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Los países del norte quieren decidir las políticas del sur en la salida de la pandemia

Foto: Dario Pignatelli /European Council
19/07/2020 - 

VALÈNCIA. La Unión Europea se va al traste. Ya lo dijo el líder francés, Emmanuel Macron, cuando llegó a Bruselas para participar en la cumbre del Consejo Europeo que debe aprobar el Plan de Recuperación post covid-19. “Nos jugamos el futuro de Europa”, declaró antes de reunirse con la canciller Angela Merkel y los cuatro representante de los países “frugales” que se niegan a compartir de forma solidaria las consecuencias de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. 

Durante dos días, desde el viernes, han estado negociando de forma conjunta y en reuniones bilaterales los líderes de los 27 Estados de la Unión Europea con objeto de lograr llegar a un acuerdo sobre el Plan de Recuperación para salir de a crisis del coronavirus. La Comisión Europea presentó un proyecto siete años, que coincide con el Plan Financiero Plurianual, aparte de las medias urgentes tomadas desde marzo de este año, cuando se declaró la pandemia. El Next Generation EU fue aprobado por el Parlamento Europeo, pero ha sido rechazado desde el primer momento por el Consejo, representando por los Estados miembros, que han rebajado la cuantía del paquete de rescate, en propuesta de su presidente Charles Michel

Después de una sesión plenaria del viernes sin avances entre las posiciones del norte y las del sur, el sábado siguieron las negociaciones con otra propuesta del presiente del Consejo, Charles Michel, con objeto de llegar a un acuerdo. Los países nórdicos o llamados frugales, pretendían que los países del sur accedan al Plan de Recuperación exclusivamente con préstamos  devolver y reformas macroeconómicas. Mientras que los del sur y los dos grandes, Francia y Alemania, apoyan la propuesta de la Comisión Europea que, por primera vez, saldrá a los mercados financieros para garantizar un plan de 750.000 millones de euros con recursos propios.

El presidente Pedro Sánchez comenzó el sábado con una reunión restringida con el presidente del Consejo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, además de otros cuatro países: Francia, Italia, Alemania y Países Bajos. Se trataba de una previa para ver las posiciones de nuevo e identificar cómo se puede seguir avanzando. La mañana del sábado siguió con un plenario, de 11 a 13 h., en que  pararon para comer. Durante la comida volvieron a haber reuniones en grupo. En el plenario, el presidente Michel presentó una nueva “negobox” o contrapropuesta al plan de la Comisión, parecida a la de ayer. Y, a partir de ahí, siguieron negociando en grupos o de forma bilateral. 

Sánchez “sigue negociando en plan discreto pero con mucho movimiento”, según fuentes oficiales, y se ha ido reuniendo con otros países. Después del plenario, tuvo una comida con Michel, von der Leyen, los países frugales, Italia, Francia, Alemania, Grecia y Portugal. el objeto era analizar la nueva “negobox”. Posteriormente, hubo reuniones bilaterales con el presidente portugués, Antonio Costa; con  el de Estonia, Jüri Ratas; con el francés, Emmanuel Macron, y el holandés Mark Rutte. También se habló entre delegaciones con italianos y portugueses, con posiciones muy acercadas a la de España. Durante todo el día, se estuvo viendo cómo seguir avanzando. Después Sánchez comenzó una nueva reunión con Michel y von der Leyen, además de Francia, Alemania, Italia y España. 

La gobernanza y el tamaño del fondo

Fuentes de Moncloa explicaron, mientas el presidente seguía reunido, que los problemas son los mismos ya que la segunda propuesta del Consejo es muy similar y siguen sin acercar posiciones en gobernanza y tamaño del fondo. Los frugales siguen insistiendo en la gobernanza, especialmente Países Bajos. Mientras que el resto son más flexibles. Pero en el tamaño están bastante unidos. En concreto, quieren reducir el nivel de préstamos y transferencias, es decir, el volumen total. Y hay otros países como Francia y Alemania, junto a España, Portugal y Grecia, que están unidos en la idea de un volumen mayor.

Respecto a la segunda “negobox”, Charles Michel propone en gobernanza un mecanismo de “superfreno”, sin aclarar si necesitará o no unanimidad. Y hay otras propuestas de otros países que proponen el freno de emergencia, que no es unanimidad. Está la idea de que, excepcionalmente, se pueda pedir que se revise por el Consejo la valoración de la Comisión. Pero España no acepta la unanimidad.

Foto: Dario Pignatelli /European Council

Hay una propuesta de que se rebaje la cantidad de transferencias directas en 50.000 millones a créditos. Y los países frugales también quieren más devoluciones, algo así como el cheque británico. Pero los países grandes y del sur se oponen. Además, está el tema de la PAC y la cohesión social. Se trata de un paquete complicado que, además, no es canjeable. 

España intenta avanzar pero disiente, dijeron fuentes de Moncloa, de que la situación esté estancada como ha dicho el primer ministro italiano, Giuseppe Conte. “Las negociaciones son duras, sí. Lo que está claro es que tienen que recibir más los países más golpeados por la pandemia. Y lo que deben entender los países frugales del norte es que este fondo es en beneficio de todos”, comentaron desde Moncloa. Además, añadieron, “es histórico un fondo de recuperación donde la Comisión es la garantía en los mercados financieros y éste estará unido al Marco Financiero Plurianual”. 

Dumping fiscal

Sin embargo, aún hay un grupo de países del norte, capitaneados por Países Bajos, que pretenden imponer políticas y reformas a cambio de préstamos, que se niegan a asumir la deuda de forma conjunta y solidaria y que exigen fuerte reformas macroeconómicas de corte neoliberal a los países que accedan a las ayudas. Entre estos países se encuentran además, Dinamarca, Suecia y Austria. Aunque hay otros que, sin haberse destacado, ya dieron su apoyo hace una semana al ministro irlandés Paschal Donohoe, como nuevo presidente del Eurogrupo, en sustitución del portugués Mario Centeno. 

Son países como Chipre, Bélgica y Malta, con dumping fiscal como Países Bajos respecto el resto de la Unión, los que apoyaron a Irlanda en el Eurogrupo, los que están en la misma línea de fiscalidad favorable a las grandes multinacionales. Precisamente, algunos de ellos son los que pretenden dar lecciones de responsabilidad económica al resto, cuando se están favoreciendo de unos ingresos fiscales que deberían recaer en los países del sur.  

Países Bajos y otros países del norte exigen menos dinero en transferencias directas y más préstamos para los países más golpeados por la crisis, además de reformas estructurales con una fuerte condicionalidad decidida por los Estados y no por la Comisión europea, lo que dejaría en gobiernos de otros países las políticas sociales y económicas de los países del sur, más necesitados por la pandemia y aún recuperándose de la crisis financiera de 2008.

Ursula von der Leyen y Charles Michel. Foto: Dario Pignatelli /European Council

En concreto, el primer ministro holandés, Mark Rutte, insiste en dos reformas estructurales para los países del sur demandantes de fondos de recuperación: el sistema de pensiones y la reforma laboral. Precisamente, en un momento en que el gobierno español está realizando reformas concretas de la reforma laboral de Rajoy, que llevó a la precariedad de los trabajadores, el gobierno holandés exige una vuelta de tuerca hacia el neoliberalismo. 

También el sistema de pensiones públicas está en el punto de mira de este pequeño país que cuenta con un sistema de pensiones privadas, calificado como de los mejores. Sin embargo, la realidad es otra, ya que no se trata de un plan de pensiones al uso del que se pueda disponer y, además, está al albur de los mercados financieros. en estos momentos, precisamente, se prevé que los futuros pensionistas holandés estarían perdiendo poder adquisitivo respecto de las cuotas aportadas al no estar garantizadas por encima del 100%.

Lamentaciones de Italia

A las seis de la tarde y en un receso de las negociaciones, el primer ministro italiano Giuseppe Conte habló de lo difícil que era llegar a una solución. “Más de lo previsto”, exclamó. Se juegan, no el presupuesto anual, sino el marco financiero para siete años y la salida de la crisis debe ser “no sólo efectiva sino eficaz”, declaró. “Pronta, colectiva, solidaria y robusta desde el punto de vista de la resistencia económica”, es cómo debe ser la recuperación en boca del líder italiano. 

“Estamos enfrentándonos con Holanda y otros países que no han convivido con el coronavirus ni han tenido una respuesta consistente”, explicó Conte sin dar detalles de las conversaciones. El presidente italiano urgió, desde un vídeo en youtube, a “salir juntos con una perspectiva europea” y “conjuntamente con España, Portugal y otros países que no han sido tan golpeados por la pandemia…” Conte insistió en salir de la crisis “aún mas resistentes, porque es tanto el sufrimiento y el golpe a la economía que necesitamos un remedio rápido”. 

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