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Dos de ellos piden perdón al padre en el turno de última palabra

Los internautas que atacaron al 'niño torero' dicen que "estaban enfadados" pero no querían la muerte de Adrián

16/09/2019 - 

VALÈNCIA. El juicio contra los tres acusados de publicar en Twitter y Facebook sus deseos de muerte contra el pequeño Adrián Hinojosa, de cinco años y enfermo de cáncer, cuando se celebró una corrida benéfica en la Plaza de Toros de València, aseveraron ante el magistrado del Juzgado de Lo Penal Número 2 que “se arrepienten”. De hecho, dos de ellos, Manuel O. y Bryan S. utilizaron su turno de última palabra para pedir perdón al padre, presente en la sala.

Los acusados se enfrentan a una pena de prisión solicitada por la Fiscalía y la acusación particular de un año de prisión. La acusación popular pide, un año y seis meses para la única mujer acusada, y un año para Bryan S., así como la absolución de Manuel O.

Pero al mismo tiempo, también justificaron su comportamiento al escribir entradas de Facebook como la de la imputada Aizpea E., que escribió: "Que qué opino yo? Yo no voy a ser políticamente correcta. Que va. Que se muera, que se muera ya. Un niño enfermo que quiere curarse para matar a herbívoros inocentes y sanos que también quieren vivir. Anda yaaaaaaa Adrián, vas a morir", en que “estaban enfadados”.

La misma Aizpea declaró en el juicio que: “escribí ese mensaje por la mañana y estuvo publicado super poco tiempo, menos de diez minutos, pedí perdón y lo borré. Lo borré porque me di cuenta de que me había pasado. Desde luego no son formas por eso lo borré”. Y apostilló: "no había ninguna intención de hacer daño, lo vi me enfadé y lo escribí y lo borré. Es que no me gustan los toros, no hay más. Claramente era ofensivo lo que escribí, por eso lo borré".

Otro de los procesados, Manuel O., que se sentó en el banquillo tras escribir un hilo de Twitter que decía: "que gasto más innecesario se está haciendo con la recuperación de Adrián, el niño este que tiene cáncer, quiere ser torero y cortar orejas", "No lo digo porque su vida me importa 2 cojones, lo digo porque probablemente ese ser esté siendo tratado en la sanidad pública, con mi dinero", y "Pero bueno chic@s, esto es la misma mierda de siempre, no merece la pena ni hablar, escribir… Sólo un gobierno futuro solucionará esto", también aseguró que sus tuits fueron fruto de un enfado.

Aunque a diferencia del resto de procesados, Manuel explicó que lo publicado por él, fueron tuits “políticos y económicos”, y que en realidad hablaba del gasto de la Sanidad Pública “porque a mi abuela la enviaron a casa con gastroenteritis y en realidad tenía cáncer y se murió. En ningún momento quiero que se muera Adrián”.

De hecho, Manuel O. es el único que se puso en contacto con la familia, en este caso con la hermana del padre del pequeño Adrián y pidió disculpas. También aseguró que iba a entrar en televisión para hacerlo públicamente, pero que las dos veces que iba a entrar hubo dos noticias de última hora que lo impidieron. Este procesado es el único para el que la acusación popular no pide condena. En su turno de última palabra, Manuel dijo: “el karma me lo devolvió. No a mí, a mi padre”, que actualmente padece cáncer.

Por último declaró Bryan S., quien escribió en Twitter: "Patético es que defendáis a un niño que prefiere matar a un animal. Ojalá el Adrián mate a vuestra madre y se muera". Eduardo aseveró ante el juez que: “sí pude hacer daño. Estaba enfadado porque no estoy ni a favor ni en contra de la tauromaquia y a los cinco minutos lo borré porque era una estupidez. Tenía 18 años, era un chaval, no sabía lo que hacía. Intenté hablar con la familia, pero no me contestaban. No pedí perdón por twitter. Vi lo de adrián y no me pareció bien”. Pregunta por qué fue lo que no le pareció bien dijo: “que querían la plaza de toros…ahora mismo no me acuerdo”.

Fiscalía

La fiscal delegada de delitos de Odio, Susana Gisbert, explicó durante las conclusiones que no acusa a los tres internautas de delito de Odio porque, aunque los tuits fueron deleznables, el pequeño Adrián tenía cáncer y era aficionado a los toros, lo que no se puede encuadrar en ninguna minoría. Pero expuso que, aunque no es un delito de Odio, sí que es un delito contra la Integridad Moral.

Sobre este segundo delito afirmó que “os hechos son constitutivos de un delito contra la integridad moral porque entendemos que están acreditados los hechos. Tenemos una prueba testifical dada por el perjudicado que ahora es su padre porque el niño falleció. También ha declarado como él mismo y nos ha dado una idea más clara del daño que se infligió al menor y a la familia. Contamos con prueba objetiva que son las capturas”.

En cuanto a Manuel O., dijo que “lo bien cierto es que su mensaje era el que era. Lo importante es el contenido del mensaje y la potencialidad ofensiva del mismo y ninguno lo ha negado. Puede ser arrepentimiento gramatical pero no tiene consecuencias judiciales porque no se confiesan antes, sino una vez se inicia el procedimiento. Ninguno de los tres ha hecho ningún acto de reparación”.

Las defensas por su parte explicaron que “actuaron de buena fe. Que sus perfiles no son privados sino públicos”, en el sentido de que tenían su nombre y su apellido. También aseveraron que las conversaciones no fueron difundidas y que, los escritos, pueden incluirse dentro de los amparado por la libertad de expresión. Pidieron la libre absolución.

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