MADRID. El foco de la semana entre las monedas del G10 fue el retroceso del dólar estadounidense debido al empeoramiento de las perspectivas sobre la 'guerra comercial' y a las noticias económicas ligeramente mejores de lo esperado en la zona euro. Esta semana se espera que el foco de atención vuelva a los datos macroeconómicos, con especial atención a los índices PMI de actividad comercial en la zona euro que se publicarán el viernes. También se puede esperar cierta volatilidad el miércoles con la publicación del acta de la última reunión de la Reserva Federal y el jueves con la del BCE.
Perspectivas de las principales monedas
Libra esterlina
La semana pasada se publicaron una variedad datos de económicos en el Reino Unido como inflación, crecimiento y empleo que tan solo cumplieron con las expectativas o incluso estuvieron ligeramente por debajo de ellas. Sin embargo, la libra esterlina se vio impulsada por la gran ventaja que mantiene el Partido Conservador sobre el Partido Laborista en las encuestas electorales, resultado, en parte, de la decisión del Partido Brexit de retirarse de ciertas zonas electorales para evitar una división en el voto de la derecha. Si bien la experiencia con las elecciones de 2017 nos muestra que cabe todavía la posibilidad de que los laboristas reduzcan el liderazgo de los conservadores, por ahora el escenario más probable es una clara victoria de Johnson y un Brexit en términos no muy diferentes a los del último acuerdo de salida.
Euro
Las noticias de que en Alemania evitaron por poco una recesión y que esto ayudó al crecimiento de la zona euro a superar la expectativas de crecimiento fueron un impulso para el euro y el resto de las monedas europeas. Los datos de producción industrial y de empleo también fueron mejores de lo esperado. Parece ser, por lo tanto, que la economía de la Eurozona va a evitar una recesión y continuar creciendo, en línea con nuestras previsiones. Los datos del PMI que se publicarán el viernes serán aún más importantes de lo habitual y esperamos que marquen otra sólida mejora en la condición de la Eurozona, lo cual debería descartar la necesidad de estímulos por parte del BCE a corto plazo. Esto, claramente, debería beneficiar a la moneda común.
Dólar estadounidense
A diferencia de la Eurozona, recientemente las noticias económicas en EE UU han sido, por lo general, más débiles de lo esperado, aunque debemos señalar que estos datos no nos llevan a preocuparnos aún por una desaceleración sostenida de crecimiento. Los datos que se publicarán esta semana serán, en su mayoría, de segundo nivel, por lo que estaremos centrados en analizar las actas de la última reunión del FOMC para confirmar que la Reserva Federal continúa, a corto plazo, en una posición de 'esperar y ver'.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury