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opinión

Los estados toman el poder

El papel del estado en el funcionamiento de lo público y lo privado está llevando a unos niveles de intervencionismo nunca vistos por lo extraordinario de la situación provocada por el virus, tal y como apunta el analista

6/04/2020 - 

MADRID. El desconocimiento de la trascendencia real de esta crisis que estamos sufriendo -y las consecuencias que va a tener la misma una vez la situación económica vuelva a reactivarse- es el gran quebradero de cabeza que tienen ahora mismo toda la gama de inversores a la hora de tomar decisiones. 

Cómo vamos a salir de esta crisis es todo un enigma y los diferentes escenarios son tan variados que incluso en muchas ocasiones puede llegarnos información con opiniones totalmente opuestas. Lo que sí está dejando bastante claro esta crisis es que el papel del estado en el funcionamiento de lo público y lo privado está llevando a unos niveles de intervencionismo nunca vistas por lo extraordinario de la situación provocada por el virus.

Las cantidades ingentes de capital que se están volcando sobre las empresas para que estas sobrevivan a los efectos del coronavirus -hablo principalmente del mercado americano- tienen un objetivo claro: combatir una situación sin precedentes. Pero lo que se debería estudiar y valorar por parte de los entes económicos es una estrategia cuando la pandemia haya atenuado su impacto y se pueda volver progresivamente a la actividad.

Para este tipo de medidas al ya importante manejo total y absoluto del estado sobre las corporaciones privadas, hay que sumarle la idea de que cada vez suena con más fuerza, la posibilidad de que el intervencionismo de los gobiernos y los entes económicos de cada región sea más fuerte, y que se genere un fondo que vaya destinado a invertir en industrias estrategias. El grave problema de este tipo de medidas es que hay que ser tremendamente meticuloso porque en vez de convertirse en un fondo que generará riqueza por una buena gestión, podría ser utilizado para desviar recursos.


Este tipo de medidas sería beneficioso en momentos como el actual donde se requiere ayuda para capear la tormenta económica. Se eliminaría con esto la dependencia de inversionistas extranjeros y se formaría parte de compañías estrategias. La estrategia perfecta sería que, en momentos de normalidad, una buena gestión de la empresa privada para maximizar rendimientos, donde el gobierno - y los ciudadanos- sea partícipe de los mismos, pero no intervencionista y en momentos de crisis aunar fuerzas y recursos para solventar la misma.

Este tipo de medidas podría resultar tremendamente intervencionista dependiendo del sector y ser selectivo el estado en la selección de las compañías es restrictivo para aquellas que quieran entrar; pero no están dentro de sectores estratégicos y obligado para aquellas que estando dentro de sectores estratégicos no quieren intervención por su cualidad de empresa privada. 

Influencia de los gobiernos

Pero en una situación como la actual en la cual la empresa privada requiere de la ayuda estatal, los gobiernos ya están influenciando en las decisiones de las corporaciones a lo largo y ancho del mundo y esa es una realidad que nunca habíamos visto en la época actual.

Ante esta situación -y las diferentes variables que se están dando-, lo que debemos de tener en cuenta es que esta crisis está provocando una nueva realidad económica: la participación gubernamental en los negocios es más importante que al inicio del 'fenómeno coronavirus'. La trascendencia de estas intervenciones -y sobre todo la hoja de ruta a seguir después de la crisis- será clave a la hora de ver el devenir de la economía en los próximos trimestres.

Jorge López es analista de XTB

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