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Los problemas de Sánchez en Madrid y Andalucía apuntalan la renovación tranquila para Puig

10/05/2021 - 

VALÈNCIA. Las pasadas elecciones en la Comunidad de Madrid han desencadenado diversas consecuencias en todos los partidos políticos, especialmente en los que han cosechado malos resultados, como Unidas Podemos con el adiós a la política de Pablo Iglesias, Ciudadanos con la fuga de diputados de Les Corts, y el PSOE con el correspondiente terremoto interno en la federación madrileña tras la pérdida de 13 escaños.

Un corrimiento de tierras que también tiene ecos en otras autonomías, y que apunta a mejorar la posición del valenciano Ximo Puig de cara a una reelección tranquila al frente del PSPV. En Andalucía, la enemiga íntima de Pedro Sánchez y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, ha aprovechado el mal resultado en Madrid para solicitar la celebración de primarias el próximo 13 de junio con el objetivo de designar al futuro candidato a presidir la Junta.

Un paso adelante justificado en que, tras la arrolladora victoria de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, su homólogo andaluz Juanma Moreno también podría apostar por adelantar las elecciones autonómicas en cualquier momento y aprovechar así el buen viento que sopla para la marca PP. Una eventualidad para la que el PSOE debe tener listo al candidato a presentar ante las urnas.


Pero obviamente, el paso adelante de Susana Díaz también está estrechamente relacionado con el momento de debilidad que atraviesa Pedro Sánchez y su equipo especialmente desde el punto de vista orgánico, aunque también político. La chapuza en la fallida moción de censura de Murcia -de la que nadie se ha hecho responsable y cuya culpa de momento se reparte entre Iván Redondo y José Luis Ábalos- fue el primer patinazo de la cúpula socialista, que terminó precisamente con la convocatoria electoral de Díaz Ayuso. 

La elección de Ángel Gabilondo como candidato, la campaña floja a la vista de los resultados y la posterior dimisión del secretario general de la federación madrileña, José Manuel Franco, ha dejado un panorama de debilidad manifiesta de Ferraz y un amargo sabor a derrota en La Moncloa frente a su rival del último año, Díaz Ayuso.

De una tacada, han reanimado al líder de la oposición, Pablo Casado; han alimentado a una rival muy mediática, Isabel Díaz Ayuso, y han terminado de firmar el certificado de defunción de la federación socialista en la Comunidad de Madrid y, al mismo tiempo, han eliminado a Ciudadanos, un partido que robaba votos al PP. Un balance lo suficientemente catastrófico para que Susana Díaz haya decidido dar el paso de convocar las primarias y tratar de blindarse en el puesto logrando se nuevamente candidata a la Junta de Andalucía.


Cabe recordar que la dirigente andaluza fue derrotada con claridad por Pedro Sánchez en las primarias de 2017 pese a que partía como favorita, lo que, tras no poder revalidar la Presidencia de la Junta de Andalucía, supuso un revés casi mortal para la carrera política de Díaz, quien no obstante ha sabido resistir en su territorio a la espera de volver a tener la ocasión de volver a ser candidata.

Enfrente, tendrá al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, el candidato favorito por parte del 'sanchismo'. Una victoria de este último significaría un golpe de efecto muy importante para el presidente del Gobierno dentro del PSOE, dado que supondría el control de una autonomía que cuya cúpula siempre ha sido en buena medida rebelde a su mandato. Sin embargo, un triunfo de Díaz supondría otro revés y en este caso especialmente grave, para la solidez de Sánchez como secretario general del PSOE.

¿Qué efectos puede tener esto en el proceso de reelección Ximo Puig al frente del PSPV? Distintas fuentes consultadas por este diario coinciden en que el estado de agitación surgido tras la derrota en Madrid apuntala todavía más el liderazgo del presidente de la Generalitat de cara a una posible candidatura alternativa que pudieran desplegar los afines al ministro José Luis Ábalos.

La Comunitat Valenciana sigue siendo la autonomía más importante donde el PSOE gobierna y, en los últimos tiempos, la sintonía entre Sánchez y Puig ha mejorado notablemente hasta el punto de que el líder valenciano se ha convertido en uno de los principales apoyos del presidente del Gobierno en la compleja gestión de la pandemia. 

Así, con focos de conflicto tan importantes como Madrid y Andalucía -sin olvidar que Cataluña todavía no tiene gobierno-, parece difícil que desde Ferraz se planteen dar ningún tipo de cobertura a aventuras opositoras a Puig. Aunque es cierto que para cuando llegue el momento del cónclave del PSPV, previsto a final de año, las citadas batallas ya estarán resueltas, se antoja complicado que, aunque se resuelvan con éxito para Sánchez, se pretenda desde Madrid abrir el melón de un relevo en la Comunitat Valenciana.


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