VALÈNCIA. La junta general de accionistas de Elitia Invest acordó el pasado martes renunciar a la condición de institución de inversión colectiva (IIC). O lo que es lo mismo: la sicav de los hermanos Jorge y Antonio Gallardo -los fundadores de la cotizada Almirall y una de las mayores fortunas de la sanidad mundial- ha bajado la persiana, según ha podido saber este diario.
Dicha sociedad de inversión de capital variable ha solicitado su baja en el registro administrativo de sicavs de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y, además, la exclusión de negociación de sus acciones del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) donde cotiza como la mayoría de estos vehículos financieros.
Elitia Invest, que está domiciliada en Madrid y gestionada por Santander Private Banking (Banco Santander), fue registrada oficialmente por el organismo supervisor en marzo de 2002. Actualmente está presidida por Sergio Ortuño Suque, director comercial de banca privada del también llamado 'banco rojo'; y a 31 de marzo pasado -último dato oficial de la CNMV- contaba con 188 accionistas y uno solo controlaba casi la mitad del patrimonio.
Un patrimonio que al cierre del primer trimestre alcanzó los 415,05 millones de euros, convirtiéndose así en una de las sicavs con más poderío de las cerca de 2.700 que actualmente circulan por España bajo la órbita de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). Sin embargo, dicho patrimonio se había reducido hasta los 403,32 millones de euros, según la cotización a fecha 3 de julio en el segmento específico de las sicavs en el MAB.
Los Gallardo, que cerraron la compra del grupo valenciano Hospitales Nisa en enero de 2017 a través del grupo hospitalario Vithas -controlado por la familia Gallardo y participado por CaixaBank- como avanzó entonces este diario, han canalizado históricamente sus inversiones financieras por Elitia Invest. Una sociedad que a 31 de marzo pasado solo tenía en cartera participaciones en IICs -principalmente fondos de inversión- de gestoras de talla mundial como Aberdeen, Carmignac y Schroder por citar tres nombres, que copaban el 93,84% de los activos, mientras el resto estaba en liquidez.
Los hermanos Gallardo llevaron a bolsa a la farmacéutica Almirall -seguro que a más de uno ese nombre no le dice nada pero sí el celebérrimo protector de estómago Almax, producto estrella de la cotizada- un 20 de junio de 2007. Las acciones salieron a 14 euros y el primer día se dispararon un 7,14% hasta los 15 euros. Un precio por debajo de los 16,60 euros a los que echaron el cierre ayer, es decir, en máximos desde mediados de noviembre pasado como se aprecia en el gráfico adjunto.
La cotizada catalana se revaloriza en lo que va de año -tomando el cierre de ayer- un 25,76%, lo que equivale a una capitalización de casi 2.900 millones de euros. Un valor en bolsa que supera hasta siete cotizadas del Ibex 35 -índice al que se ha postulado varias veces pero que todavía no ha logrado entrar- como son Ence (992 millones), Indra (1.601), Meliá Hotels (1.982), Mediaset (2.149), Viscofan (2.180), Acerinox (2.275) y MásMóvil (2.786); además de tener a tiro de piedra a CIE Automotive, que capitaliza por 3.099 millones de euros.
Almirall, que está presidida por Jorge Gallardo Ballart y publicará sus cuentas del primer semestre el próximo 29 de julio, mejoró en beneficio, ventas y Ebitda entre enero y marzo de este año como publicó Valencia Plaza el pasado 13 de mayo. Lo hizo presentando unas ganancias de 32,6 millones de euros (+5,6% respecto al mismo periodo de 2018), unas ventas de 224,4 millones (+18,5%) y un resultado bruto de explotación de 80,2 millones (+38,3%).
Peter Guenter, consejero delegado de Almirall, expresó su satisfacción por los resultados del primer trimestre, que atribuyó a las marcas clave de Almirall y a los lanzamientos llevados a cabo en los tres primeros primeros meses de 2019. Además, la farmacéutica confirmó sus estimaciones financieras para 2019, que prevén un crecimiento de los ingresos totales de "doble dígito bajo" y un Ebitda de entre 290 y 300 millones de euros (a tipo de cambio constante); además de esperar que sus ventas netas también aumenten a "doble dígito bajo" y sus otros ingresos un 20%.