VALÈNCIA. La 'vieja' Pescanova se convirtió el pasado viernes en el gran animador de una sesión bursátil donde el Ibex 35 de dejó un 3,6%, pero aún así completó su primera semana al alza (+5,2%) tras varias de duro castigo. La pesquera gallega, ajena al ruido del mercado provocado por la pandemia, se disparó un 44,47% para liderar los avances del centenar de cotizadas del Mercado Continuo. Fue el mayor 'subidón' desde el 49,53% anotado el pasado 21 de febrero y el denominador común en ambas sesiones fue Abanca.
Hace poco más de un mes corrió el rumor por el mercado que la otrora entidad llamada Novocaixagalicia -fruto de la fusión de las extintas cajas gallegas CaixaGalicia y CaixaNova- tenía intención de hacerse con el control de Nueva Pescanova -que controla , lo que disparó su precio hasta los 0,551 euros por acción. Prácticamente el mismo que marcó el pasado viernes (0,549 euros), el día después de que Abanca anunciara que ya se había hecho con la mayoría accionarial de la pesquera gallega, que conviene recordar que tiene como único activo el 1,65% de Nueva Pescanova.
El banco presidido por Francisco Botas comunicó el jueves la adquisición del 39,8% en manos de Banco Sabadell y CaixaBank el 39,8% del capital de Nueva Pescanova, lo que supone incrementar hasta el 80,46% su posición en la empresa pesquera gallega y tomar así su control con el objetivo de "salvaguardar una empresa fundamental para Galicia". Una operación que se formalizará en las próximas semanas, pero que ya ha dado alas en el parqué a la 'vieja' Pescanova.
La valorización actual en bolsa de la 'vieja' Pescanova asciende así a 15,7 millones de euros, siendo actualmente titular de tan solo el 1,65% del capital de Nueva Pescanova. De este modo, la cotizada gallega, que multiplicó el pasado viernes por más de doce su volumen diario anual según los datos de Infobolsa, registra una subida en bolsa en lo que va de año del 37,25%. Pese a ello tiene una de las capitalizaciones más bajas de todo el Mercado Continuo con menos de 16 millones de euros.
En 2019, la 'vieja' Pescanova contabilizó unas pérdidas netas de 130.000 euros, lo que representa una disminución del 27,3% en comparación con los 'números rojos' de 179.000 contabilizados en el año precedente. La compañía anunció en enero estar inmersa en la implementación de un plan estratégico orientado a retomar la actividad comercial en Sudamérica.
En una primera fase, la firma ha empezado a poner en marcha una infraestructura de distribución en Bolivia para comercializar productos del mar y otros productos de alimentación. El objetivo del consejo de administración con esta nueva actividad en Sudamérica es recuperar su actividad propia y dejar de ser exclusivamente una sociedad de mera tenencia de su participación en Nueva Pescanova.
Todo ello mientras la Audiencia Nacional comenzó a juzgar a la antigua cúpula de Pescanova por presuntamente maquillar las cuentas de la compañía entre los años 2009 y 2012, con el objetivo de ocultar las pérdidas millonarias que la acabaron abocando a un concurso de acreedores.
Por su parte, el grupo Nueva Pescanova cerró el ejercicio de 2018, último disponible, con un resultado neto de 5,4 millones de euros (5,1 millones más que el año anterior). Lo hizo cifrando en 41 millones de euros las inversiones realizadas y la facturación en 1.008 millones de euros, lo que supone un 1% más que en 2017.
El plan de Abanca para la compañía incluye reforzar la estructura financiera de la empresa y sus principales ámbitos de actividad corporativa y comercial, para avanzar en la búsqueda de un socio industrial que permita construir un proyecto de valor a largo plazo desde Galicia.
