotizaciones de Estados Unidos, pero los inversores a largo plazo necesitan aceptar estas fluctuaciones a corto plazo y centrarse en los ganadores a largo plazo. Por lo tanto, es necesario mirar hacia delante y hacer nuestra la máxima de que en el término medio está la virtud.

Patrick Vogel es gestor del MainFirst Global
Equities Fund

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