Puig junto a los miembros de su grupo parlamentario en Les Corts. Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. Los socialistas valencianos atraviesan un periodo de calma tensa propiciado por la resaca de las citas electorales y la conformación del Consell tras el nuevo pacto del Botànic firmado junto a Compromís y Unides Podem. Si Pedro Sánchez logra su objetivo de ser investido con la abstención de ERC y el apoyo de Pablo Iglesias, se abrirá con toda probabilidad una nueva fase que dará paso a la preparación de los congresos del partido, un momento que se espera con expectación desde los distintos sectores del PSPV.
De hecho, el propio Ximo Puig se ha encargado ya de marcar el terreno para tratar de cerrar cualquier debate sobre su posible sucesión al frente de los socialistas valencianos al anunciar su intención de continuar "liderando el proyecto de progreso" de la Comunitat, con lo que optará a revalidar como secretario general del PSPV.
Después de seis meses de recorrido del nuevo Ejecutivo valenciano, y con casi todos los nombramientos realizados tanto en el segundo y tercer escalón del Consell como en lo que se refiere al personal eventual (asesores), han comenzado a arreciar las críticas desde varias comarcas del PSPV respecto a las designaciones hechas en las diferentes áreas de gobierno.
Así, no son pocos los que han venido criticando lo que consideran un excesivo número de nombramientos de independientes en el Consell tanto en lo que se refiere a altos cargos -Carolina Pascual es la principal novedad en esta legislatura- y personal eventual. El punto de inflexión para algunos fue la reciente designación del exdiputado de Ciudadanos David de Miguel como asesor en la Conselleria de Sanidad. Una elección avalada por varios 'pesos pesados' del grupo parlamentario socialista que conocen el trabajo del exdiputado pero que ha molestado a varios miembros del partido que son contrarios al fichaje de una persona que no se encuentra en las filas socialistas.
El problema es que llueve sobre mojado. Ya molestó en varios sectores del partido, especialmente en algunas comarcas, la designación de la también exdirigente de Ciudadanos Carolina Punset como asesora de Presidencia; en concreto para el cargo de comisionada para Asuntos Europeos e iniciativas estratégicas del Consell. Una iniciativa adoptada por el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien siempre mantuvo buena relación con la exportavoz de Ciudadanos en Les Corts.
Estos nombramientos han sido, probablemente, los que más han molestado en los cuadros intermedios socialistas. En especial, en los sectores y comarcas del partido que no se ven representados dentro del Ejecutivo valenciano y consideran un agravio comparativo que personas de fuera de la organización se vean 'premiadas' con cargos a los que ellos no tienen alcance.
Bien es cierto que, proporcionalmente, no puede decirse que la cantidad de fichajes de independientes sea exagerado por parte del PSPV en el Gobierno valenciano. Así, en torno a una quincena del total de puestos de designación socialista en el segundo y tercer escalón son para independientes. Es decir, aproximadamente uno de cada cuatro altos cargos nombrados por la formación socialista no tienen carné del PSPV.
Una situación que, no obstante, se incrementa al hablar del personal eventual, dado que solo en Presidencia de la Generalitat, donde Puig cuenta con 22 asesores (incluidos dos conductores), prácticamente la mitad no pertenecen al partido sino que son profesionales independientes. Una circunstancia que se repite en varias de las consellerias dado que en la mayoría de ocasiones existe libertad de los responsables de las distintas carteras para elegir a su personal de confianza.
Un hecho en cierta medida lógico pero que no alivia la sensación en varios sectores del partido de que a la hora de diseñar el Gobierno valenciano con sus cargos y asesores no se ha tenido suficientemente en cuenta a los cuadros intermedios del partido que trabajaron para que Puig repitiera como líder del PSPV y presidente de la Generalitat.
En este sentido, esta crítica se une a otra que se viene repitiendo en los últimos meses centrada en el olvido del partido por parte de Puig. Unos dardos que se han tratado de aplacar desde la dirección socialista con algún acto del partido con el líder como protagonista o con la convivencia celebrada en l'Alfàs del Pi semanas atrás.
