Los Farmacéuticos de Castellón se reúnen para debatir sobre la eficacia de los probióticos 

CASTELLÓ. Más de 50 farmacéuticos se reunieron este martes para debatir sobre la verdadera eficacia de los probióticos y resolver dudas sobre la infinidad de productos existentes en el mercado. En la mesa redonda, organizada por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Castellón,participaron el Dr. D. Eulogio Valentín, catedrático de Microbiología de la Universidad de Valencia, el Dr. D. Eloy Claramonte, vicesecretario del Colegio de Médicos de Castellón, y el Dr. Manuel Adell, responsable de Formación del Colegio de Farmacéuticos.

La jornada se inició con la exposición, por parte de los laboratorios Casen Recordati, Stada, Zambon, Pileje y GSN, de la gama de probióticos que las oficinas de farmacia pueden dispensar. En este sentido, se presentaron probióticos para la prevención y el tratamiento de enfermedades asociadas a la salud intestinal, al sistema inmunitario, a la salud bucodental, etc. Desde los laboratorios, se determinó que aunque haya una amplia variedad de productos probióticos, “no todos los probióticos sirven para todo, hay que conocer las características de cada uno de ellos para hacer un buen uso”. El Dr. Claramonte afirmó que “hay que poner el foco en la investigación, así se podrán utilizar estos productos con evidencia científica y determinar cuáles son los más indicados para cada paciente”.Por su parte, el Dr. Valentín declaró que estamos inmersos en una “burbuja probiótica”, que incluso ha traspasado el ámbito sanitario. 

“Encontramos probióticos hasta los supermercados. La gente los toma sin asesoramiento, algo peligroso si tenemos en cuenta que pueden provocar resistencia antibiótica a otros microorganismos que estamos tomando o incluso a los nuestros propios”. Asimismo, aseveró que “hay que tener en cuenta que la FDA no ha aprobado ningún probiótico como medicamento”. El Dr. Valentín destacó que cada ser humano tiene una microbiota totalmente diferente, por lo que “deberíamos hablar de microbioma y tratarlo como un órgano más de nuestro cuerpo”. “Aunque se realizan numerosos modelos en animales, existen muy pocos en humanos, y al ser tan diferentes, no podemos extrapolarlos al ser humano. El futuro es realizar estudios personalizados de cada paciente y diseñar probióticos a la carta para quesean realmente eficaces”, aseguró